domingo, 13 de enero de 2008

QUIEN ALLÍ VIVE


Érase que se era un lugar en medio de ninguna parte donde quien allí vive pone, a voluntad, sol y luna en el cielo.

Parece una isla, pero seguramente no lo es. Sin embargo un mar calmo y eterno, turquesa, la rodea hasta más allá de donde la vista alcanza. Quiere el mar llegar, impaciente, a su cita con la orilla, pero antes medusas y algas peinan y rizan primorosamente en blanco sus dulces aguas cristalinas, transparentes. Las conchas las perfuman, iluminan con nácar su azul superficie, y sobre ella el sol deposita diminutos reflejos dorados que le arrebolan las mejillas.

Peinadas y acicaladas, acuden las olas presurosas al encuentro de infinitas playas blancas, casi atropellándose en alocada carrera, palpitantes, excitadas, recubiertas de húmedas gotas, ávidas de besar y lamer las arenas, de llegar hasta las palmeras que vigilan amorosamente su llegada. Palmeras gráciles y esbeltas que se yerguen orgullosas entre una intrincada y salvaje orgía de verdes, verdes exuberantes, de mil formas y texturas.

Quien allí vive es amigo del viento, y el viento le acaricia y le canta al oído, acompañándose de la música de las caracolas. Mientras, sentado, recostada la espalda indolentemente contra el tronco de un árbol, quien allí vive contempla a las olas amando a la playa.

Quien allí vive pinta con sus dedos inverosímiles atardeceres en el cielo, con corales y con colores que le traen las gaviotas en sus picos desde los más remotos confines del mundo.

Quien allí vive despliega con sus manos el manto de la noche cuando, tumbado sobre la fresca arena, sumido en sus más profundos pensamientos, desea ver las estrellas, buscando la que más brilla... O quizás sea precisamente la que en realidad busca sea la que menos luz desprende, y por eso no la encuentra nunca. En esos momentos hasta el viento calla, por respeto. Su hermana, la más dulce, la brisa, acude a acariciar alada, casi imperceptiblemente, a quien allí vive, cuya mirada permanece clavada en el negro firmamento. En la profunda e inquietante oscuridad del espacio solo rompen su vacío y estremecedor silencio, su silencio eterno e inmutable, el orbitar de astros y planetas. Su música acuna lentamente a quien allí vive; poco a poco va cerrando sus párpados, hasta sumirse en un profundo y reparador sueño. Las hojas de las palmeras lo abanican, las olas acompañan mansamente con la suya a la música de las estrellas, el viento le canta una nana, y la brisa retira con delicadeza una hojita de su pecho. Y , érase que se era, unos labios lo besan, retirando suavemente un mechón de su pelo que ha ido a caer sobre su frente. "Buenas noches."

42 comentarios:

Victoria Caro dijo...

Ay, escéptica de mí, y yo que pensaba que no existía el paraiso. Me mudo a vivir con quien allí vive.
Un beso sol
Un beso luna

Calle Quimera dijo...

Sí que existen los paraísos, Victoria, seguro que cada cual tiene su propia isla donde refugiarnos. Todos estamos sujetos a torbellinos de emociones, cada cual el nuestro, que nos zarandea a su antojo. Y creo que se necesita de vez en cuando escapar de ellos a un lugar que sea propio, donde podamos
pintar a nuestro antojo soles y lunas, atardeceres, estrellas...

Besos del sol y de la luna, guapa.

Paco dijo...

Bonita isla ésta. Dejadme un hueco en ella, necesito poco más para ser feliz.
ABRAZOS PARA EL DUETO

Anónimo dijo...

Dios mio! que dulzura de lugar, que paz de sentimientos, que tierno escondite para almas encantadas por su viento. Tu brisa de palabras me arrastró hasta ese lugar y me encantó, me maravillo.

Exquisito texto para soñar despierto. Seguro que llegaré más veces por aquí si me dejas.

Besos tiernos y dulces para ti. Tu visita siempre será bien recibida. Me gustó conocerte.


** MARÍA **

Malena dijo...

