viernes, 25 de abril de 2008

LA DIVISIÓN AZUL

"Los héroes son algo que creamos,que necesitamos, es nuestra forma de intentar comprender lo que resulta incomprensible. ¿Cómo puede alguien sacrificarse tanto por los demás? Pero para mi padre y aquellos hombres los riesgos que asumieron, las heridas que sufrieron,las vidas que perdieron...lo hicieron por sus compañeros.

Tal vez lucharon por su patria pero murieron por sus amigos, por aquellos que estaban allí,luchando a su lado.Y si de verdad queremos honrar a aquellos hombres deberíamos recordarlos tal y como eran en realidad, tal y como los recordaba mi padre."

BANDERAS DE NUESTROS PADRES

....la explosión fue tremenda. Aquel muchacho que se abalanzó sobre el tanque nos había salvado la vida. Ahora, su cuerpo destrozado formaba parte del paisaje nevado, coloreándolo de rojo y marfil. Otro y yo nos miramos. Decididos, recogeríamos sus restos. Entre carne, huesos y metal, una pequeña bandera cosida a lo que reconocimos como su guerrera. Ahora ya sabíamos el porqué de su acción : era uno de los nuestros; en la banderita española que había cosida en un fragmento de uniforme se veía, aunque a duras penas un número, el 250.

Ya no existían ideales ni aventuras de juventud,todos envejecimos en la fría Rusia. Solo eramos españoles en una guerra equivocada, pero después de ver y cometer atrocidades inimaginables, nos habíamos convertido en bestias. Bestias capaces de sacrificar su vida por otros como nosotros, españoles. Solo quedaba el espíritu del compañerismo, el valor en la batalla y el resistir por siempre en unas trincheras que ya formaban parte de nuestra Patria. Y así fue en Krasny-bor.


Recientemente se ha cumplido el 65 aniversario de la batalla de krasny Bor, una de las más sangrientas de la II Guerra Mundial, en la que se produjeron más de 2.000 bajas españolas en solo 24 horas. Eran componentes de la 250 División de la Wehrmacht, popularmente conocida como División Azul, unidad de combate ensalzada por unos y denostada por más, pero inevitablemente nimbada de un cierto halo de romanticismo.

Todos hemos escuchado alguna vez esa expresión de "Hay quien nace con estrella y quien nace estrellado", y tan aplicable es a las personas como a muchos hechos bélicos. Existen guerras afortunadas, como la última invasión de Afganistán, y otras sobre las que se corre un tupido velo de vergüenza nacional, como la de Vietnam. Y la participación española en la II Gran Guerra es de estas últimas. Sin embargo, la realidad más palmaria que subyace en todas las confrontaciones bélicas, con estrella o estrelladas, es que siempre están teñidas de la sangre, el sudor y las lágrimas de hombres de carne y hueso, que suelen ser usados como peones en un tablero de ajedrez cuyas piezas manejan los intereses de otros hombres, y cuyo sufrimiento es la moneda que intercambian esos otros.

La División Azul fue una jugada maestra de Franco. En medio de un clima de exaltación patriótica y anticomunista fomentada desde el poder pero también nacida de forma espontánea, vendió a los españoles la idea de que participar junto a Hitler en la campaña contra la URSS era una cruzada obligada, la natural continuación de la que, oficialmente por culpa de Rusia, había enfrentado a los españoles entre sí durante tres años. Hasta tal punto le salió bien la jugada que si en un principio se había concebido una unidad de combate de aproximadamente 4.000 hombres, al final llegaron a pasar por los banderines de enganche unos 45.000 desde 1941 hasta 1943, año en que fue repatriada y disuelta.


Con este grupo de combatientes, además, saldaba su deuda con Hitler por la ayuda prestada al bando vencedor en nuestra Guerra Civil, y al tratarse de una unidad de voluntarios el Gobierno estaba exento de responsabilidades, con lo cual no solo quedó bien ante los aliados, sino que España aparecía ante el mundo como un cruzado contra el comunismo, lo que le granjearía las simpatías de EEUU.

No solo eso, también debilitó y mutiló al único partido político capaz de derrocarle y sustituirle, la Falange, muchos de cuyos altos cargos se incorporaron a las filas de la División Azul. El final de ésta significaría el final de la influencia de la Falange en la política nacional, siendo sustituida su ideología fascista por el nacional-catolicismo acuñado por Franco, el único ganador de esta historia.

¿Quiénes fueron los divisionarios que, sin pretenderlo, tan bien sirvieron a los intereses de Franco, los peones que puso en el tablero de ajedrez? No solo un puñado de falangistas, aunque la Falange así intentó que fuera. Los altos mandos del Ejército se impusieron y todos los oficiales a partir de capitán, las dos terceras partes de tenientes y suboficiales, y la tropa especialista procederían de unidades del Ejército, un total de 641 oficiales y 2.386 suboficiales. En cuanto a los voluntarios, según dice el doctor en Historia Contemporánea Xavier Moreno Juliá en su libro “ La División Azul”, un estudio muy elogiado por otros historiadores, los motivos que llevaron a alistarse en 1.941, año de su formación, a esos 45.000 hombres fueron muy distintos.

