viernes, 21 de diciembre de 2007

UN CUENTO DE NAVIDAD

Había una vez, en un pequeño pueblo, un viejo cura párroco famoso y respetado por su sabiduría y su bondad.

Su parroquia se mantenía casi ignorada y oscura durante todo el año. Sin embargo cada vez que se acercaba la Navidad la calle entera de la iglesia parecía adquirir luz propia. Es verdad que el desproporcionado árbol de Navidad que el anciano armaba en el ciprés de la vereda, frente a la iglesia, irradiaba un brillo incomparable, pero no era sólo eso. Cada ladrillo del frente del viejo edificio parecía iluminarse desde adentro y alumbrar la que hasta unas horas antes era una de las calles más oscuras del barrio. Desde la otra punta del pueblo se veía la luminosidad que parecía expandirse desde la vieja parroquia elevándose en el cielo.

Quizá por eso, quizá por la nobleza del viejo cura, hombre puro de alma y espíritu, quizá por la suma de todas las cosas, la Navidad traía al pueblo un hecho que para muchos representaba su milagro navideño. Cada año, para estas fechas, todos lo que tenían un deseo insatisfecho, una herida en el alma o la imperiosa necesidad de algo importante que no habían podido lograr iban a ver al viejo cura. Él se reunía con ellos, los escuchaba, y los convocaba para que prepararan su corazón para un milagro antes de las doce de la noche del veinticuatro de diciembre.

Cuando el día esperado llegaba y todos estaban reunidos frente a la parroquia, el cura encendía todavía algunas velas más alrededor del árbol, y luego recitaba una oración en voz muy baja, como si fuera para él mismo.

Dicen que a Dios le gustaban tanto las palabras que decía, que le fascinaba tanto aquel árbol de Navidad iluminado de esa manera, que disfrutaba tanto de esa reunión cada Nochebuena... que no podía resistir las peticiones del cura y concedía los deseos de las personas que ahí estaban, aliviaba sus heridas y satisfacía sus necesidades.

Cuando el anciano murió y se acercaron las navidades, la gente se dio cuenta de que nadie podría reemplazar a su querido párroco. Llegado diciembre, sin embargo, decidieron de todas maneras armar el árbol de Navidad frente a la parroquia e iluminarla como lo hacía en vida el sacerdote.Y esa Nochebuena, siguiendo la tradición que el cura había instituido, todos los que tenían necesidades y deseos insatisfechos se reunieron en la vereda y encendieron velas como habían aprendido del viejo párroco...

Se hizo un silencio. Como nadie sabía lo que el anciano decía cuando el árbol se iluminaba por completo empezaron a cantar una canción, recitaron unos salmos, y al final se miraron a los ojos compartiendo en voz alta sus dolores, alegrías y temores en ese mismo lugar, alrededor del árbol. Y dicen que Dios disfrutó tanto de esa gente reunida alrededor del ciprés, frente a la vieja parroquia, hermanados en sus deseos, que aunque nadie dijo las palabras adecuadas, sintió igualmente el deseo de satisfacer a todos los que ahí estaban. Y lo hizo.

Desde entonces cada Nochebuena en aquella parroquia, alrededor de ese árbol tan especial, algunos milagros ocurrían, posiblemente en honor o quizá (¿por qué no?) por influencia del cura párroco.

Nosotros no sabemos cuál es el pueblo donde está la parroquia. Nunca conocimos al bondadoso anciano y mucho menos sabemos cuáles eran sus mágicas palabras... Nosotros ni siquiera sabemos cómo armar nuestro árbol de la manera en que él lo hacía... Sin embargo, hay dos cosas que sí sabemos: esta historia, y que se acerca la Navidad. Y dicen que a Dios le gusta tanto esta leyenda que basta que alguien la cuente y que alguien la escuche para que Él, complacido, satisfaga cualquier necesidad, alivie cualquier dolor y conceda cualquier deseo a todos los que todavía, aunque sea un poco, creen en la magia de la Navidad.