Es curioso que en el post anterior preguntarais que nos gustaría hacer antes de morir. Si hubiera sabido de la existencia de esta isla, lo habría dicho sin dudar: Estar en esa isla.

El ser que vive allí es un ser privilegiado. Ser acariciado cada día por las olas, por las arenas, por las caracolas...

Ser un pequeño dios que hace y deshace. Que sonríe ante tanta belleza y tiembla de omoción ante los mimos y guiños que le hace la naturaleza.

No es una isla. Es un paraiso. Un paraiso increiblemente bello que sólo puede salir de la imaginación de mis queridos Quimera.

Gracias por hacerme empezar el día con tanta belleza.

Miles de besos.

Freddy Murphy dijo...

Es muy probable que esa isla se encuentre en el Caribe (yo estuve allí). Me atrevo a decir que puedes poseer toda esa belleza, incluso acostumbrarte a ella, pero, sin los besos de “Buenas Noches“ ese paraíso está incompleto.

Que rico (sabroso) final.

Saludos.

María Narro dijo...

¡¡Somos tantos los que allí vivimos!!... a veces.

Un abrazo.

Nochestrellada dijo...

Hermoso relato!
nada más bello que poder pintar con los dedos el cielo...
y oir la música del universo...
Un lugar lleno de magia...de sueños...

besos

SCD dijo...

Yo tambien quiero... ;-)

Como que ya somos muchos apuntandonos a poblar esa isla, total si no me hace falta, yo conozco una que es igual a esa, ¿ira a ser la misma?

Amigos, muy bonito el post, saludos!!!!!!!!!!

Joako Voskovany dijo...

Y quién fuera habitante de esa isla. O quién fuera el destinatario de esa historia que es contada para potenciar los sueños.

Señores, qué despliegue de gamas, emite colores por todas partes...No me hagan esto mucho que me emboban; y lo digo en serio.

Veo que somos muchos los que por aquí nos apuntaríamos a habitar ese paraíso; aunque quizá el silencio sea condición indispensable para las utopías...
Es un placer leerles. Como siempre.
Besos y Salud.

Anónimo dijo...

¡Hermoso post! y quienes aquí lo escribieron, lo hicieron con el alma y el corazón...
Las fotos bellísimas y quien allí vive, vive desde su conciencia, maravillado ante tanta belleza :)

Un abrazote grande :)

Manuel Rubiales dijo...

"... Tu boca
tu verbo, tu risa,
tu tiempo,
tus pausas, tus prisas,
el hogar en tus pechos,
la luz en tu mirada,
el aire entre tu pelo.

La risa de tu vientre,
la fuga de tu orgasmo,
el sonrojo en tus mejillas,
la carne que, palmo a palmo,
se estremece cuando acaricio
cada espacio diminuto
de tu ser, mi paraiso..."

Vino y besos.

poca luz dijo...

...pensaba hacerme la maleta a toda prisa hasta que leí el comment de maria narro, creo que tiene toda la razón del mundo.

...mmm...una hermosura de isla.

En este tipo de relatos, cuando describes lugares, tienes una especial facilidad para transportarme. Me encantó!

Alberto López Cordero dijo...

Un lugar ideal para morir o para vivir eternamente. Aunque si morimos, ¿vivimos eternamente?. ¿Es la muerte el comienzo de una vida eterna? o tal vez ¿hay vida eterna sin muerte?...estoy fatal hoy. Besos.

Raùl Junquera dijo...

Si me invitas, voy.

El antifaz dijo...

Yo; casi como Malena. Deberíais haber preguntado 9 cosas en el MEME del post anterior. La novena hubiera sido este post... y mirar las 9 estrellas del Ki de la filosofía oriental.
Besos.

Calle Quimera dijo...

Claro que tienes el hueco, Paco. Yo tampoco necesitaría mucho más para sentirme feliz, solo otro huequecito donde respirar a mis anchas sin responsabilidades de ningún tipo. Por lo menos, a ratos...

Besos del dueto.

Calle Quimera dijo...

Muchas gracias por tus amables palabras y por tu visita, María. Por supuesto que la isla y esta calle están abiertas para ti siempre que lo desees, y a Etinarcadia y a mí, los dos componentes de este blog, nos encantará recibirte.