Unos lo hicieron como "venganza", por ser hijos o familiares de caídos en la guerra. En otros casos dominó el deseo (y necesidad) de no ser considerados "desafectos" al Régimen franquista aunque sus familiares hubieran luchado en el bando perdedor, caso éste de personalidades como el actor Luis Ciges o el mismo García Berlanga, que se enroló en la División Azul para que las autoridades tratasen con benevolencia a su progenitor cuando este fue encarcelado por haber formado parte del Frente Popular. Influyeron asimismo los motivos económicos, pues el sueldo que se les asignó a los divisionarios triplicaba al de un obrero de la época : 8.800 pesetas para los solteros, - el 85% de los que formaron la División Azul -, y 10.600 para los casados. Hubo falangistas, pero hubo también incluso ex republicanos. Civiles y muchos militares, algunos forzados, gran número de estudiantes, profesores, escritores, intelectuales... Se trató, pues, una unidad realmente heterogénea.

Tras un mes escaso de formación militar en Alemania, desfilaron ante Hitler haciendo un juramento diferente al del resto de las tropas nazis regulares: el único compromiso manifestado en él fue el de ser fieles luchando contra comunismo, sin ninguna implicación adicional. Mal uniformados, faltos de la adecuada disciplina militar y mal pertrechados contra el frío, fueron enviados en octubre de 1.941 al frente de Leningrado, el más duro, con temperaturas que rozaban a veces los 50º bajo cero. Acciones tan simples como defecar eran un martirio, pues a esas temperaturas todo se congela, y vestirse una guerrera imposible, debido a la extrema rigidez que adquirían al helarse. Entre octubre de 1941 y marzo de 1942, la División Azul sufrió 1.235 bajas por congelación y 2.532 por enfermedad. En enero de 1942, los enfermos del aparato respiratorio fueron el 39% del total de bajas mientras que las congelaciones representaron el 17%. Tan duras eran las condiciones en aquel frente y tantas las bajas que se producían, que cuando se repitió el alistamiento de nuevos voluntarios para reemplazar a los que combatían en Rusia el número de presentados no hizo sino disminuir, por lo que con el tiempo las autoridades militares tuvieron que enviar a reclutas forzosos del Ejército.

En aquel infierno blanco, la falta de preparación de los divisionarios para la guerra en el frío hubo de ser suplida con enormes sacrificios y actos de heroísmo, que causaron tremendas bajas. Escribieron bajo cero y en rojo sangre páginas históricas como la gesta suicida del lago Ilmen o la batalla de Krasny-Bor, por citar solo algún ejemplo.

A primeros de 1.942 una guarnición alemana queda cercada al sur del lago Ilmen, y 228 divisionarios cruzaron a pie el lago helado durante once días, a 50ºC bajo cero. Conquistaron seis aldeas y socorrieron a los alemanes, pero sólo doce españoles quedaron ilesos. Hubo un 95% de bajas. Impactado por esta y otras hazañas, Hitler creó una medalla específica para la División Azul, algo que no hizo con ninguna otra unidad.

En febrero de 1.943, en el frente de Krasny Bor y a 25º bajo cero, 800 cañones y 2 batallones de morteros rusos bombardearon sin parar durante dos horas las líneas divisionarias españolas, sobre las que caían decenas de miles de proyectiles de artillería, destrozándolo todo, hombres y armamento. Detrás, 44.000 soldados de infantería apoyados por casi 100 carros de combate, dos batallones de cañones anticarro, una Brigada Motorizada y dos Brigadas de esquiadores se lanzan escalonadamente contra las ya maltrechas y castigadas líneas españolas, que defendían un total de 5.600 divisionarios. Éstos, lejos de rendirse o retirarse, se reagrupan y, una vez agotadas las municiones, siguieron combatiendo sin tregua en cruentos asaltos a bayoneta y lucha cuerpo a cuerpo. El número de bajas entre los españoles se contó por miles, además de 300 prisioneros que fueron enviados a Siberia y condenados a trabajos forzados en Gulags hasta 1.954, pero se consigue detener el avance haciendo fracasar la ofensiva soviética, produciendo entre 11.000 y 14.000 bajas al Ejército Rojo y manteniendo el frente (la defensa de la línea de ferrocarril Moscú-Leningrado) un año más.

En esa batalla se consiguieron tres de las ocho laureadas que ganó la División Azul en la URSS.

Después de la caída de Stalingrado los aliados comenzaron a ejercer presiones sobre Franco para que retirase las tropas voluntarias. La negociaciones iniciadas por éste a finales de 1943 concluyeron con una orden de repatriación escalonada. Los primeros que volvieron fueron recibidos con honores, pero las sucesivas hornadas de supervivientes cada vez lo fueron con más tibieza. Regresaron sin pena ni gloria, casi entrando por la puerta falsa. Hitler perdía la guerra, y además, Franco calibró que si les daba protagonismo a las gestas protagonizadas por la División, la Falange podría darse relumbrón a costa de eso, y era algo que en absoluto le interesaba.