(Adaptación de un cuento Jasídico realizada por J. Bucay)




Etinarcadia y yo tampoco conocemos las palabras que pronunciaba el viejo y bondadoso sacerdote, ni la manera en que armaba el árbol. Pero sí creemos en la fuerza de los sentimientos, por eso hemos traído este árbol a calle Quimera. Iremos poquito a poco y con cuidado desembarazando sus ramas de la nieve, mientras todos aquellos que queráis os vais acercando: los que tengáis un deseo insatisfecho, una herida en el alma o la imperiosa necesidad de algo importante que no habéis conseguido lograr. Y también los que no tengáis nada más que pedirle a la vida porque ella fue generosa con vosotros. Podéis traer velas, y también vuestros temores, alegrías, penas, anhelos... Entre todos adornaremos el árbol con ellos; iremos colgando cada uno de los que traigáis en las ramas, y las llenaremos de luces.

Puede que no sean necesarias palabras especiales, puede que la magia esté precisamente en que un grupo de personas se hermane en sus deseos y temores. En que por un rato, reunidos alrededor del árbol, sientan juntos. Puede que ni siquiera se necesite árbol, ni que sea navidad, que solo haga falta percibir el calor sincero de los otros. Puede que solo el hecho de compartir en silencio lo que alienta en lo más profundo del alma de quien tenemos al lado consiga el milagro de satisfacer deseos, de curar heridas, de sentirnos mejor. Y puede que Dios o quien sea contemple eso complacido. Al fin y al cabo, estamos en la calle de las quimeras... Pero Etinarcadia y yo tenemos fe en que a veces, cuando se desean con mucha fuerza, las quimeras se convierten en realidades.

Hay dos personas en especial que nos gustaría que se situasen uno al lado de otro. Y no porque sea navidad, sino porque siempre fueron buenos compañeros, y las personas debieran estar por encima de las palabras y de las opiniones.

Felices fiestas a cuantos transitáis por esta y las otras calles de la vida, y todo nuestro cariño.

ETINARCADIA Y AVALON

50 comentarios:

Calle Quimera dijo...

Yo ya estoy aquí,deseo que el hombre encuentre su verdad.Y así enciendo mi vela.SALUD¡¡¡.

Calle Quimera dijo...

Hola, compi, acabo de llegar. Había visto el resplandor de una vela, y me he acercado.. Yo también traigo la mía, y todo cuanto quiero poner en el árbol. No olvides poner también lo tuyo. la magia existe...

Un besote, y feliz..vida.

Raùl Junquera dijo...

Pues yo no me habìa ido todavìa, les estaba esperando, menos mal que llegaron con las velas, ya me estaba desesperando.......

El antifaz dijo...

No sé qué decir. Pongo mi vela y dejo mis palabras para mí (como el cura).
Besos, felicidad y Salud.

Paco dijo...

Yo ya estoy y, nuestra calle, por cierto, ha quedado preciosa.
BESOS Y ABRAZOS

Manuel de la Rosa -tuccitano- dijo...

sin duda alguna son unas fechas del encuentro/reencuentro...como aquella cancioncilla ..."vuele a casa vuelve por navidad..."...son fechas duras cuando no está ese que se fué, que se sentaba a tu lado...yo me acerco a ese árbol...y os acompaño...un beso

Misántropo dijo...

Pues aquí un agnóstico empedernido, que piensa sin embargo que la magia existe, y su vela.

Abrazos fraternos para todos.

poca luz dijo...

...un abrazo a ambos. Por encima de opiniones, de creencias y tomando de la mano un cariño especial que me habeis hecho sentir durante todo este tiempo.

Os aseguro que algunos de vuestros escritos me tocaron el alma. Otros me hicieron reir. Y algunas opiniones vertidas lograron enfadarme y decidir durante un tiempo no aparecer hasta que se me pasara.

Eso sólo lo logra un blog que está vivo con dos protagonistas que estando lejos no conocen distancias.

...os dije ya que un abrazo a ambos? ...pues otro!

Besos y SALUD!!!

Malena dijo...

Traigo mi vela encendida junto a la gran ilusión de estar con vosotros alrededor del árbol. Mis peticiones las traigo en mi corazón y mis deseos de que se cumplan todas las que traigan el resto de mis compañeros.

Miles de besos para todos.

Ashbless dijo...

Yo llevo mi vela. Pero el deseo lo voy a decir bajito.

Que seais todo lo felices que podais en estos dias y en los siguientes.

Un abrazo

Calle Quimera dijo...

Ya va habiendo velitas en el árbol, Raúl... Ojalá su luz llegue muy alto, y quien corresponda se sienta movido a cumplir los deseos y necesidades que van envueltos en el humillo que desprenden.