Un beso, nos veremos en tu espacio.

Calle Quimera dijo...

Suponía que te gustaría la isla, Malena, y más después de leer tu último post. Chica, si es que nos han cortado por el mismo patrón... :-)

Decía Octavio Paz que cada lector busca algo en un poema (yo añado que en cualquier tipo de escrito, sea prosa o verso), y que generalmente lo encuentra porque ya lo llevaba dentro. Claro que existe ese lugar; lo has sentido , y eso es porque lo has reconocido, porque tienes tu isla particular en medio de ninguna parte que quizás ni siquiera sea isla, pero quién sabe...

Un besote enorme.

Calle Quimera dijo...

Afortunado tú, Freddy, que has conseguido ver esa isla... Y también has visto lo más importante: no hay paraíso completo si no tienes a alguien que te dé las buenas noches deseando de verdad que sean buenas.

besos.

Calle Quimera dijo...

Sí, María, la isla está abarrotada, pero como dices, solo a veces. De todas formas, el rato que se permanece en ella da fuerzas para seguir adelante.

Besos, guapa.

Calle Quimera dijo...

Es que la magia y los sueños hacen falta a ratos, ¿verdad, Nochestrellada? Sin ellos, la vida se transforma en un erial.

Besos.

Calle Quimera dijo...

A ver, SCD, empieza a hablar... ¿dónde está esa islaaaaaaaaaaaaa? Que mira que aquí la mitad alquilamos una patera y nos plantamos allí en un momento.. je..

Un besote.

Calle Quimera dijo...

Así era, kaekum, la historia estaba concebida para potenciar sueños, para procurar un lugar donde refugiarse de la locura diaria. Pasamos el día sumidos en la vorágine cotidiana, llegamos a casa, la mayoría se enchufan en vena directamente el televisor y caemos rendidos en la cama, para comezar a la mañana siguiente la misma rutina. Nos damos poco tiempo para estar con nosotros mismos, y un lugar como este es un buen sitio para hacerlo. Desde luego, en silencio...

besos de colores, los que más te gusten.Amarillos no, ya sé que no es el color de tu vida.

Calle Quimera dijo...

Eso sí que es cierto, Raizen, está escrito con el alma y el corazón.

Sí que son bonitas las fotos, era lo más cercano al paraíso. Si las quieres para alguno de tus posts no dudes en decirlo y te las mando, ¿de acuerdo?

Un besote.

Calle Quimera dijo...

Uff... Manolo, hijo, qué poema... Eso que describes en él es otro paraíso, qué duda cabe. Y otro paraíso es el que forman tus versos. ¡Qué buen poeta eres, jomío...! A ver si te estiras más con ese género, que desde luego lo bordas.

un besazo, vino y lo que sea.

Calle Quimera dijo...

Pues nada, te haces la maleta y te vienes para acá a pasar fines de semana por lo menos, Nada. Las islas son tan necesarias algunas veces.. Pero quñe te voy a contar a ti, que escribes desde una.. ;-)

Un besote, guapa, y gracias por tus palabras.

Calle Quimera dijo...

Ojalá lo supiera, Alberto... Supongo que sería la más cruel de las bromas de la naturaleza que el hombre tuviera esa necesidad de trascender, de alcanzar otra vida, y que después no hubiera nada. Una auténtica faena. A mí, de todas formas, no es algo que me preocupe, sinceramente te digo que no tengo la menor necesidad de perpetuarme. Si después de esto hay algo más, pues bien, y si no... pos tampoco me llevaría ningún disgusto. De todas formas, tampoco me iba a enterar.. :-)

Lo mejor, creo, es vivir aquí lo que podamos, día a día, por si las moscas.

Un besote, y arriba ese ánimo. Por si acaso no hubiera más, no merece la pena desperdiciar un día de los que nos han sido concedidos en tristezas.

Calle Quimera dijo...

Tú no necesitas invitación, Raúl, solo tienes que presentarte cuando quieras. ¿Quién pone las cervecitas..? ;-)

Besos enormes.

Calle Quimera dijo...