No hemos intentado en ningún momento hacer apología de esta unidad de combate, menos aún de las cuestiones ideológicas que dieron lugar a su formación, de las que buena parte de sus protagonistas no participaron, por cierto, y menos aún intentamos encuadrar a la división Azul dentro de la Memoria Histórica. Sólo pretendíamos reflexionar sobre la subjetividad de lo que más objetivo debiera ser: la Historia. Dependiendo de quién la escriba, hombres que protagonizaron gestas como estas han sido considerados héroes o villanos. La única verdad es el sufrimiento de estos soldados, unos marcados para siempre por lo vivido, otros mutilados, otros heridos, además de los prisioneros que pasaron 10 u 11 años en los campos soviéticos, aun habiendo podido ser repatriados mucho antes. A todos ellos Franco los usó como moneda de cambio para contentar a unos y a otros, y para limpiar de enemigos políticos, la Falange, su ascenso al poder.

Hoy por hoy, más de dos mil soldados españoles duermen su sueño eterno en territorio ruso, sin que haya habido iniciativas, excepto las de sus familiares, que hayan hecho nada por traer de vuelta sus cadáveres.


67 comentarios:

Raùl Junquera dijo...

Joder!!!què làstima que tengo que irme pal trabajo, pero cuando regrese no pelo este artìculo que tiene pinta de estar del carajo!!

Nos vemos despuès..

Calle Quimera dijo...

Buenos días, Raúl. Que te sea leve, nos vemos más tarde.

Un besote.

MentesSueltas dijo...

Impactante... te digo mas, lo releo esta tarde. Es un tema que me interesa, no por ser belico obviamente.
En estas historias queda reflejado el daño, la desolación y la inutilidad de las guerras. Por si faltaban pruebas.
Excelente.

Te abrazo
MentesSueltas

Ashbless dijo...

Muy interesante el articulo, y aunque no me gusten los ejércitos ni sea muy aficionado alas hazañas bélicas, me ha cautivado esa tragedia épica.

Que dificiles y contradictorios somos los seres humanos. Es curioso como sacamos en esas situaciones extremas lo peor y los mejor, y resulten tan difíciles de separar.

Un abrazo

Raùl Junquera dijo...

La verdad que has contado cosas de las que no tenìa ni idea, la verdad nunca me gustò la Divisiòn Azul, y mucho menos quien la mandò, y muchisimo menos a quien sirviò aunque el fin fuera el acabar con algo que detesto mucho màs, pero que bueno que lo habeis publicado para el deleite de todos, personalmente creo que ha quedao muy bien...

BESOS AVALÒN Y UN ABRAZO PA ET!!

Anónimo dijo...

Leyéndote he recordado cuando mi madre nos contaba sobre un vecino del pueblo, integrante de ésta división, y su regreso apoteósico, cuando ya nadie lo esperaba... Todos, incluso su familia, pensaban que había muerto.

Me ha gustado leer este articulo y así conocer un poco más de la División azul

Un abrazo

El antifaz dijo...

Hoy día cualquiera usa la palabra compañero para la primera estupidez que se le ocurra.
Compañero es otra cosa.
Compañero no es una palabra, es una forma de vivir.
Un abrazo.

Victoria Caro dijo...

Me habéis sorprendido, la verdad, y también me habéis dado una lección, no de historia precisamente. Yo tenía otros conocimientos sobre "la división azul".
Ahora me convencéis de que fueron otras víctimas del franquismo.

Un beso

Anónimo dijo...

Conozco bastante bien la historia de los "voluntarios" de la División Azul. Ser soldado español y tener algo de Quijote va unido. La historia se sigue repitiendo cada vez que un militar español pone la bota fuera de nuestras fronteras: dinero atractivo, arengas, cruzadas, ideales,medallitas, juramentos, en fin, que no hemos aprendido nada, tal vez, todo lo contrario.

Manuel de la Rosa -tuccitano- dijo...

Creo que habeis tratado el tema con una imparcialidad envidiable, fueron victimas de una cruenta victoria, gente dolida por lo que habían perdido en la guerra civil, que creian que con su participación podían "lavar" su venganza personal contra los "rojos"... conozco la historia de un tio mio que estuvo en la División...pero con la suerte que no puedo partir...
Esto daría para mucho...pero creo que lo habeis dicho todo. Muy buen post...Saludos

Soledad Sánchez Mulas dijo...

Un artículo estupendo. Comparto la idea del quijotismo español y las absurdas partidas de ajedrez entre quienes tenían la potestad de mover ficha. Al margen de los hechos en sí, que hablan por si mismos, deberíamoos quedarnos con que no existen vencedores ni vencidos, sólo seres humanos que furon hábilmente asesinados.


Un beso.


Soledad.

Calle Quimera dijo...

Mentes sueltas,gracias por tus palabras y por pasear por esta calle.La guerra solo trae dolor y muerte.Saludos¡¡¡.

Calle Quimera dijo...

Ashbless,ciertamente una tragedia de dimensiones épicas y de sacrificios incomprensibles de no desarrollarse en ciertas situaciones.Los seres humanos somos capaces de sacar lo peor y lo mejor,es verdad,pero no es necesario estar a cincuenta grados bajo cero para que esto suceda.El ser humano es imprevisible,tal vez parte de su grandeza se vea reforzada por ese lado.Siempre das en el clavo.Un abrazo.....SALUD¡¡¡.

