miércoles, 12 de septiembre de 2007

TEQUILA (Y II)

Le despertó el sol que entraba ya a raudales por la ventana de la habitación. Incorporándose ligeramente en la cama deslizó con esfuerzo la mano hasta la mesita de noche, y, tanteando la superficie, cogió su reloj, que había dejado allí tirado de cualquier manera al poco de llegar. Con los ojos aún entrecerrados y cargados de sueño miró la hora. Las 10.15... De nuevo se dejó caer pesadamente sobre el colchón, cerrando los párpados. Le dolía la cabeza, y empezó a pensar que tenía que dejar el alcohol, las noches locas... Sus pensamientos fueron interrumpidos por la presencia de la mujer. Salía del baño con el pelo aún mojado por la reciente ducha, pero ya vestida, y se dirigió hacia él con una ausente y pálida sonrisa. Él hizo un débil amago de incorporarse en la cama, que ella cortó con un rápido gesto de su mano.

- Déjalo, no te levantes. Me voy ya. Un beso...

Se inclinó sobre él, depositó un leve beso en su mejilla y, tras coger su bolso, salió de la habitación. Jorge cerró de nuevo los ojos, intentando de esa manera paliar un poco el dolor de cabeza. Bueno, no había estado mal la noche, pensó con una ligera sonrisa dibujándose en sus labios. De todas formas, qué rara era aquella mujer, ahora que lo pensaba... Ni siquiera conseguía recordar su nombre. ¿Acaso se lo había preguntado en algún momento? No, seguramente no, ¿para qué?

Los recuerdos de la noche pasada acudían a su mente, abriéndose paso a fugaces ráfagas entre las brumas del alcohol y de la pesadez que le embotaba el cerebro. Cuando entraron en la habitación la había cogido por la cintura y la había besado con una pasión que iba in crescendo conforme sus manos recorrían el cuerpo de la chica, despojándola poco a poco de su ropa y acercándola a la cama a pasos trastabillantes. No conseguía ahora recordar que sus besos hubieran sido correspondidos con similar pasión... En esos momentos no estaba muy seguro de nada, pero juraría que los labios de ella respondían de forma mecánica a la presión de los suyos, incluso que en alguna ocasión lo hacían casi de manera forzada...

Una vez en la cama, ella le había pedido que apagase la luz, a lo que él, aunque extrañado, accedió. Tampoco es que le importaran los motivos, se trataba de que ella no sintiera la necesidad perentoria de salir corriendo, como en algún momento le pareció intuir. "No es fácil cazar presas a la primera", pensó sonriendo de nuevo. Y más del tipo de aquella chica, en la que jamás hubiera supuesto la docilidad con que llegó a plegarse a cada caricia o petición sexual que él le urgía, impulsado por los vapores del alcohol y de la pasión. Sí, la mujer le satisfizo en todo, como una geisha. O más bien como una autómata, ahora que lo pensaba... El cuerpo de ella se estremecía al contacto de sus manos, de su boca, pero en estos momentos, ya que todo había pasado, no se atrevería a asegurar que fuese el deseo lo que le hubiera provocado esos espasmos, sino otras sensaciones bien distintas...

En estos momentos incluso creía recordar que mientras estaban en la cama, a la tenue luz de la luna que entraba por el ventanal, que era toda la iluminación de que disponían, había podido entrever en los ojos de la chica expresiones que iban desde la tristeza más profunda a la desesperación, pasando por momentos de dolorosa, vacía y total indiferencia. Incluso en algún instante hasta asco... No solo no la vio sonreír en toda la noche. Ni siquiera llegó a hablar. Ni a gemir. Ni un jadeo. Es más, juraría que el brillo de sus ojos en uno de los momentos de actividad sexual más intensa, el único signo de vida que observó en ella en todo ese tiempo, se debía a una lágrima que velaba sus pupilas. Bien pensado, se había comportado en todo momento como un marioneta de cuyos hilos había estado aceptando que tirasen. Parecía una muñeca rota. Tan pasiva, con aquella mirada vacua, dejándose hacer...

Ahora no estaba seguro de que la noche hubiese transcurrido de forma tan satisfactoria como en un principio, animado por la docilidad de la chica, le había parecido. Más bien le producía cierta incomodidad recordar aquellos ojos traspasados por una tristeza infinita, la frialdad de aquellos labios y de un cuerpo inerme ante sus caricias, a las que solo respondía de una forma maquinal. Cuando respondía... Un ligero rictus de desagrado desdibujó sus labios. Mejor haber olvidado pedirle el teléfono.

