domingo, 10 de febrero de 2008

EL SABOR DE LA VIDA


La vida sabe a calorcito de sol de invierno, a subirse la manga de camisa y jersey, a cerrar los ojos y concentrar toda la atención en el hormigueo con que sus rayos, como dedos humanos cálidos y tiernos, recorren lentamente la piel. Sabe a dejar que traspasen cada poro y que se apoderen poco a poco de ella hasta caldear también por dentro, hasta percibir su efecto en todas y cada una de las terminaciones nerviosas, viviendo cada segundo, sintiéndolo..

La vida sabe a espectáculo, a contemplar como si fuese la primera vez, con la mirada cargada de asombro, el que ofrece una tormenta. Admirar ese cielo iracundo cuya boca brama su cólera en furiosos truenos, mientras sus ojos relampaguean rayos terribles que parecen abrir en dos el firmamento en un espectáculo apocalíptico... Presenciarlo tras la ventana, calentitos, protegidos, la lluvia azotando con fuerza los cristales. Esperar a que su vehemencia ceda y las plomizas nubes empiecen a dejar caer el agua solo a cuentagotas, y abrir entonces el ventanal para llenarse los sentidos de frescor y de fragancias, porque después de una tormenta el aire huele de otra manera.

La vida sabe a olores, el de la tierra mojada, ese tan penetrante que exhala cuando llueve, cuando parece más viva que nunca, como preñada, como encinta. Y sabe a dejarse anegar por la vida que irradia en ese momento. O a la fragancia dulzona, delicada y efímera de los azahares, tan diminutos que es casi un milagro que puedan concentrar un aroma tan denso en esos petalillos frágiles, que, maduros de olor, caen al menor roce.

La vida sabe a música, a esa que va anegando poco a poco nuestro interior colándose por cada intersticio, recorriendo el estómago hasta encogerlo y casi hacerle daño, haciendo vibrar las cuerdas de ese piano de tantas notas que es el alma, elevándose muy alto sobre el estado de ánimo, fundiéndose con él en una mezcolanza que a veces te lleva a algo cercano casi al éxtasis.

La vida sabe a chocolate, a zumos, a patatas fritas, a eso que impregna las papilas gustativas de gloria bendita.

La vida sabe a esa peli o ese concierto con el que llevamos soñando días, a charla distendida entre risas, confidencias y nonadas con los amigos, a aquello con lo que disfrutas cuando no tienes nada que hacer, a paseos en queda conversación con uno mismo, a puestas de sol, al impulso repentino de regalarte o regalarle ese caprichito solo porque hoy es hoy, a un rato tranquilo de intimidad entre tu libro favorito y tú...

La vida sabe cuando se agudizan los sentidos para captar y embeberse del más fugaz instante de cada sensación hermosa que pueda uno procurarse. Cuando nos sumergimos en cada una de ellas, siendo conscientes en cada segundo de lo que se siente, estirándolo como chicle, bebiendo con avidez lo que en cada momento entra los por los ojos, por la nariz, los oídos, la boca, la piel... Cuando se despeja el cerebro de cualquier pensamiento que no sea concentrarse en lo que se está viviendo, en aprehender cada instante de felicidad que se nos regala y en llenarse los pulmones de ella, hasta sentir que estallan. La vida sabe cuando te sumerges a fondo en el cúmulo de sensaciones que produce algo que te gusta de forma que ni los pensamientos hablan, cuando consigues notar y sentir cada órgano, cada músculo, cada célula, cuando percibes cómo late el corazón, cómo la sangre fluye quedamente por las venas como el río por su cauce... Y en esos momentos, la vida sabe a gloria, a gloria bendita. Y tú estás sentado en su trono.




AVALON Y ETINARCADIA

62 comentarios:

dijo...

simplemente bello, me hace replantearme TODO, lo que pienso y lo que hago, porque no la estoy disfrutando y es tan bella como la pintan en sus palabras.
Uno aveces se interna en la negrura de sus pensamientos, y olvida, que los días los minutos, las horas van pasando, es vida que se va y no se recupera, pero amigos, les aseguro que es tan difícil salir, tan difícil.
me hicieron llorar.
mil besos
Rox

Raùl Junquera dijo...

No ha sido el momento indicado para leer esto, ahora solo puedo decir que a veces la vida sabe a mierda, mañana a lo mejor al volverlo a leer cambio de opiniòn.

SALUD PAL LOKO ET, BESOS PA MAMI AVALÒN!!!