Calle Quimera dijo...

Raúl,me alegro que te haya agradado el tema del artículo.Me parece normal que desconocieras el tema cuando la mayoría de la información que recibimos va dedicada a engrandecer a un solo lado de los bandos que lucharon en la guerra civil.Hay libros ,películas y hasta cómics que utilizan el monotema.En estos tiempos lo normal habría sido hacer un artículo sobre las brigadas internacionales,hubiera quedado muy progre.Pero de momento en esta calle no cojeamos.Abrazos....SALUD¡¡¡.
pd:Espero que se nos entienda.SALUD¡¡

Calle Quimera dijo...

Trini,mi abuelo estuvo en el bando republicano y me contó algunas "perlas" que tengo guardadas .Algún día las contaremos.Nos alegra verte por aquí.SALUD¡¡¡.

Raùl Junquera dijo...

Yo entendì...

Calle Quimera dijo...

Antifaz.¿Existen los compañeros hoy en día?,te aseguro que sí.Pero cuanta razón tienes en tus palabras.SALUD¡¡¡.

Malena dijo...

Gracias por este magnífico artículo en el que me habeis dado a conocer datos que no sabía.

Gracias.

Salud y besos.

Calle Quimera dijo...

También nosotros nos sorprendimos cuando buscábamos información sobre la División Azul, Victoria. Creo que casi todos tenemos una idea más o menos estereotipada de lo que fue, y sorprende conocer, por ejemplo, los motivos tan diversos, muy alejados de la ideología falangista, que hicieron a muchísimos alistarse en ella, como a Berlanga, o la manera en que los usó Franco para consolidar su posición en el poder deshaciéndose de la Falange, y como moneda de cambio en su relación con los países confrontados. Al menos, publicaciones recientes de algunos historiadores que ahondan de forma imparcial en el tema van en ese sentido.

Toda España, menos unos cuantos privilegiados, evidentemente, fue víctima del franquismo, y estos 45.000 hombres fueron otros tantos.

Un besote, y salud.

Calle Quimera dijo...

Es cierto, Manuel, ser soldado español y tener algo de Quijote es todo uno, por lo menos desde los Tercios de Flandes. Las gestas heroicas que protagonizaron los divisionarios se mezclaron con otras de tipo galante, que casi cuesta caro a unos cuantos, con otras de tipo totalmente quijotesco como robar comida en un almacén alemán para distribuirla entre la hambrienta población rusa a cuyo ejército combatían... Mal uniformados, con las armas sucias, pero luchando con una valentía que provocó frases más que elogiosas y la admiración del alto mando germano y del mismo Hitler... En fin, lo que tú decías. Y no, no escarmentamos. Habrá que ver en Afganistán...

Un besote, y salud a chorros.

Calle Quimera dijo...

Es lo que hemos procurado en todo momento, Manuel Tuccitano, tratar el tema con total imparcialidad. Es un tema espinoso, aureolado por una leyenda negra que nos parecía de justicia disipar. Llevas razón, fueron víctimas de una victoria que abocó a muchos a alistarse bien por vengar a sus familiares muertos en nuestra guerra, bien por lavar su nombre al haber estado relacionados con el bando perdedor, bien por las penurias económicas que sucedieron en nuestro país a la contienda civil, y eso por no hablar de los que fueron en levas forzadas, ya a lo último, porque no había voluntarios.Por supuesto, hubo quien se alistó por una ideología determinada, pero no fueron todos ni muchísimo menos. Es más, su juramento ante Hitler no fue de lealtad al Füher, sino combatir el comunismo.

Desde luego, tu tío tuvo suerte. El infierno que fue la participación en la guerra de los divisionarios tenía poco que envidiar al de Dante.

Gracias por tus amables palabras, Manuel, un besote y mucha salud.

Calle Quimera dijo...

Gracias, Soledad. Manuel Rubiales llevaba mucha razón, ser soldado español implica mucho de Quijote, solo hay que ver la anécdota que encabezaba el post, el segundo fragmento. El chico que se arrojó contra el tanque para reventarlo aun a costa de su vida y salvar con ello la de sus compañeros divisionarios existió, es un hecho real.

Y a lo que tú aludes es a donde nosotros queríamos llegar: que independientemente de ideologías y de partidismos nunca hay héroes o villanos, vencedores ni vencidos, que cuando a un puñado de hombres les ponen un uniforme y una arma en las manos para que sirvan de peones de ajedrez listos para sacrificar en el tablero solo hay víctimas, da lo mismo el signo político de la bandera a la que sirvan.

Un beso, y salud.

Calle Quimera dijo...

Es lo que nos ha ocurrido a nosotros, Malena, hemos recortado mucha de la información que al final teníamos recopilada porque el post se hacía excesivamente largo, que ya lo es... Pero hay datos sobre el valor derrochado en la batalla que ponen los pelos de punta, o sobre el comportamiento que tuvieron con la población civil rusa, en nada similar a la crueldad desplegada por los alemanes.

Un besote enorme, princesa, y toda la salud del mundo.

