Viernes noche, fin de semana, de una semana de trabajo que ha sido especialmente dura, y sueño con tener dos días por delante para mí, ya se lo comenté a Avalon. Los necesito, necesito ese par de días para hacer por fin lo que me plazca. Lo que me place, desde luego, es descansar. Echaré una manita en casa, claro, pero luego me tumbaré en el sofá hasta hacerle sangre, leeré y escucharé música a un nivel de decibelios más o menos prudente (más bien menos que más). Me esperan en sus CDs correspondientes La Polla Record, Barón Rojo y el resto de mis grupos preferidos. Me sentaré un buen rato sin interrupciones en ese ordenador que se supone que era mío, aprovechando que su okupa habitual estará en los jardines de abajo jugando con sus amiguillos. Tal vez escriba algo... Qué gusto...
- Casi olvido decírtelo, mañana me toca trabajar. Sustituyo a una de mis compañeras.
Maldita sea... Mis planes al carajo.
Sábado por la mañana tempranito, y desde antes de que las calles estén puestas ya tengo a mi chiquituja rubia pegada a mí como un mejillón. Y es que está empadrada.
- Me voy ya. Me llevo tu coche, ¿dónde están las llaves? Qué suerte tienes, hijo, yo a trabajar y tú en casita, descansando.
Joder, encima se lleva mi coche... Apenas se ha cerrado la puerta, y la rubia ya me está tirando del borde de la camiseta.

-Papi, caca...
Y con ella pisándome los talones, comienza mi jornada de descanso. Arregla la casa de punta a punta, piensa en qué se va a comer y ponte a hacerlo. Deja funcionando la primera de las lavadoras. Pasea al perrito. Con la niña pisándome los talones, claro.
Media mañana ya. Qué menos que prepararse un café... Mientras se hace, un cigarrito; eso sí, debajo de la campana de la cocina para que no moleste el humo. Me va a venir bien siquiera un ratillo de recreo. Me siento, paladeando de antemano el aromático y humeante brebaje, anticipándome a su sabor denso y fuerte antes de que empiece a deslizarse y hormiguear por la garganta. Me llevo la taza a los labios y... suena el pitido estridente de la lavadora, que ya me provoca taquicardias. Hala, saca la ropa,llena la secadora, vacía el recipiente del agua... El cigarrillo se consume en el cenicero. Ahora el móvil, lo que me faltaba.....aaarrrgggg... Cuando por fin vuelvo a coger la taza, el café está ya frío. Al fregadero, qué remedio...
Para colmo, el okupa sube a casa, con la mitad de los niños de la urbanización detrás. Dichosa Play... Habrá que vigilarlos, cualquiera se descuida. "Papi, más caca. Tuéntame un tuento.... Oto, papi" Hay que ir a comprar, pero corriendo como las balas, porque no me fío de dejar a la banda sola. De camino, tirar la basura. "Podías pasar por el videoclub"... Vale, también de camino. Me consuelo pensando que al menos la tarde será mía. Hay partido en la tele. Mi sofá, unas cervecitas, unas anchoítas del Cantábrico para acompañar... El móvil interrumpe mis ensoñaciones.
- Sorpresa: esta tarde vamos al teatro con M y L, y después cenita. Si acaso, dales la comida a los niños temprano, y los alargas a casa de tus padres en un momento. Total, tú estás hoy de descanso, no te cuesta nada.
Desde luego que ha sido una sorpresa, pienso abatido. Ya me han programado la tarde. Así, a traición. "Papi, ¿jubamos?" Y yo, que contaba con ella, con mi tarde de sábado... "Papá, ¿vemos la peli juntos esta noche, que me hace ilusión?"
-Sí, hijo, claro, cuando volvamos de cenar. Portaos bien tus amigos y tú; voy a tirar la basura, a la compra, al videoclub, pero a la carrera, estoy aquí enseguida. Os doy de comer y os llevo volando a casa de los abuelos. Cuando terminemos de cenar con M y L os recojo y ponemos el DVD.
Eso sí, en cuanto termine la peli el menda se irá a la cama to rápido, no sea que falte algo por hacer.

Entre medias de toda esta locura me meto en Calle Quimera robándole un par de minutos de ordenador al okupa (por cierto, no se ven las fotos del último post, habrá que averiguar a qué se debe y hacer algo al respecto...), comento donde puedo y lo que puedo, llamo a mi compi, no sé ni para qué, porque seguro que me va a censurar la mitad de lo que proponga publicar, busco música para el siguiente artículo porque me ha nombrado DJ oficial de la Calle, me ducho, y cago si es que puedo. De camino, escribo algo...
Y el domingo tampoco va a ser mucho más tranquilo. A todo esto, yo solo quería un par de días para mí.. Qué ganas tengo de que llegue el lunes, irme al trabajo y poder descansar algo...
ETINARCADIA