Un beso enorme, rey, y otro para Nohra y para Santi. Feliz navidad.

Calle Quimera dijo...

No hacen falta palabras, Antifaz. Yo creo que cada cual sabe las que tiene que pronunciar, y es mejor hacerlo en el silencio. En su vacío resonarán más fuerte, y llegarán mejor a quien tienen que llegar.

Un beso, y que estas fiestas te deparen paz y tranquilidad. Salud.

Calle Quimera dijo...

Eso ha sido precioso, Paco... "NUESTRA calle". Ese era el espíritu de lo que intentábamos transmitir Etinarcadia y yo: que por un rato sintiéramos juntos.

Un beso, y salud. Felices fiestas.

Alberto López Cordero dijo...

Bueno, yo tengo que deciros que intento impregnarme un poco de ese espíritu Navideño. Lo intento de veras, pero cada año me es más imposible. Doy un paseo por las calles en esta época,Mérida, Badajoz, Cáceres, Almendralejo... y veo lo mismo por todas partes, consumismo, cinismo e hipocresía y no sé si serán estas fechas, pero creo que el sentido de la percepción de todo esto se agudiza un poco más. Yo por supuesto no os voy a engañar, celebraré la Navidad como todo el mundo, saldré a tomarme mis copas el día de nochebuena al mediodía con amigos como siempre, asistiré a los conciertos del Coro y Escolanía Ad Líbitum donde quieran que actuen interpretando los villancicos como nadie, hemos puesto en casa ese mini Belén que tanta gracia le hace a todo el que lo vé y cerraré los ojos a las doce en año nuevo deseando para todos los míos y para el resto de la gente lo mejor para el próximo año. Pero, no sé, algo no me encaja, algo me dice que las cosas no son tal como las vemos, ni tan siquiera como queremos verlas. Algo de tristeza y sobre todo de incomprensión me ronda en estas fechas. O no lo entiendo o hace ya algunos años que quise dejar de entemderlo. Da igual. a Vosotros Avalon y Etnicardia y a todos los que dedicais algun minuto de vuestro tiempo en disfrutar de esta calle también nuestra, nuestra Calle Quimera, os deseo también lo mejor no sólo para estas fechas también para el resto del año, donde esos buenos deseos y esas ganas de paz y buenas intenciones, parce que se le olvidan a la gran mayoría de la gente. Un abrazo muy fuerte.

Calle Quimera dijo...

Sí, Manuel, son fechas de encuentros y reencuentros y en consecuencia de felicidad, pero ahí radica la paradoja, la nostalgia que para muchos traen aparejados estos días: la falta de los que el año anterior estuvieron en la silla de al lado. Pero habrá que pensar en los que quedan, ¿verdad? Y en nosotros mismos...

Gracias por acercarte, y por esa vela. Que pases unas fiestas
inolvidables, sé que te gustan y las disfrutas. Un beso, y salud.

Calle Quimera dijo...

La magia existe, Misántropo, no te quepa duda. Todos los días del año, si se sabe mirar...

Un abrazo enorme, toda la salud del mundo, y que la felicidad te ronde estos días y todos los de tu vida.

Calle Quimera dijo...

Gracias por estas palabras, Nada, de verdad. Cada persona es un mundo, tiene su propia concepción de la vida, sus opiniones... Es difícil coincidir siempre, y aunque se intenten transmitir con todo el respeto, la letra escrita y la brevedad impuesta por este medio tiene el inconveniente de no conseguir siempre que las expresemos con los matices suficientes para no molestar. Siento de verdad si alguna vez ha sucedido así... Pero para nosotros por encima de ideologías y opiniones están las personas, y vosotros seréis siempre mucho más importantes que lo que penséis.

Llevas razón en dos de las cosas que dices: que el blog está vivo, y es porque una parte de Etinarcadia y mía vive aquí, y que las distancias no existen para nosotros.

¿Un abrazo has dicho...? Chica, es que sopla vientecillo, y yo no me he enterao de na... Anda, echa p´acá otro abrazo, por si acaso.. ;-)

Besazo enorme, guapa. Ojalá estas fechas sean tan felices como
necesites.

Calle Quimera dijo...

Ojalá tantas ilusiones y necesidades como quizás hayan surgido por un instante en vuestras mentes mientras uno tras otro ibais leyendo este post hagan fuerza en algún sitio y se cumplan, Malena.