Alberto López Cordero dijo...

Da igual la ideología, da igual la creencia, da igual el bando donde algunos eligieron luchar y otros simplemente les tocó jugarse la vida sin ni tan siquiera saber porqué o realmente contra quienes disparaban. A veces la guerra tiene a esos olvidados que jamás regresaron a sus casas.
En Cuacos de Yuste (Cáceres) junto al monasterio en donde pasó sus últimos días el emperador Carlos V, se encuentra un cementerio donde reposan los restos de soldados alemanes de la I y II Guerra Mundial (ninguno de la Guerra Civil española). Entre ellos destaca los 38 marinos de la tripulación del submarino U-77, que el 28 de marzo de 1943 fue hundido cerca de las costas de Cartagena por dos aviones Hudson ingleses. Sólo 9 tripulantes lograron sobrevivir, el resto, incluido el capitán Otto Hartmann descansan eternamente en este camposanto. Hay una placa en la entrada del cementerio que dice así:
"En este cementerio de soldados descansan 28 soldados de la Primera Guerra Mundial y 154 de la Segunda Guerra Mundial.
Pertenecieron a tripulaciones de aviones que cayeron sobre España, submarinos y otros navíos de la armada hundidos. Algunos de ellos murieron en hospitales españoles a causa de sus heridas. Sus tumbas estaban repartidas por toda España, allí donde el mar los arrojó a tierra, donde cayeron sus aviones o donde murieron.
El Volksbund en los años 1980-1988 los reunió en esta última morada inaugurada en presencia del embajador de la República Federal de Alemania en un acto conmemorativo hispano-alemán el 1 de junio de 1988.
Recordad a los muertos con profundo respeto y humildad."

Jassy dijo...

Yo soy la mas ignorante de vuestros lectores, pero esta es tambien mi tierra por que me ha adoptado y tengo que conocer su historia. Gracias por esta lección. Ninguna guerra es justificada y hay "soldados desconocidos" regados por todo el mundo, todos esos nn que conflictos bélicos sin sentido(¿que guerra tiene sentido?)han alejado de sus paises, de sus casas y de sus familias que ni siquiera han podido llorar sobre sus tumbas.

Raùl Junquera dijo...

Muy interesante lo aportado por Alberto Lòpez...

Malena dijo...

Quería darle las gracias también a Alberto López por su aportación.

Un saludo para él y aprovecho para dejaros a vosotros un achuchón muy grande.

SCD dijo...

Osease, igual que en todos los lugares, personas engañadas y/o manipuladas por la ambición de otro y que cuando este consigue su "tesoro" no se acuerda de nadie más que de el mismo... y lamentablemente esto se sigue repitiendo.
Muy buen post informativo ;-)
Saludos!!!

Campanita de BarZaires dijo...

Me encanta volver a encontrarme en vuestra calle, y encontraros en mi rinconcito.
Magistral escrito, las guerras no deberían existir, ni siquiera la palabra "guerra" señal de que no se habria inventado, gracias por todo lo que nos habéis dado a conocer, porque siempre el conocimiento es minimo y se desconoce como en casos asi las realidades tal y como son.
Me encanta poder estar de nuevo en vuestra calle, especialmente porque sois vosotros quienes la habitáis.
Un beso muy grande.

Vizconde de Bragelonne dijo...

Ciertamente, lo único merecedor de recuerdo del sinsentido de cualquier guerra es la sangre derramada, la historias quebradas, las familias destrozadas, el horror reflejado en las pupilas de las víctimas... Eso es lo que hay que recordar y de lo que hay que aprender. Lo demás, ¿ganadores?, derrotados, rojos, azules... lo demás son tonterías.

Un abrazo, ... y que no falte(la memoria, tampoco).

María Narro dijo...

sólo en una cosa no estoy de acuerdo, decís que no hay guerras justificadas... salvo la de Afganistán

creo que no, ninguna, no sé que se conseguirá... pero mientras sigan habiendo muertos e intereses económicos escondidos seguira siendo una Guerra, injustificada como todas.

es que lo habeís dicho, son partidas de ajedrez movidas por los "mandamases" pero ellos nunca llegan al tablero.

respecto a la división azul, no tenía ni ídea. La tenía en la memoria casi como una leyenda.

pero creo que lo que más me ha gustado son las frases de la película Banderas de nuestros padres, yo tb las tengo en mi blog de cine aunque no pude acabar de ver la peli (demasiado buena, real, y los soldados son Compañeros que sólo cuidan de que no les maten)

un abrazo.

Calle Quimera dijo...

Alberto ,enorme aportación la tuya eres la ostia.Si haces un post sobre la expedición que enviaron los aliados a la Antartida y de la que volvieron rotos...flipo.....SALUD.

Calle Quimera dijo...

Exactamente, Alberto, siempre hay hombres en casi todas las guerras que ni siquiera saben por qué o contra qué luchan exactamente, hombres que o no volvieron a sus casas o lo hicieron siendo otros distintos a los que partieron, que según quién escribiera la Historia resultarían héroes o villanos, y cuya muerte o sufrimiento no sirvió para nada.

