domingo, 8 de abril de 2007

SEÑORES DEL TIEMPO







Enormes puertas de roble se abren solas ante mí, centímetro a centímetro, con lentitud. El agudo chirriar de los goznes produce un eco inquietante en la inmensidad del vacío salón, vestido con pesados cortinajes de terciopelo rojo. Solamente lo ocupa un reloj de proporciones gigantescas. Su gran esfera me llama... Camino hacia ella despacio sobre el suelo de damero, como hipnotizada, y me detengo enfrente. Sé lo que tengo que hacer... Entro en la esfera y me siento sobre una de las manecillas, que en ese mismo momento comienzan a girar hacia atrás, en sentido contrario, recorriendo su circunferencia y pasando sobre las cifras al principio con extrema lentitud, para ir ganando progresiva velocidad. Se difuminan los contornos del salón hasta desaparecer totalmente sus paredes, el damero del suelo, los rojos cortinajes...

Grandes y desvaídas masas nubosas en todos los tonos de grises se mueven sin cesar, y me envuelven ahora. Entre ellas diviso unas escalinatas que no comienzan ni terminan en ninguna parte. Son las que Kronos cincelara en los principios de todo lo que existe. Los Señores del Tiempo han abandonado definitivamente las agujas del reloj, y cubiertos por sus capuchas, envueltos en sus negras túnicas, bajan majestuosos, clepsidras en mano,los escalones, hasta perderse entre los jirones blanquigrises que todo lo ocupan.

En ese momento, las horas salen despedidas violentamente de la esfera en todas direcciones. Poco a poco van adquiriendo corporeidad, y moldeándose en translúcidas figuras. Erguidas, flotando inmóviles en el éter, enarbolan sus violines y tocan su música, la música del no-tiempo. A su son comienzan a agitarse las mareas, que diviso con claridad desde la masa de nubes. Pero la perturbación solo dura unos instantes; enseguida las azules superficies retornan a un movimiento cada vez más pausado, que llega a ser ingrávido. Las surca como a cámara lenta un decrépito barco fantasma, con las hinchadas y desplegadas velas hechas jirones. Hiende la quilla sus aguas, y a su paso levanta espumeantes estelas blancas que se estrellan contra ella con ímpetu ralentizado, y regresan a las olas deshaciéndose en lánguidas y blanquecinas hilachas, como lienzos de encajes rotos. La figura de la espectral nave, en irreal balanceo, se va perdiendo lentamente a lo lejos. Lleva mi vida dentro...

En la línea del horizonte tornasolado en granas y oros emergen de las aguas soles y después lunas, sucesivamente, los unos bolas de fuego rojo, las otras bolas de fuego blanco, nimbadas de irrealidad. Y se suceden noches y días sin descanso, cada vez más rápido, hasta convertirse en telones blanquidorados que se relevan a velocidad de vértigo con otros negros, tan enloquecedoramente rápido que llega un momento en que no se distinguen uno y otro color. De repente la esfera del reloj estalla... Es extraño, no ha hecho el menor ruido... Los mil fragmentos en que se ha astillado, y yo misma, salimos disparados en mil direcciones, para ir a caer en el ejército de nubes que ha tomado el relevo al kinetoscopio de días y noches. Corren raudas, como empujadas por un apremiante viento, en un juego de sepias y grises que apenas permiten ver algún jirón de azul del cielo que casi cubren por entero.

Desde la nube diviso el barco fantasma surcando a la deriva los mares. Continúa alejándose, para siempre... En un estado de total delicuescencia me siento fundir poco a poco con la nube, hasta que el último de mis átomos forma parte de ella. Ahí quedan mis lágrimas. Cuando llueva caerán a la tierra mezcladas con la lluvia, para ir a formar parte de la memoria de los árboles.

AVALON

18 comentarios:

Recomenzar dijo...

la musica increible el escrito fantastico...sabes???/me encanta todo en tu blog
abrazos

Anónimo dijo...

Apasionante... Es que perderse en el tiempo mientras se va descomponiendo pieza a pieza lo objetivo, el símbolo... uf.

Siempre dejas para el final, ese desenlace de lo aparentemente mágico, de los subrepticiamente "real". La acción ya desencadenada y el equilibrio, no en sentido figurado sino físico, cuando el proceso acaba... Y ese final es quietud, parada. La lágrima al caer reiniciará el ciclo, pero mientras, se desplaza lánguida hacia esa hermosa imagen escrita que has dejado: formando "parte de la memoria de los árboles."

Hermoso Quimera. (Dejas el espaco abierto también para seguir recreando.)

poca luz dijo...

...hermosísimo e imaginativa visión que ha recreado tu mente y que yo he podido ver gracias a tus palabras. La música genial.

Moony-A media luz dijo...

Bufff, creo que necesito tiempo para analizar este relato.

El tiempo... siempre marcando ritmos, principios y finales, comienzos, despertares, terminaciones y sueños.