SCD dijo...

Despues de leer este post, si que me atrevo a definir lo que es ARTE... tremendo post, lleno de vida, en el diccionario despues de la definicion de arte, como referencia, deberia ir la direccion de Calle Quimera.

Muchas gracias amigos, me han alegrado el día ;-)

Saludos!!!

Manuel de la Rosa -tuccitano- dijo...

Por todas esas cosas que relatas...merece la vida ser vivida, aunque a veces como dice Raul sea una mierda...
La vida hay que comérla, beberla, olerla, rozarla....gozarla....y si hace falta sufrirla...abrazos

Ashbless dijo...

Muy bello el post. No me habia parado a pensar a que sabe la vida. Los sabores son importantes para mi, pero no tanto como los olores, o me temo, las imágenes...

La vida es riesgo, es el vértigo de una caída y el impacto del aterrizaje. Es un circulo que no alcanza a cerrarse de tan grande que es, una fiebre que no termina de bajar, una oportunidad para el miedo o el coraje.

La vida es casi todo lo que vemos y mucho más de lo que podemos imaginar.

Un abrazo

Calle Quimera dijo...

Enredada, no todos los días son fáciles ni dan lugar a pensamientos luminosos, pero sí que todos o casi todos hay un momento para saborear la vida, unos minutos en que hay algo con lo que disfrutamos, aunque solo sea charlar unos minutos con alguien a quien queremos, o fumarnos un cigarrillo, o ver una película de nuestro agrado. Se trata de aprehender esos momentos, de sacarles jugo, de ser plenamente conscientes de que lo estamos viviendo, de la felicidad que nos reportan y de llenarnos el alma de ella. Piensa, todos los días hay algo que nos hace felices. No pierdas esos minutos...

Besos y salud, y bienvenida a esta calle.

Calle Quimera dijo...

La vida tiene muchos sabores, Raúl, es indiscutible que a veces sabe asquerosa, pero siempre hay momentos para resarcirnos, solo hay que buscarlos, no dejarlos pasar. De verdad...

Un besazo, rey, y mucha salud. ¿Hoy ves las cosas de otro color?

Calle Quimera dijo...

Y tu foto tendría que venir en el diccionario al lado de la palabra "encanto", SCD, porque desde luego lo eres. Arte no sé, pero cariño sí que le ponemos a las cosas, eso sí....

Un besote enorme, y salud a raudales.

Calle Quimera dijo...

Esto es lo que tenemos, Manuel-T., sea preciosa o un asco: la vida, y como ay que transitar por ella obligatoriamente mientras más partido le saquemos, mejor. Cuando toque sufrir, a ver qué remedio, pero mientras tanto a disfrutar lo que se pueda, y después que nos quiten lo bailao, ¿a que sí?

besos, y salud.

Calle Quimera dijo...

La vida sabe a olores, a sabores, a piel, a imágenes... La vida sabe a los cinco sentidos, Ashbless, con cada uno de ellos se aprehende un trocito de ella y cada uno nos ofrece algo que merece la pena ser disfrutado. Solo hay que "mirar" con cada uno de esos sentidos y no dejar pasar ni una sola ocasión para llenarnos con cuanto nos entra por cada uno de ellos. Sería una auténtica lástima...

Besos y salud, amigo. Preciosa tu definición de vida, preciosa...

Unknown dijo...

Un bello texto, amigos... y sí, aprendamos a saborear la vida intensamente. Abrazos y besos,
V.

Alberto López Cordero dijo...

Yo a veces recuerdo esos sabores y aromas que ya no volverán y que forman parte de todos esos momentos que hemos vivido a lo largo de nuestra vida. Aquella cazadora de cuero que mi padre utilizaba para la moto, el olor a café con leche en casa de mi abuela al llegar del colegio por las tardes,
el campo de amapolas y trigo que cruzabamos para ir también al colegio donde ahora sólo hay chalets adosados. La única vez que ví nevar en Mérida hace ya 25 años y esa atmósfera tan especial que se respiró aquellos días. El olor a tabaco al entrar en casa y saber que el abuelo Pepe estaba allí. Recuerdos de otros tiempos, recuerdos que nos hacen ver lo efímero que es todo y como se nos escapa el tiempo de las manos.

Lena dijo...

Si es verdad, algunas veces la vida sabe a churro con chocolate y otras veces a la amargura de las lagrimas...pero si no, no seria vida no? La vida tiene que tener toda esa mezcla de sabores y mientras sean de todo lo bello mejor, porque nunca falta la sal y lo amargo...
Un beso,
Lena

Nochestrellada dijo...