Muchísimas gracias por ese dato que aportas sobre el cementerio de soldados alemanes en Cuacos de Yuste, ha sido muy, muy emotivo. Lucharan del lado que les tocara luchar, dieron su vida y al menos han tenido una morada digna, y el respeto de las autoridades de su país al contarse con la presencia del embajador alemán en el acto conmemorativo. Los divisionarios españoles siguen helándose en sus tumbas en tierra rusa sin que, que nosotros sepamos, ninguna instancia oficial haya hecho nada ni siquiera por repatriar sus cadáveres.

Magnífico tu comentario, Alberto, muchas gracias. Un besazo, y salud a raudales.

Calle Quimera dijo...

No, Jassy, no es que seas ignorante, es que los flecos de la Historia de un país que no es el natal de uno generalmente solemos desconocerlos.

No, ni una sola guerra está justificada, no hay nada que justifique que en nombre de la ambición de unos cuantos se derramen sangre y lágrimas de tantos millones de personas, ni las de estos divisonarios y sus familiares ni las de aquellos a cuya tierra fueron a combatir.

Un besote, guapa, y salud.

Calle Quimera dijo...

Ya lo creo, Raúl, peasssso comentario el de Alberto, sí señor.

Un beso, rey, y salud.

Calle Quimera dijo...

Desde luego, Malena, es de agradecer el tiempo y las ganas que le ha echado Alberto a su intervención.

Un achuchón para ti también de parte de cada uno de nosotros.

Calle Quimera dijo...

Así es SCD, hombres manipulados y utilizados para servir los intereses de uno o de unos cuantos, sin el menor escrúpulo por parte de estos. Es la misma historia de siempre, cambia el país, cambian los nombres, pero la esencia siempre es la misma. Y no aprendemos, no...

Un besote bien grande, y salud.

Calle Quimera dijo...

Gracias a ti por acercarte de nuevo a la calle, Campanita, y por tus amabilísimas palabras. Es un verdadero placer tenerte entre nosotros.

Un besote, y salud.

Calle Quimera dijo...

Exactamente , Vizconde, ese es el sentido de este post. Independientemente de ideologías, banderías y otras hierbas, pretendíamos recordar a los protagonistas de una guerra maldita, a hombres que, como uno de ellos decía en sus memorias, al final (muchos desde el principio) no perseguían ningún tipo de ideal, solo eran bestias cuyo destino era matar o morir, sin otro credo que el espíritu de sacrificio, de compañerismo, protegerse unos a otros en aquel infierno blanco. ¿Qué más da el color de sus camisas? Llevaran el que llevaran, no hubiese cambiado en nada el horror que se quedó grabado a fuego en las pupilas de los que volvieron, el dolor perenne en los cuerpos de los mutilados, el sufrimiento de los que permanecieron 12 ó 14 años trabajando como esclavos en los Gulags rusos sin que las autoridades españolas, habiendo podido repatriarlos antes, se hubiesen apiadado de ellos.

¿Ganadores? En una guerra nunca los hay, excepto los que manejan los hilos de todos los demás. Vistan el uniforme que vistan, en una guerra solo hay hombres que pagan un precio demasiado alto por participar en ella, lo mismo que sus familias.

besos, y salud.

Calle Quimera dijo...

No, María, no decíamos que la guerra de Afganistán estuviese justificada, la poníamos como ejemplo de guerra "bien considerada", "afortunada" en el sentido de que había sido bien recibida por la opinión pública. En su momento fue una guerra rápida, "limpia", en la que los "buenos" derrotaron al diablo talibán. Hoy ya casi no se habla de ella, no interesa... La población afgana, sobre todo la femenina, sigue casi en las mismas condiciones que antes, y se está convirtiendo en otra sangría parecida a la de Irak aunque sin su repercusión internacional. Pero en su momento, fue una guerra bien acogida.

Ninguna guerra tiene justificación, nada que traiga el sufrimiento a un ser humano para beneficio de unos cuantos, desde luego que no.

Un besote, guapa, y salud.

Alberto López Cordero dijo...

Gracias a vosotros por el magnífico post y a los que pasais por esta calle tan maravillosa. Esto me ha dado las ganas para dedicarle un post en breve sólo y exclusivo para dicho cementerio, que impresiona por su sencillez y humildad y sobre todo choca que esté en ese lugar tan privilegiado de Extremadura.

Anónimo dijo...

Las guerras siempre son el negocio de los que nunca están en el campo de batalla.
Los felicito por este post tan interesante. Y felicito a Alberto tambien por su aporte al mismo.
"El hombre tendrá que establecer un final para la guerra. Si no la guerra establecerá un final para la humanidad" John Fitzgerald

Saludos y un abrazo

Gusthav dijo...

Buenassss Quimera, sorry por entrar así tan de repente sin leer tu post, pero es que nos pasó una desgracia por acá.

Podrías ir a mi rincón a darnos apoyo, please???

Esque Arthur está pasando por un mal momento.

Grazzie.

Saludos, abrazos y besos

Nice Day, con toda mi Alma:
Gusthav

Calle Quimera dijo...