Un beso enorme, de los de verdad, y mucha salud. Que nunca te abandone la ilusión que te hace la navidad..

Calle Quimera dijo...

Así es como tiene que ser, Ashbless, los deseos han de pronunciarse bajito, o mejor dicho, sin voz, solo con el corazón. La vela es imprescindible, para que los alumbre y alguien los vea en alguna parte. Quizás se sienta tentado de cumplirlos...

Que seas muy feliz tú también, querido amigo, ahora y siempre. Un abrazo enorme, y mucha salud.

Con un par de tacones dijo...

Mucho me temo que seríamos demasiados los que deberíamos yacer alrededor del árbol con miles de secretos que susurrar, aunque sólo fuera para que, en la hoquedad de nuestras almas, dejaran de serlo.

Felices fiestas.

Calle Quimera dijo...

Alberto, creo que a la inmensa mayoría nos ocurre lo mismo que a ti.

Cada año va siendo más difícil creernos la navidad... No puedo darte una respuesta a por qué es así; yo lo que sé es que antes todos eran felices, niños y mayores, que nadie se deprimía como ahora, en que estas fechas van siendo tristes incluso para la gente joven que aún no ha tenido, por suerte, ocasión de notar que van faltando en torno a la mesa personas queridas.

Desde luego, es inevitable para cualquiera que tenga un poco de
sensibilidad ser más consciente que nunca de la infelicidad y la
miseria que hay en el mundo, los horrores de las guerras y otras
lacras precisamente en esta época, en que estamos obligados por decreto a ser felices, a sentirnos en paz con todos, a comer, a beber
y a hacer y recibir regalos.

De todas maneras, creo que hay que ser realistas. Individualmente
ninguno de nosotros puede hacer nada por remediar de golpe y plumazo los males del mundo, y desde luego no sirve de nada útil sentirse culpable por haber tenido el privilegio de haber nacido en la cara buena de la moneda. Lo que sí podemos hacer, y durante todo el año, es contribuir en la medida de nuestras posibilidades a mejorar un poco el mundo, y hay montones de maneras: desde educar a nuestros hijos adecuadamente para que cuando tomen las riendas de la sociedad conviertan este planeta en un lugar más habitable, hasta colaborar con las miles de entidades benéficas y de las miles de maneras que todos sabemos.

Los días navideños son como todo en esta vida, tienen el significado y la utilidad que queramos darles. Si nos sirven para recordar con más fuerza que hay muchos desfavorecidos -y de muchos tipos- a nuestro alrededor y para perseverar en nuestros esfuerzos de contribuir con nuestro granito de arena el resto del año, bienvenidos sean... Y creo que tampoco hay que sentirse culpables por tener más medios que otros para ser felices y vivir mejor. Más bien hay que intentar disfrutar de ello, ser agradecidos con Dios, la suerte o lo que quiera que nos pusiera donde estamos, y nunca dejar de aprovechar esa posición para hacer por otros lo que esté en nuestra mano. Cuando uno ha hecho lo que honradamente está en su mano por contribuir a la felicidad de los demás, creo que tiene derecho a reservar para sí un poquito de esa que ha dado...

Se puede ser feliz sin complejos y solidario a la vez en la medida de nuestras posibilidades, Alberto. Y en mi opinión, tenemos la obligación de ser las dos cosas a la vez.

Un beso muy grande, toda la salud del mundo, y de verdad...felices fiestas.

Elsa dijo...

Un abrazo muy fuerte Avalón, Etinacardia. Traigo mi vela encendida con mis mejores deseos para tod@s. Hermosa y cálida calle la vuestra.

Unknown dijo...

Amigos, gracias por esta bella historia y por vuestros buenos deseos. Deseo lo mejor para vosotros en este año que comienza. Que os envuelva el amor y la alegría... Un fuerte abrazo y un cálido beso,
V.

Miguel Schweiz dijo...

Emocionado por todo lo que habéis puesto, quiero a su vez desearos a los dos lo más hermoso y que al fin estas fiestas marquen un punto de partida, una referencia de comienzo... un renacer constante.

Queridos Avalón y Etinarcadia, un beso enorme y fuerte abrazo compartiendo con ello parte de vuestras vidas.

Raùl Junquera dijo...

¿Se vale ponè otra vela???

María Narro dijo...

esperé al día 24 para llegar con mi vela rebosante de sueños y esperanza, de esperar algo mejor... porque tiene que haberlo.