Definitivamente, tenía que dejar estas correrías nocturnas. Tanto alcohol y tantas mujeres flor de una noche no podía ser bueno, pensó, mientras un leve suspiro agitaba suavemente su pecho. Sobre la mesita de noche había una radio despertador, y seleccionó un número cualquiera en el dial, esperando que el sonido le ayudase a despabilar del todo. Las notas de una música trepidante parecieron llenar la habitación. Café Quijano cantaba:

"Y tanto tequila
lo tengo que dejar,
no quiero disgustos
sé que despierto
y llegan los sustos.
Y vale ya de sobresaltos,

con quien me acuesto
no me levanto.
Y tanto tequila...
Lo malo de los alcoholes
es que no te dejan ver,
debajo de los disfraces,l
o que puede aparecer.
Me pasa por cariñoso,

soy donante de placer.
Y sé que amar tiene riesgos

que uno tiene que correr.
Y mira que no espabilo,

que con el tiempo voy a peor.
Lo pienso y a veces digo:
“¡ Quédate en casa que estás mejor !”.

Jorge sonrió. Aún podía permanecer un rato más en aquella cama tan confortable. Se desperezó lenta y voluptuosamente. El contacto de las suaves sábanas en su cuerpo desnudo resultaba muy agradable, el dolor de cabeza comenzaba a disiparse, al igual que el recuerdo de la mujer que había estado con él aquellas horas. Era sábado, y aún quedaba un largo día por delante. Y una más larga noche...




AVALON

35 comentarios:

Malena dijo...

Sólo puedo decir que es fantástico lo que has escrito. Digno de una buena escritora.Me quito el sombrero, Avalon. Y dile a Etinarcadia, que de largo, nada. Un besazo.

P.D/ Entre María y tú nos vais a quitar el trabajo a los demás. :)

G.Ruiz dijo...

Avalon querida que relato, y la chica algun desamor tendria o queria vengarze de alguien?
Ahora me has dejado meditando en los posibles desenlazes.
Un Beso

Calle Quimera dijo...

Un montonazo de gracias, Malena, de verdad... Bueno, un poquillo largo sí que era, pero lo que me importaba en la historia fundamentalmente era radiografiar los sentimientos y sensaciones de los protagonistas, darlos a conocer por ellos más que por sus actos. Si recortaba más (que ya recorté..) no lo conseguía..

Y hablando de sensaciones, sentimientos, emociones, alma, corazón.. ¿quién puede desbancarlos? Entonces, ¿quién podría desbancarte a ti?:-)

Un beso, gemelita.

Calle Quimera dijo...

¿Qué llevó a la chica a ir con Jorge, a pesar de que en un primer momento no le hizo caso, Gustavo? Pudo haber sido sencillamente una de esas noches en que la soledad muerde hasta tal punto que por alejarla de ti esa noche recurres a lo que sea, aunque no sea el tipo de proposición dde Jorge lo que ella deseaba. Al principio no le hace caso, pero luego llega ese "¿Y por qué no..? Lo que sea antes que el peso insoportable de la soledad de esta noche.

O pudo haber sido también el fracaso de una relación que no llegó a buen término, el tremendo dolor que le produce, sentimientos de insatisfacción y baja autoestima por no haber sido capaz de retener al hombre que amaba tan agudizados que llegan incluso a ser autodestructivos. Una especie de venganza mal entendida al entregar su cuerpo a otro...

En un principio la chica no piensa aceptar la proposición implícita en la mirada de Jorge cuando la observa fijamente en la barra del pub, pero de repente piensa que por qué no, que quizás una noche de sexo le venga bien para olvidar, y para "castigar" al hombre al que perteneció una vez dándose a otro por nada. Una vez en la habitación entiende su error, pero se deja hacer...

Podría haberse ido, pero ni siquiera tiene la suficiente estima por sí misma para hacerlo. Y qué más da... Simplemente soporta el contacto de Jorge, se pliega a las exigencias sexuales de este sin sentir el más mínimo placer, dejándose llevar solo por una casi necesidad de autocastigo, de autodestrucción, de anulación.