Que no vaya hacia atrás la aguja es lo que le pido, que no retroceda nunca... que me deje vivir el ahora e imaginar el mañana.

El pasado, no... no lo quiero...

Que Kronos sea benévolo conmigo. Y ese barco fantasma que todos, al final, es lo que somos, navegue tembloroso por aguas azules y no grises.

Que me deje vivir el ahora, sin los miedos del ayer...

Y que mis lágrimas, bañen la sonrisa de los enamorados, así, quizá, pueda seguir sintiendo. Siempre...

Un beso, Avalon.

Tremendo escrito.

Byron Abadía dijo...

Avalon, que emocionante es leer, que bonito es sentir, imaginar a travez de tus letras... estoy fascinado!
besos querida amiga! muchos besos!

p.d. estoy mejor, sonrio de cara al sol, sin miedo a la vida mismo. gracias.

Calle Quimera dijo...

Gracias por tus palabras, Mucha, de verdad que son un aliciente para continuar.

Un abrazo.

Calle Quimera dijo...

Hermoso es también tu comentario, Miguel... Una de las cosas que más me han gustado de él era tu reflexión final: que el relato queda abierto para que el lector pueda continuarlo a su manera. Creo que es una de las más bellas posibilidades de la palabra escrita: que no acabe en sí misma, que pueda ser recreada por cuantos lectores se acerquen a ella.

Besos.

Calle Quimera dijo...

Gracias por entrar y participar del mundo que se crea y discurre por esta Calle, Nada.

Un abrazo.

Calle Quimera dijo...

Y yo te deseo de todo corazón que así sea, Moony, que el tiempo se detenga en tu presente, capte toda la esencia que hay en él y de aquí en adelante solo discurra alentado por esa esencia.

Un beso.

Calle Quimera dijo...

¡Abandré! Qué alegría saber de ti, y sobre todo enterarme de que estás venciendo demonios y tormentas... Un beso muuuuuuuuuuuy fuerte, y siempre adelante. La vida siempre tiene puertas tras las que esconde oportunidades, felicidad... Y más a tu edad. Solo hay que esforzarse en abrirlas. Y verás cuántas sorpresas maravillosas encuentras.

Un beso enoooorme, amigo mío.

aPerfectCrime dijo...

EXCELENTE ESTE POST!!!

que viaje...
enredado en palabras
:
:
"Grandes y desvaídas masas nubosas "
la oscuridad merodea este BLOG.
:
:
me marcho, con la promesa de VOLVER

Calle Quimera dijo...

Bienvenido a esta Calle, Aperfectcrime, en la que no solo merodea la oscuridad sino también la media luz, la claridad... Según el momento.

Etinarcadia, mi compañero, y yo estaremos encantados de volver a verte.

Un saludo.

SCD dijo...

Ok, ya volví, perdona que hasta ahora comento pero es que hace un rato no me dio tiempo de hacerlo.

¡¡¡Excelente!!!... impresionante frase final:

-En un estado de total delicuescencia me siento fundir poco a poco con la nube, hasta que el último de mis átomos forma parte de ella. Ahí quedan mis lágrimas. Cuando llueva caerán a la tierra mezcladas con la lluvia, para ir a formar parte de la memoria de los árboles.-

¡¡¡wow, wow y rewow!!!

Sin palabras, increible, de verdad me hiciste viajar con tu post.

Avalón, Etinarcadia...saludos!!!!!

MentesSueltas dijo...

Hermosas letras de un tema apasionante, muy bueno...

Un abrazo.

MentesSueltas

Recomenzar dijo...

Calle quimera gracias por tus palabras, hoy estoy mejor.Tus escritos tan llenos de imaginación dan alegria a mi alma

Calle Quimera dijo...

Siempre vamos con el tiempo pisándonos los tlones, SCD, te entiendo perfectamente. No vendría mal que de vez en cuando el tiempo diera marcha atrás, como en el relato, para concedernos un respirito, ¿verdad?

Un abrazo.

Calle Quimera dijo...

Gracias por tus palabras y por u visita, Mentes, nos vemos en tu calle o en la mía. Un saludo muy cordial.

Calle Quimera dijo...

No sabes cuánto me alegra lo que me dices, Mucha. Después de leer a los compañeros llegas a establecer una suerte de empatía que con ellos que hace que te llegue y te afecte lo que a ellos les llega y afecta.

Pero, ¿sabes una cosa? He leído más posts tuyos de los que he comentado, y a través de ellos adivino a una persona que, a pesar de los avatarares de la vida, está llena de fuerza, de vida y de alegría. Creo que, pase lo que pase, siempre estarán pugnando por salir a tu superficie. Y que lo conseguirán... Sí que me alegra que esta calle en que procuramos rozar los límites de la realidad y la quimera, salirnos un poco de lo rutinario y lo cotidiano, contribuya a hacerte pasar unos momentos agradables.

Un beso enorme, y nunca te rindas. De todas formas, no creo que puedas... Estás demasiado viva.