jueves, 1 de febrero de 2007

DOS PALABRAS


Muchos hombres son reacios a pronunciar dos palabras que considero cruciales en una relación de pareja: “te quiero”. “¿Para qué repetirlo tanto, si ella ya lo sabe…?” Esa es la frase-excusa tras la que se esconde ...¿qué? ¿ Pudor? ¿Una hombría mal entendida? ¿Un falso concepto de la debilidad? Una mujer necesita oír un "te quiero", aunque a muchos hombres les parezca un gasto innecesario de saliva. El amor se demuestra. Y se declama. Mientras existan dos personas que se amen, el "te quiero" jamás estará gastado. Esas palabras son la verbalización de un sentimiento, suponen compartir con el otro lo que está dentro de ti, ofrecérselo, no ser egoísta guardando en tu interior semejante tesoro. Es algo que habría que estar susurrando a todas horas; porque no hay que gritarlo, se dice con pasión, bajito, al oído, acariciándolo y arañándolo a la vez.... No hay música mejor que un "te quiero" para los oídos de una mujer… Y de un hombre. Aunque a muchos les cueste trabajo reconocerlo.

AVALON

4 comentarios:

Trasto dijo...

En mitad de la calle Quimera, allá por dónde Sabines te dejé un enlace... Y sería más propio de este post que de donde lo dejé.

Entre las gentes,
a un lado de tus gentes
y las mías, te he dicho
"ya es tarde", y tú sabías
que decía "te quiero".

La de reodeos que se dan para no decir esas dos palabras que dan tanto miedo...

Saludos

Calle Quimera dijo...

Sabines es apropiado siempre, en cualquier ocasión; lo fue allá en el número 1 de esta calle y lo vuelve a ser ahora.

Sí que se dan rodeos para decir estas dos palabras. Y mira que son solo dos, pero es tanto lo que encierran... Sin ir más lejos, a uno mismo...

Saludos.

zero dijo...

Pues a mi me encanta gritar bien fuerte el Amor aunque luego me llamen loco....me encanta.
Bueno,bueno,tambien susurrando.Pero lo de no gritar..no estoy deacuerdo,hala¡.

SALUD.

Calle Quimera dijo...

No creo que nadie te llamara loco por gritar el amor. Como mucho la gente te miraría por la calle y sonreiría a tu paso, quizás con un poquito de envidia sana porque te atreves a hacer lo que a veces nos gustaría a todo en alguna ocasión: gritar nuestro amor a los 4 vientos. Cuando te apetezca gritarlo, esta calle Quimera es un buen lugar.

Pero no me digas que no es bonito susurrar el amor, acariciar con esa palabra el oído, el alma...

Salud, y una sonrisa.