...sabe a una melodía que emociona hasta lo más profundo...
una fotografía, una carta, un cuadro...
la película que amamos un poco más cada vez que la volvemos a ver...
sabe a nochestrellada...
nubes esponjosas...
amaneceres,
atardeceres...
al sonido de la lluvia...
a hojas secas de otoño...
al rujido del mar...
caracolas...piedritas...
a silencio...
a sonrisa..
a llanto...

hoy la vida sabe a pausa...

pero recordar los otros matices...aromas...sonidos y sabores...
hace que no sea tan pesado...

me encantó!

besos
y hasta pronto

Nochestrellada dijo...

Cuando puedan pasen
por mi blog...
hay algo para ustedes...

un beso

Anónimo dijo...

La vida sabe... a poca.
BESO Y ABRAZO
Paco

Manuel Rubiales dijo...

Sin dudarlo un ápice introduciría este texto en el "vademecum" de todos los psiquiatras para que fuese prescrito como anti depresivo.
Mucho vino, más besos.

Trini Reina dijo...

Parece que tus sabores de la vida son idénticos a los míos, quizá vayamos ambos al mismo super:):)
Me recordó, en la primera estrofa, que la vida tambíén sabe a meterse en la cama tras llegar del cine de verano, cuando has estado bajo el rocío de agosto, y meterte entre las sábanas, ummmm, que gozo. Este es un recuerdo que tengo de pequeña y nunca olvidaré la sensación.


Besos a pares
http://poemasdeshanna.blogia.com

Malena dijo...

Quiero sentir en estos momentos así la vida. Esa es una forma de mirarla cuando el alma está serena pero no cuando se debate entre el debe y el haber.

Las ideas las tengo claras pero me parece que el viaje no me ha sentado muy bien.

De todas formas, sé positivamente de que me incorporaré muy pronto a ese carro de los helados de verano que es la vida.

No lo dudo. :)

Miles de besos.

Jassy dijo...

Genial! simplemente genial gracias por alegrarme la tarde, acabo de comprobar que mi vida sabe a eso y mucho mas
Besos

El perro andaluz dijo...

Hoy me como la vida, que ha sabido tan rico luedo de saborearlos a ustedes dos.
Ñam,ñam ñam:)
Venga ya!!!
Besos querida Avalon, abrazos querido Etinarcadia.
A seguir comiendo...

yraya dijo...

La vida sabe a vida, con sus buenos y malos olores, con sus buenos y malos momentos, con las añoranzas, recuerdos... sabe a tanta cosas la VIDA.
Un besote muy fuerte para los dos.

Victoria Caro dijo...

La vida es una esponja y quién más sabe de ella es su bastón.
Yo me confieso enamorada de ella y cuanto más reñimos más nos queremos. Es que hay amores que matan.
Un beso

Sebastian Filipputti dijo...

Se nos presenta cuantos sabores podamos imaginar, y al final sabe a lo que deseamos en el fondo...
Que bonito el sabor de estar en paz, el de saber que todo sabe dulce aunque aliños amargos se cuelen en el plato del día....
Tenemos ese poder.
Saludos y un abrazote

Sebastian Filipputti dijo...

Se nos presenta cuantos sabores podamos imaginar, y al final sabe a lo que deseamos en el fondo...
Que bonito el sabor de estar en paz, el de saber que todo sabe dulce aunque aliños amargos se cuelen en el plato del día....
Tenemos ese poder.
Saludos y un abrazote

Plasoaris dijo...

Bufff muy bueno. Yo creo que para cada uno, el sabor de la vida es distinto. Lo ideal es que al menos en todos los sabores estuviese el sabor dulce.

Un saludo.

Anónimo dijo...

¡Y es justo en ese momento, en el que la vida sabe a vida!...

Hermoso post, alguien que se sienta triste o deprimido, después de leerlo, seguro verá la vida desde otra perspectiva. Salud!!!

Abrazos con cariño

Mónica Lima Quinto dijo...

Bellas palabras que alimentan el alma.
Salud

Pedro J. Sabalete Gil dijo...

Me identifico con ese sentimiento vital; es más, lo siento propio. ¡Y que bien viene en este día!