Es una mezcla de sentimientos encontrados lo que la lleva a entregarse: desesperación, tristeza, dolor, desamparo, necesidad desesperada de calor humano, de revancha contra el hombre que la ha conducido a ese estado de ánimo, contra sí misma por no haber sido capaz de retenerlo...

Complicadillo, ¿no..?

Besotes, querido Gustavo.

Unknown dijo...

Avalon querida, una bella historia. Me encanta la forma en que describes a los personajes a través de sus sentimientos, sus reflexiones y lo que los rodea. Besos dulces,
V.

María Narro dijo...

Sí, Avalon, complicadillo pero bien escrito.

Lo he leído dos veces, antes con prisa y ahora más despacio.

Y de mujer que adora escribir a mujer que adora escribir: creo que lo has forzado. Acortado y guíado por la letra de una canción.

Y lo sepo porque a mí me ha pasado muchas, muchas, veces.

Creo que un relato se ha de entender por si solo, o llevar pequeñas dosis de información que estallen en la mente del lector cuando acaba de leer. Pienso que en Tequila (I) nos acostumbraste a descripciones minuciosas, y ahora el lector no puede entender el comportamiento de la mujer.

'El lector ha de saber lo mismo que tú, o, ocultar información dando pistas' lo aprendí no sé donde pero siempre fallo.

Te doy mi sincera opinión, que no tiene pq se acertada, porque me importas.

Un besazo.

pd. que yo hago lo mismo con el relato de mi blog???? no no no, hago promocion de mi libro ;)

Calle Quimera dijo...

Lo primero de todo, María, agradecerte de corazón el tiempo que me has dedicado. Además, siempre es muy bien recibido todo cuanto sirva para aprender, es la única forma de mejorar.

Te cuento los planteamientos que me guiaron a la hora de elaborar este relato :

1.- La trama argumental me la sugirió la letra de esta canción; no es que la haya recortado ni ajustado a esa letra como un guante, lo que hice fue partir de ella e intentar dar más corporeidad, dramatizar y desarrollar a los personajes de esa canción.

2.- El relato no se acoge a la partición tradicional en planteamiento, nudo y desenlace, carece de un final propiamente dicho, así como del planteamiento. Responde a la estructura novelística llamada generalmente "trozo de vida", en la que el autor se limita a reflejar un día en la vida de unos personajes, sin un principio ni un final establecidos. Por eso no se especifica qué ocurre con la chica al término de la narración (sobre el chico queda claro que continuará con su vida de crápula), ni cuáles han sido sus motivaciones a la hora de aceptar la proposición de Jorge. Sencillamente se cuenta lo ocurrido durante unas horas a dos personas, sin previos ni postliminares: un chico invita a una chica a pasar la noche en un hotel y para ella es una experiencia nefasta. No hay más.


3.- El relato estaba estructurado en dos partes: la primera presentaba a los protagonistas en el entorno en que se conocen; se intentaba lo más minuciosamente posible recrear el ambiente del pub e ir direccionando al lector hacia el tipo de personaje que será Jorge, para que luego sea comprensible el cinismo y egocentrismo que manifiesta al reflexionar en el segundo capítulo sobre lo que ha sido la noche pasada con la mujer. También en esa primera parte se daban pistas sobre esta: una mujer con la mirada ausente fija en su copa, sin prestar atención a nadie, que rechaza en principio la insinuación de Jorge y cuya aceptación final provoca que él mismo, inveterado conquistador con muchas tablas, se sorprenda, puesto que su experiencia le hace suponer acertadamente que no mujer de conquista fácil. Suponía que con esto estaba dando bastantes pistas para que el lector no se extrañase luego del comportamiento de la chica.

4.- Se trataba de que se entendiera la actitud de la mujer en la segunda parte, pero NO lo que la motiva a aceptar la invitación. Eso hubiera tenido que constituir un capítulo aparte, un flash back en que se reconstruyera parte de la historia personal de un personaje, pero no era tal mi planteamiento del relato. Yo intentaba construir una obra sin desenlace prefijado y abierta a debate, a la interpretación personal del lector, valiéndome precisamente de las características inestimables de este medio de comunicación bidireccional que es el blog, y que permite a lector y autor dialogar, contrastar puntos de vista.