Alberto, es que tu comentario fue realmente emotivo. Piensa uno en las historias que hay tras cada lápida, en que murieron fuera de su tierra, lejos de sus seres queridos, y...

Quedamos a la espera de ese post, segurísimo que va a ser muy interesante, y que aportarás buenas fotos. Sueles hacerlo.. :-)

Un besote grande, y mucha salud.

Calle Quimera dijo...

Es cierto, Raizen, una guerra siempre es un negocio para alguien, siempre reporta beneficios ya sean económicos, políticos o del tipo que sean, y ese que se aprovecha, desde luego, no pisa el campo de batalla.

Es una hermosa frase esa que aportas, la historia de la humanidad ha estado unida desde sus principios a la de la guerra, pero a tenor de los armamentos de última generación, el día que estalle otra guerra mundial desde luego nos extinguimos.

Un beso, y mucha salud.

Calle Quimera dijo...

Claro que sí, Gusthav, ya está hecho tu encargo. Esperamos de todo corazón que Arthur se reponga enseguida, dale muchos ánimos, ¿eh?

Un besazo para ambos, y toda la salud del mundo.

El perro andaluz dijo...

Siempre he pensado que el sueño mayor de un soldado, es ir a la guerra y matar enemigos. Si es para defender a su nación, mejor.
Pero vaya, no siempre es así. Los marines estadounidenses han peleado todas sus guerras fuera de su país.
Escuche decir que si matas a una persona, eres un criminal, pero si matas a mil en una guerra, eres un héroe.
Siempre es bueno cuestionar la historia -como en este artículo- y no aprenderla de paporreta.
Un abrazo queridos, sigo feliz con su retorno.

Alberto López Cordero dijo...

Hola. Simplemente pasaba para deciros que ya publiqué el post dedicado al cementerio Alemán de YUSTE. Muchas gracias por haber servido de inspiración para dicho post. Un abrazo.

Carlos dijo...

Acabo de recibir una magistral clase de historia.

Es curioso. En América nos enseñan que España permaneció neutral bélicamente, es decir apoyando tácitamente al Fhürer pero sin intervención bélica en la 2da Guerra mundial, y hoy, por ustedes, voces autorizadas me acabo de desayunar que no fue así.

Sin importar ´quién los envió ni a que causa apoyaron, es muy destacable las gestas heróicas reconocidas por el mismo Hitler.

Gracias por la magistral lección de historia!

Miguel Schweiz dijo...

Por fin, desde luego una gran alegría de que estéis dando "guerra" otra vez con vuestras palabras e ideas.

En esta calle se aprende mucho además de sentir emociones.

Bienvenidos ambos a las trincheras. Pues a seguir batallando... :)))

Besos y salud!

Manu Espada dijo...

Magnífico artículo. Estoy de acuerdo, da igual la ideología, el caso es que estos hombres fueron utilizados por Franco como meros peones para quedar bien con unos y con otros, pero al final, al margen de las ideologías, en las guerras quedan escritas las historias humanas, las de los hombres, no las de las grandes palabras de la política. Y en las guerras, paradójicamente, frente a las peores acciones del ser humano, surgen otros valores como la solidaridad o el compañerismo. Un saludo y enhorabuena por el blog. Me alegro de haberos encontrado.

María Narro dijo...

Buenas que yo venía en plan guerrero a deciros que teneís un meme cotilla en mi blog. Para relajaros y desentumecer los músculos de la risa/sonrisa nada más.

besos a los dos.

Calle Quimera dijo...

Allan,no creo que los soldados estén deseando matar a nadie ni que los maten.Como siempre habrá de todo,pero seguro estoy que los grandes sacrificios en la gran mayoría de los casos se hace por el compañero que tienes a tu lado.Llegado el momento solo queda tu espalda y la de tu compañero .Es ahí cuando alguien que tienes junto a tí se convierte en Patria,bandera e ideal.Al menos es lo que yo creo.Lo que si tengo claro es que las guerras son una mierda.SALUD¡¡¡

Calle Quimera dijo...

Carlos,lo primero darte la bienvenida a esta calle que es la de todos vosotros.Precisamente cuando le dije a Avalon de hacer este post lo que más quería resaltar era precisamente esas gestas en la batalla.De como una persona puede llegar a realizar esos actos.Sin duda la División Azul tiene una buena lista de heroicidades,por eso Avalon y yo decidimos hacer este coctel con el peligro de que en su ignorancia alguien nos metiera en algún saco equivocado.Ya he dicho antes que hay gente para todo pero cuando leo que el comportamiento de los españoles con el pueblo ruso en general fue ejemplar no puedo más que sentirme orgulloso de aquellos hombres.Lo peor y lo mejor...así es.Un abrazo y salud¡¡¡.

Calle Quimera dijo...

Miguel,nos alegra enormemente verte pasear por aquí.Otra vez en las trincheras....SALUD¡¡¡

Calle Quimera dijo...

Manuespada, bienvenido a Calle Quimera.Tu comentario no necesita comentario por que habla y siente lo que queríamos decir y hacer sentir nosotros.Para mí tus palabras como si salieran de mi boca.SALUD¡¡¡

Calle Quimera dijo...