--

Saludos.
~~~~~~

Jassy dijo...

Pasando por aqui para desearles felis dia de la amistad!!!
besos a los dos

Sluagh dijo...

Cuando ciertas cosas enmudecen, cuando lo que sobra se hace a un lado, ahí está: el sabor de la vida. Bueno, siempre estuvo, salvo que ahora se hace evidente. Lástima que tan a menudo estemos tan preocupados por vivir que nos pase desapercibido el sabor de la propia vida.

Hermosísima vuestra reflexión. Me alegro de que sepáis paladear así la vida, con esos pequeños pero grandes sorbos. Y también me alegro de que sepáis describir ese sabor.

Un abrazo.

Calle Quimera dijo...

Gracias, Poeta. Un beso, y salud.

Calle Quimera dijo...

Es que la vida se nos queda prendida de los olores, Alberto, de los sabores, los colores... Se nos queda enredada en ellos, y por mucho tiempo que pase cualquiera de esas sensaciones nos trae de nuevo ese trocito de vida como si no hubieran pasado los años por ellos. Son nusra memoria, y lo que permanece en ella no ha pasado del todo.

Besos, y salud.

Calle Quimera dijo...

En la mejor tableta de turrón se cuela una almendra amarga, Lena, es inevitable. Ya se encaragrá el siguiente trocito que mordamos de recordarnos que en realidad la tableta es dulce...

Besos, y salud.

Calle Quimera dijo...

Precioso tu comentario, Nochestrellada, un perfecto complemento al post. Más que complemento, una ampliación. Gracias por habernos dejado estos sabores de la vida tan hermosos. Y gracias también por haber querido compartir con nosotros un premio que tan merecidamente obtuviste.

besos, y salud.

Calle Quimera dijo...

Qué gran verdad, Paco... Hay veces que empacha, pero no trada uno en darse cuenta de que en realidad sabe a poco.

besos, y salud.

Calle Quimera dijo...

Muchísimas gracias por ese cumplido, Manuel. Lo mejor es que todo el mundo tiene al alcance de su mano vivir con intensidad los mmuchos o pocos momentos buenos que le toque en el reparto, y encima es gratis, mejor y más barato incluso que un genérico.

besos, y salud. Y copita de vino, hombre..

Calle Quimera dijo...

Seguro que sí que vamos al mismo super, Trini... :-) Estos sabores se suelen vender en la misma cadena de suermercados.

No recordaba ya ese sabor a sábana suavita tras la sesión de cine de verano, y me lo has devuelto. Me gustaba tanto ese tipo de cine, llegar tarde a casa, meterme en la camita cansada pero feliz.. Chiquilla, un beso muy grande, y mucha salud.

Calle Quimera dijo...

Precisamente es en esos momentos cuando hay que hacer una paradita, Malena, sentir plenamente esos minutos agradables que siempre hay en el día, aunque no sea más que el hecho de tomarse una naranjada, y no pensar nada más que en el deleite que producen las sensaciones que se obtienen, como si el mundo se detuviera y no existieran más que esas sensaciones y tú. Créeme que hacer eso a diario las veces que se pueda es milagroso.

besos, preciosa, y ya te he puesto deberes. Mañana los miro y pongo nota... Salud, que no falte.

Calle Quimera dijo...

Si te ha alegrado siquiera unos minutos, Jassy, el post ya cumplió su función, ha servido para algo. Y eso nos alegra.

besos, guapa, y salud.

Calle Quimera dijo...

La vida siempre está rica, Allan, es cuestión de saber elegir el bocado, dejar de lado la parte dura y quedarse con la otra, la tierna y jugosa.

Besazos, y salud a tope, amigo.

Calle Quimera dijo...

De todo tiene que haber en una vida, Yraya, eso es inevitable, pero cuando nos llega un buen bocado es una lástima no saborearlo despacito, lentamente, llenándonos de él, y por desgracia se nos olvida. Tantas prisas siempre, por Dios..

Besote grande para ti tambié, y ya sabes: salud.

Calle Quimera dijo...

Ya sabes lo que dicen de los amores reñidos, Victoria, que son los más queridos. :-) Es mejor quererse así, con pasión y sanfre en las venas, a pesar de los enfados.

Besos, guapa, y salud.

Calle Quimera dijo...

Me ha gustado eso de que al final la vida sabe a lo que deseamos en el fondo, Abusus...

Es lo que le decía a Lena: raro es que no caiga una almendra amarga en una tableta de turron, pero sin embargo, ¿habrá algo más dulce que el turrón? Por suerte, tenemos el poder de quedarnos al final con ese saborcillo dulce.