Es lo que ha ocurrido con la intervención de Gustavo. Ha planteado una posible motivación para intentar explicar la actitud de la chica, apuntando en la dirección de que pueden existir varias, como así es. Mi respuesta a su comentario no era una explicación del relato, sino de algunos de los motivos que pudieron llevar a la mujer a aceptar esa proposición: una soledad desesperante, un amor fallido...

Hay tantas como podáis proponer vosotros. Yo no las sé. Ni eso ni siquiera el nombre de la chica. Es una Jane Doe... Ni siquiera conozco su nombre, y menos aún sus motivaciones. Yo solo contaba lo sucedido a dos personas durante una noche, las reacciones que ambos tuvieron...


Bueno, esa era mi intención, otra cosa es que lo consiga o no .. ;-)

Gracias por tu tiempo, María, por tus consejos y por tu paciencia. Me temo que se me han pegado los dedos a las teclas..je..

Un besazo, guapa. Y no seas tonta, todo lo que sea hacer promo de tu libro, bienvenido.. ;-) Otro besote bien grande.


Y entiendo que no sigas al pie de la letra esa frase que mencionas.. Al fin y al cabo, en litaratura ya está dicho todo o casi todo; lo que se impone es innovar, experimentar. Y..¿quién se resiste..?


.

El perro andaluz dijo...

Lindo, lindo, lindo, pero muy lindo. Vaya forma de relatar un cuento,muy digno de ti querida Avalon.
Muchos besos con sabor a tequila:)
PD: Escuché completa la canción...eres una pillina, jajaja.

Calle Quimera dijo...

Jajajajaja... Que conste que era pura coincidencia, Allan, palabrita del Niño Jesús.. ;-)

Oye, ¿se puede cambiar el sabor a tequila por coca cola, o como mucho champán, o Bailey´s..? Es que no he probado el tequila, pero creo que no me gustaría... je..

besotes miles, querido amigo.

Calle Quimera dijo...

Mil gracias, Poeta. De verdad que eres siempre encantador..

un beso muy grande.

Anónimo dijo...

Bueno, bueno, esto si que es calidad educativa. Un relato y el forum-debate sobre él, entre merecidos escritores con su autora. Creo que esto es fundamental para ahondar en este arte. Del relato lo que más me ha gustado son las descripciones y las recreaciones del ambiente.

Besos

Cuto dijo...

Un lujo tener tiempo por delante... no siempre ocurre... a mí, casi nunca...

Besos

Anónimo dijo...

Puf,,, No sé que decir, estoy francamente impresionado. Sólo sé que he pasado unos minutos estasiado con la lectura, de éste y del anterior. Menudo talentazo. Estais poniendo el listón altísimo. ¿Qué será lo próximo...?
Vino y besos.

yraya dijo...

Amores de un rato, amores vacios...
Me ha encantado.

Besitos Avalon

Arthur dijo...

Que historia, pero es que eso de práctciamente sea a la fuerza (aunque ella se dejó) es muy feo, qué estará pensando esa mujer que estuvo con Jorge en la cama, haciendo ------ sin su consentimiento y con lágrimas en los ojos. Si que tiene que dejar el tequila Jorge, le hace daño.

de dónde sacaste éste post?

Saludotes y abrazotes

Sweet Dreams, de todo Corazón:
Arthur

Gusthav dijo...

Eso le pasa a Jorge por andar de briago con tanto tequila.

Y luego esa mujer, ya me imagino el daño mental que tiene, si prácticamente Jorge la violó (aunque ella de alguna forma se dejó).

Saludos y abrazos

Nice Day, con toda mi Alma:
Gusthav

Anónimo dijo...

¡¡¡Fantástico!!! cada dia mejoras tu pluma, la verdad.

Eso de dejarnos pensando en las razones por las cuales ella estaba "mecanizada" está genial, es una combinación de intriga e imaginación la que comienza a rondarte la cabeza para intentar adivinar el origen de sus no-sentimientos... simplemente GENIAL.

Entiendo que haya gente que necesite una explicación de cada punto pero cada historia tiene su peculiaridad y eso es precisamente lo que la hace distintamente atractiva para el lector.

Me levanto y me quito el sombrero... bueno, la gorra ;-)

Felicidades, saludos!!!!!

Joako Voskovany dijo...

Muy bueno, Avalon; inesperado y muy bien resuelto. Se podía sentir esa resaca de cuerpo y de sentimiento y la ausencia de máscaras que suele imperar cuando desaparece la Luna.