Habeís creado un ambiente de recogimiento verdaderamente emocionante.

Y yo, si no os importa, me gustaría colgar de una de las ramas de vuestro árbol un villancico. Un trocito de uno de los que más me gustan...

El camino que lleva a Belén
baja hasta el valle que la nieve cubrió.
Los pastorcillos quieren ver a su Rey,
le traen regalos en su humilde zurrón
al Redentor, al Redentor.
Yo quisiera poner a tu pies
algún presente que te agrade Señor,
mas Tú ya sabes que soy pobre también,
y no poseo más que un viejo tambor.
(rom pom pom pom, rom pom pom...

Un abrazo enorme.
Feliz Navidad.

El perro andaluz dijo...

Brindo con ustedes en estas fiestas de fin de año y les abrazo desde aquí, con todo el cariño que abarca la distancia.
Enhorabuena queridos amigos.
Besos y abrazos multicolores!!!

Trini Reina dijo...

Os dejo una vela para vuestro árbol. Es la vela de la esperanza, ésa en la que siempre he creído, incluso cuando flaqueaba mi fe.

Feliz Noche Buena a ambos. Que esta noche se cumpla alguno de vuestros deseos y también, me pongo en plan egoísta, el más pequeño de los míos, por no abusar:):):)

Besos, luces, y gracias por estar ahí y en este año que expira, haberos encontrado.

http://poemasdeshanna.blogia.com

txanba dijo...

felices fiestas, zorionak eta urte berri on.

un abrazo.

Jassy dijo...

Hoy me encuentro lejos de mis padres, hermanos y amigos, pero compartiendo la Navidad junto a los dos seres que me han dado la felicidad mas grande del mundo, mi esposo y mi hijo.No puedo pedir mas, por que quienes estan lejos estan bien, pero seguro que hay gente que necesita que encienda velas por ellos asi es que lo hago de todo corazón y también traigo cuatro velas por vuestra familia para el buen Dios les de mucho, salud y felicidad este año que empieza.
Por cierto, gracias por acompañarme con vuestras historias descubrirles de la mano de Allan( aunque el no lo sepa) ha sido también un lindo regalo de este año que se va, espero que sigamos compartiendo historias el que viene y muchos mas
con mucho cariño
Jazmin

Calle Quimera dijo...

Bienvenida, Viento. Sois vosotros los que aportáis calidez a esta calle con vuestras palabras, y en esta ocasión con vuestras velas. Ojalá alguien las vea desde algún sitio y quiera cumplir los deseos que van entrelazados en el humo que desprenden..

Un besote, y salud.

Calle Quimera dijo...

Gracias a ti por tu presencia, Poeta, te deseamos lo mejor, y no solo para estas fiestas, sino para el resto de tu vida.

Un beso, y salud.

Calle Quimera dijo...

Hermoso tu deseo de que estas fiestas marquen el comienzo de un renacer, Miguel... Me quedo con ese; voy a hacer trampillas y voy a colocar otra velita con él, por si se cumpliera...

Un beso enorme y un abrazo para ti, querido poeta, y toda la salud del mundo.

Calle Quimera dijo...

Jajajajaja!! Claro que vale poner otra vela, Raúl, y todas las que tú quieras... Mientras más haya, más iluminado lucirá el árbol.

Besos a montones, bishillo, y salud a raudales.

Calle Quimera dijo...

Ay, María, ¡que detallazoooooooooooo...! Me ha encantado ese villancico, un millón de gracias.

Claro que tiene que haber algo mejor, cielote... Pero, ¿sabes? Cada vez me convenzo más de que ese algo mejor básicamente consiste en lo que nosotros nos fabricamos, en cómo nos diseñamos la vida, el pensamiento, la actitud ante todo lo que nos ocurre... De cómo decidimos enfrentarnos al mundo. Nada ni nadie puede fastidiarnos la vida más allá del sitio hasta el que nosotros lo permitamos...

Un beso enoooooooooooorme, rubia, y salud a chorros.

Calle Quimera dijo...

Esa es la vela buena, Trini: la de la esperanza. Nunca debe apagarse, porque por muy mal que estén las cosas lo que es indiscutible es que nunca sabemos qué es lo que nos espera al doblar la siguiente esquina que nos tiene preparada la vida.