besos, y salud.

Calle Quimera dijo...

Cada cual aprecia lo que responde a sus gustos e intereses, Plasoaris, lo importante es que sea algo que al final nos deje buen sabor de boca, y que nos dure todo el día.

Gracias por tu visita, te damos la bienvenida a esta calle. Saludos cordiales.

Calle Quimera dijo...

Es lo más bonito que nos podías decir, Raizen, de verdad. Poder dibujar una sonrisa en el corazón de alguien es lo m´s gratificante que hay. Muchas gracias por esas palabras, un besazo y salud.

Calle Quimera dijo...

Gracias, Mónica, es lo que intentábamos.

Besos, y salud.

Calle Quimera dijo...

Gracias, Mónica, es lo que intentábamos.

Besos, y salud.

Calle Quimera dijo...

Goathemala, nada más agradable que haber podido procurar una sensación así. Nos alegramos muchísimo.

Besos, y salu

Calle Quimera dijo...

Con un poquito de retraso pero con no menos afacto, te deseamos también que hayas tenido un buen dia de la amistad y del amor, Jassy.

Más besos y más salud.

Calle Quimera dijo...

Preciosa tu reflexión, Sluagh.. Para saborear la vida hay que aislarse de determinadas influencias, de elementos que nos perturban y nos impiden llegar a tomarle los sabores. y desde luego, acordarnos de vivir, que se nos olvida sumergidos en esta locura en que hemos convertido la vida.

Gracias por tus palabras, besotes bien grandes y salud.

Miguel Schweiz dijo...

Sabéis, he venido muchas veces, porque entre lo escrito y La Misión, me permite absorber tantas cosas... Gracias

Beso y abrazo

Enmascarado dijo...

La vida me sabe dulce cuando leo un post vuestro, cuando me besan...

salado ...cuando me río, cuando lloro y me trago las lágrimas...

ácido...con la ironía..mmm me gusta el toque que da

amargo... con la desigualdad, con la injusticia

Gracias por habernos hecho saborear tan exquisito bocado

Saludos¡¡

El antifaz dijo...

Un mismo momento puede dejarnos un sabor distinto dependiendo de cómo estemos. Hay momentos que se van rápido como un ascua alejada de la hoguera se apaga, y otros que perduran más de lo que quema un río de lava. Normalmente los primeros son dulces y los segundos amargos. La duración también depende de nosotros.
La cuestión es tener puesto en el paladar una sustancia mágica que intensifique cada sabor que vamos provando. Eso es vivir: saborear la vida. Los demás es sólo pasar por aquí.
Besos y abrazos.

poca luz dijo...

...una elegante sensualidad en este post.

...hoy, (que tengo tanto frío) para mí la vida tiene sabor a la añorada y esperadísima primavera.

Abrazos mis lindos.

María Narro dijo...

no veo...

ayer mi familia politica me machacó, y leer algo tan realmente bello y hermoso me ha desbordado...

gracias

Calle Quimera dijo...

No lo has dicho bien, Mariquilla, a ti no familia política no te machacó, lo intentó, que no es lo mismo. ¿Cómo van a poder con la marcianita de las coletas? Como diría mi compi..¡¡venga yaaaaaaaaaaaaaaaa.!!

Contigo no puede nada ni nadie, bobita, imposible, acuérdate de eso las 24 horas del día.

Un besazo como una catedral, y salud a chorros.

Calle Quimera dijo...

Toda la gama de sabores, Enmascarado, así sabe la vida: a dulce, amargo, ácido, salado... Y de ninguno se puede prescindir, y seguramente no se debe, para poder captar la esencia de la vida. Pero si se pudiera eliminar el amargo...

Besos, y salud.

Calle Quimera dijo...

Es un verdadero gustazo que en esta calle haya algo que puedas absorber, Miguel.

Un besazo, y salud.

Calle Quimera dijo...

Es un verdadero gustazo que en esta calle haya algo que puedas absorber, Miguel.

Un besazo, y salud.

Calle Quimera dijo...

Eso es cierto, Antifaz, todo lo que no sea saborear la vida intensamente es pasar por aquí. Y la cuestión es que para captar todas las esencias de la vida hay que pasar por todos y cada uno de los sabores, incluido el amargo. De ese sí que es imposible prescindir...

Besos, y salud.

Calle Quimera dijo...

Cada vez queda menos para ese sabor a primavera, Nada, por suerte. Un mesecito sin importancia...

Besos, y salud, guapísima.