Nunca es tarde, Antifaz, casi para nada. Quién sabe si un día no estarás en tu isla particular... Eso sí, antes de irte me gustaría que me contaras eso de las 9 estrellas del Ki de la filosofía oriental.. :-)

besos.

AnaR dijo...

Yo tengo una pequeña parcela en ella que mimo con esmero...

Un abrazo

Trini Reina dijo...

Qué suerte tiene el que vive allí. Cuánto no daría por que m einvitase a pasar, al menos un día, en paraje tan idilico. Cuánto no daría por alcanzar la serenidad de el que vive allí...

Besos

http://poemasdeshanna.blogia.com

El perro andaluz dijo...

Rayos!, ya descubrieron mi escondite secreto:)
Bello sitio, hermoso post.
Besos y abrazos amigos, aunque un pelín tarde.

Calle Quimera dijo...

Siempre es necesaria esa parcelita, Ana R, es la única manera de sobrevivir en esta jungla en que se ha convertido la vida moderna.

besos.

Calle Quimera dijo...

Tú estás invitada a esa isla no solo un día, Trini, sino a perpetuis... No es difícil alcanzar esa serenidad aunque solo sea a ratos, yo al menos lo consigo escapándome de vez en cuando a esa isla, cerrando los ojos y quedándome un rato en ella. Parece una tontería, pero hace milagros. :-)


Besos.

Calle Quimera dijo...

Jajajaja... Pues sí, lo descubrimos, verás lo entretenido que vas a estar a partir de ahora con nosotros ahí metidos..je..

Mil besos, amigo.

Sluagh dijo...

Precioso. De nuevo sabes transportarnos a un hermoso lugar.
La paz, la armonía, el deleite. Es como si todo en esa isla amara y fuese amado. Quizá cada cosa de las que hay en el Universo ama al resto del cosmos. Puede incluso que el Universo nos ame y sólo haga falta saber escucharle cuando nos lo dice.

Un abrazo.

PD: Ese hermoso cuadro de montañas azules entre vuestras imágenes a la izquierda del blog, es una pintura de Roerich ¿verdad?

Calle Quimera dijo...

Yo creo que la armonía tiene como base el amor, Sluagh, y lo que es innegable es que en la naturaleza y en el cosmos existe la armonía. Para el hombre es posible estar en sintonía con su entorno natural, puede que eso signifique que, como decías, sea posible una historia de amor entre el universo y nosotros, si es que sabemos escuchar... Es una hermosa posibilidad, ¿no crees?

Sí, el cuadro al que aludes es de Roerich, el pintor de Sambhala, el paraíso perdido de los budistas. :-)

Un besote.

Project Prodigy dijo...

THat is some great writing! I like it! And the pictures are beautiful!

Calle Quimera dijo...

Thank yoy very much, Matt. Wellcome.

Kisses.

Sluagh dijo...

Ojalá estuviésemos en armonía con la Naturaleza y nuestro entorno en general más a menudo. Cuando no hay pensamientos oscuros o apremiantes revoloteando por nuestra cabeza, creo que lo que queda, lo que sale a fondo en tonces, es paz en nosotros mismos y amor hacia todo lo demás.
Una vez oí, en una reflexión a medio camino entre la física y la filosofía, que la gravedad es una manifestación del amor que siente la materia por la materia. Y que por eso los astros se aproximan unos a otros a través del vacío del espacio, porque desean estar juntos de nuevo.

Ah, se trataba de Roerich. El pintor de Shambala... no sabía que había centrado en retratar Asia y el Tibet. He estado viendo la página de su museo y he podido ver el cuadro algo más grande. "Krishna" se titula, precioso.

Un abrazo.

Calle Quimera dijo...

Es precioso ese pensamiento, Sluagh... El amor sería una especie de orden universal, y eso debiera alcanzarnos a nostros, ¿verdad..? Y no hay amor sin armonía, y viceversa. No tendríamos momentos oscuros... tampoco debería ser tan difícil oficiar el amor.

Pues sí, Roerich pintó muchos cuadros con el tema de Sambhala, y son preciosos. Me alegro de que e hayamos acercado a la página del museo de este pintor, es fantástica.

un besote, Sluagh.