¿Cotilla? ¿has dicho "cotilla", María? Voy p´allá volando...

Besotes.

Campanita de BarZaires dijo...

Dejé una cosita para vosotros en mi blog Diario de una hormiga viajera, junto con un montón de besos.

Aleksander Nagi dijo...

… vengo para expresarles mis agradecimientos por sus palabras en el Post de Nadaq, con todo mi cariño y admiración
… aprovecho para solicitarles su permiso, para extenderles mi invitación a mi humilde rincón “La Canción de la Flor II”.
… en espera de su respuesta, les dejo un fuerte abrazo

Calle Quimera dijo...

Campanita, te agradecemos en el alma ese premio que has querido compartir tan cariñosamente con nosotros, máxime siendo un galardón cuya misión es afianzar lazos de amistad entre quienes lo dan y lo reciben.

Un beso enorme, y mucha salud. Y, de nuevo, gracias...

Calle Quimera dijo...

Somos nosotros los que te agradecemos la invitación que tan amablemente nos haces a tu rincón "“La Canción de la Flor II”. Estaremos encantados de verte en esa dirección, Aleksander.

Un beso, y salud. Esperamos que nos llegue pronto esa invitación.

Pedro J. Sabalete Gil dijo...

Lei esta entrada el otro día en el trabajo pero no pude comentarla porque allí no tenemos ADSL. Me parece excelente.

Saludos.

Anónimo dijo...

Tengo que darte las gracias por la visión que has dado de la división azul. Efectivamente algunos soldados estaban ahi porque no tenían otro remedio. Es el caso de mi abuelo, que afortunadamente todavia me puede explicar sus batallas por Rusia, y los motivos que le hicieron pasar de las Juventudes socialistas unificadas a la División Azul. Simplemente si no lo hacía y volvia a su pueblo, iba a ser encarcelado y fusilado, como tantos otros compañeros. No tenía donde ir, así que optó por hacerse voluntario, poder tener algo de dinero y comida.
Como digo, afortunadamente él lo puedo contar, jamás estuvo al lado de Franco, ni mucho menos de Hitler, sólo quiso sobrevivir.

ANH

Calle Quimera dijo...

Mi compañero de blog y yo somos los que te damos las gracias a ti por tu intervención, Anónimo. Lo que quisimos dejar claro desde el principio es que esta División no fue un brazo del franquismo, y menos aún del nazismo, que fue una componenda de Franco para salir con bien de todos los frentes que él personalmente tenía abiertos y que si bien entre las filas de la División hubo falangistas convencidos, muchos de los que fueron a Rusia lo hicieron forzados por las circunstancias, como tu abuelo. Fíjate, miembro de las Juventudes socialistas y tener que acabar por enrolarse ahí...

La memoria histórica es importante, y no puede sesgarse nunca, esa memoria debe englobarlo todo. No era nuestra intención poner ningún punto sobre la I en ella, no somos especialistas en Historia, pero últimamente la "moda" es anatemizar a la División Azul, avergonzarse de ella... La División no fue un ente abstracto, sino una unidad de combate formada por hombres que sufrieron allí lo indecible, unos realmente convencidos del ideario que abrazaron, otros, como tu abuelo, solo como una dolorosa y paradójica forma de escapar de una condena a muerte segura embarcándose en otra que al menos tenía alguna remota posibilidad de salvación.

Nuestra intención era reivindicar, no la figura de la División como unidad de combate, sino la memoria de todos esos soldados bajo cuyo uniforme lo que había eran seres humanos que sufrieron lo indecible, peones de un tablero de ajedrez sacrificados en aras de los intereses de unos dictadores.

Gracias nuevamente a ti, por habernos traído a esta calle precisamente a uno de esos hombres a quienes queríamos rendir homenaje.

Un abrazo muy caluroso, y salud.

Anónimo dijo...

Parabéns pelo excelente blog. Sou o Clausewitz e gostaria de lhe convidar para visitar meu blog e conhecer um pouco sobre o Brasil. Abração

Unknown dijo...

Mi nombre es Roque y soy Argentino e hijo de un soldado de la division azul, que peleo del 41 al 43 en el regimiento de artilleria 250, Castor Cruz, 4ta. bateria II grupo, estafeta de campaña 24945 B, dnde recibio la 2 medallas de invierno 1941/42 y la 42/43, 2 klasse mitschwertern, la kriegaverdienstkreus y 2 cruces rojas del merito militar. Muy bueno tu articulo y si tienes fotos, datos, bibliografias, o el material que sea y me lo puedes mandar por mail (ya que lo colecciono en honor a mi padre), te agradeceria eternamente que me las mandes a:
elroque001@yahoo.com.ar
Gracias y feliz año 2010

Anónimo dijo...

MI PADRE FUE UN INTEGRANTE DE LA DIVISION AZUL DEL 42 AL 43 RECIBIO LA CRUZ DE HIERRO DE SEGUNDA CLASE Y DOS CONDECORACIONES ESPAÑOLAS, ESTOY FELIZ DE QUE AHUN SE RECUERDE DICHA DIVISION SIN BANDERIAS, ENTENDIENDO LO QUE SUFRIERON EN LAS ESTEPAS