La verdad es que apetece saber más, como en las buenas novelas. Qué grande.

Saludos.

txanba dijo...

sigo pendiente, habrá más. que noche ha dado estar cerca de esas sábanas. un abrazo.


tx.

Anónimo dijo...

O sea, que, Jorge, "donde dijo digo, dijo diego" y se prepara para volver a las andadas. Me recuerda a alguien que conozco...

Me he quedado con la intriga de saber con qué dolor cargaría esa mujer.

Besos

AnaR dijo...

Que triste la noche ...verse forzada a una huida en unos brazos dispuestos al olvido.Que triste...

Un abrazo

poca luz dijo...

...que vacío más sordo.

...qué tristeza.

Calle Quimera dijo...

Es uno de los aspectos más agradecidos de un blog, Victoria, que al tratarse de un medio de comunicación bidireccional ofrece la posibilidad de establecer un diálogo entre quien escribe y quien lee, y poder tratar en él cuantos aspectos consideren de interés.

Un besote.

Calle Quimera dijo...

No creas, Ignatius, a mí tampoco me permite el tiempo todo lo que me gustaría... Ya sabes, el tiempo es oro, y la mayoría hemos de conformarnos con bisutería.. :-)

Besos.

Calle Quimera dijo...

Manuel, por Dios, me he puesto colorá como un tomate de Rota.. Muchas gracias por tus palabras, chiquillo. Un beso, vino y lo que haga falta.

Calle Quimera dijo...

Amores de un rato, amores vacíos... Amores que no son amores, posos de dolor infinito.

Gracias por tus palabras, Yraya. Un besote.

Calle Quimera dijo...

El post es un relato que escribí basándome en la letra de la canción que suena de fondo, Arthur. Se hablaba de un chico que estos que frecuenta discotecas y pubs y que va de copa en copa y de mujer en mujer. Lo que quise fue intentar dar cuerpo a esos personajes, imaginarlos y dotarlos de unas características, de una vida.

Sí que será mejor que Jorge dejara el tequila, Arthur. Los vapores dl alcohol no dejan ver, como dice la canción.

Besotes

Calle Quimera dijo...

Ella se dejó, Gusthav, efectivamente. Pensó que podría olvidar dejándose llevar por las circunstancias, pero no fue posible. No era la mejor manera.

Besos.

Calle Quimera dijo...

SCD, una obra tiene tantas interpretaciones como lectores, y es cierto, porque cada cual tiende a interpretar lo que lee de acuerdo a su forma de ser, a sus puntos de vista, a los condicionamientos que le marcan sus circunstancias de todo tipo... Cuando la obra no está cerrada por un final previsto por el autor sino que queda abierta a quienes leen lo que se procura es precisamente que el lector participe en la historia de forma más activa.

Mil gracias por tus palabras. Eres un encanto. Un besazo enorme. :-)

Calle Quimera dijo...

Los sentimientos que se fraguan muy en el fondo de una persona no tienen máscaras, kaekum, y cuando afloran lo hacen a cara descubierta. Aunque Jorge tardase en ser consciente de los de la mujer...

Besos.

Calle Quimera dijo...

Las sábanas podrían contar muchas historias si supieran hablar, Txanba. Esta , en concreto, ya está finalizada por mi parte, pero abierta a aquel de vosotros que quiera airear más las sábanas.

Besos.

Calle Quimera dijo...

Hay muchos Jorges en este mundo, Trini, seguramente casi todos nosotros conocemos a alguno.

Fuera cual fuera el dolor que la mujer cargara, era lo bastante intenso como hacerle suponer que desaparecería por unas horas entre unos brazos que se suponía podían dar calor humano, ya que no amor. Quizás tampoco sean tan importante las causas (soledad, mal de amores..), sino el hecho de a dónde nos puede conducir el dolor.

besos.

Calle Quimera dijo...

Triste la noche, Ana r, y triste el dolor que puede conducir a alguien a arrojarse en brazos de un desconocido en un vano intento por olvidar.

Besos.

Calle Quimera dijo...

Vacío, dolor, tristeza...Un amargo sabor en la boca, Nada, y desde luego, no por el tequila..

Besos.

esperanza dijo...

Es la primera vez que me paso por aquí; me ha gustado mucho el relato, muy bien escrito.
La verdad es que es un privilegio poder descubrir tanto arte anónimo con mi pijama como único atuendo de gala.