Felicidades también para ti, y ojalá se cumplan algunos deseos, por lo menos los que más necesitamos ver cumplidos.

Besos, salud a raudales y todo nuestro cariño. También podemos estar nosotros contentos por haberte encontrado...

Calle Quimera dijo...

¿Distancia? ¿Qué distancia, Allan? la palabra y los sentimientos son los puentes que unen a los seres humanos, y para la palabra y el sentimiento no hay fronteras, ni océanos... Ese abrazo, ese brindis y ese cariño llegan hasta aquí sin problemas de aduanas.. :-)

besos enormes, salud a raudales, y todo nuestro cariño.

Calle Quimera dijo...

Que sean muy felices para ti también, Txanba, te lo deseamos de corazón.

Besos, y salud.

Calle Quimera dijo...

Me alegro en el alma de que la felicidad que te proporcionan tu marido y tu hijo oscurezca la tristeza de verte separada de los tuyos en estas fechas, Jassy.

Siempre hay personas que necesitan esas velas, y son de agradecer las tuyas y tus buenos deseos; demuestran la clase de persona que eres... Gracias a ti por acompañarnos en esta calle, tú también has sido uno de los regalos que nos ha traído este año, y por supuesto que seguiremos compartiendo historias... Pero no te imaginas cuánto trabajo me cuesta entrar en tus comentarios..snifff.... :-(

Un besazo enorme, Jassy, y muchísima salud.

Anónimo dijo...

Felices fiestas....

Raùl Junquera dijo...

A vè si apagais ya las velas... que se va a quemà el arbolito..

Calle Quimera dijo...

Felices fiestas para ti también, Kpaz, y gracias por tu visita. Bienvenido a esta calle.

Saludos.

Calle Quimera dijo...

Jjajajajaja.. A sus órdenes, mi paraca.. ;-) Ya están apagadas las velitas, que nos habíamos despistado. Entre visiteos típicos de estas fiestas y catarros...

Un besazo, rey.

Pedro J. Sabalete Gil dijo...

Con retraso y agobios, todos los de la oficinas estamos a reventar a finales de año, felices fiestas.


No pude por lo mismo leer la adaptación de Bucay pero me lo llevo a Jaén impreso para hacerlo allí, al calorcillo de la leña.

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Saludos.

Sluagh dijo...

Gracias por vuestra invitación a compartir nuestros deseos bajo este hermoso árbol que habéis traido.

Ojalá fuese siempre tan fácil compartir nuestros miedos y anhelos como hicieron las gentes de aquel pueblo. Si pudiésemos ver y mostrar sin temor los miedos y debilidades que hay en todos nosotros, nos daríamos cuenta de que en el fondo todos somos iguales: frágiles y humanos, y que en eso mismo radica nuestra mayor fuerza.

Que tengáis felices fiestas y no os falte la fuerza para desear vuestros deseos.

Anónimo dijo...

Solo si creemos en la magia, la verdad se nos manifiesta, a traves de la luz de esa vela de amor, que llevamos dentro que nunca se apaga :)

Un gran abrazo para los dos con mucho cariño ¡Feliz Año Nuevo!

Calle Quimera dijo...

Ya sé que esta época es mortal para el trabajo de oficina, Goathemala. Menos mal que ahora tendrás unos diítas de descanso. Te van a parecer mentira..

Disfruta de ellos, ya estarás más tranquilo a la vuelta.

besos, y salud.

Calle Quimera dijo...

Un cuento es siempre un cuento, Sluagh. por desgracia.. :-) Es difícil, efectivamente, que se reúnan en torno a un árbol una serie de personas para mostrar sin temor miedos, debilidades, deseos... Se ve normal hacerlo en la consulta de un sicólogo, en determinados tipos de cursillos, como terapia, pero no alrededor de un árbol solo con la finalidad de hermanarse con otros, de sentir juntos por una vez en el año. Pero como dices, sorprendería ver que al fin y al cabo en esencia somos todos lo mismo.

Gracias por esos hermosos deseos; fuerza no nos faltarán para ilusionarnos. Tenlas tú también, ¿de acuerdo?
Un beso, y salud.

Calle Quimera dijo...

Sí que creemos en la magia en esta Calle, Raizen, y con toda nuestra fuerza.

Un beso muy cariñoso y mucha salud.

Kim Basinguer dijo...

Cuanto mas lo leo mas me gusta.