lunes, 27 de octubre de 2008

UNIVERSO


Tus lágrimas saben a universo, a universo infinito e insondable, ese al que diriges tus ojos cada noche, lleno de promesas y de traiciones; a esas estrellas que miras e interrogas tan a menudo y que te devuelven una mirada enigmática, puede que irónica a veces, callada, silenciosa, muda a tus preguntas, quizás a tus súplicas...

Saben a soledad inmensa, dulce en ocasiones y amarga en otras. A veces amiga, refugio. A veces insoportable. Esas lágrimas saben a incomprensión, a dolor, a rabia, a tristeza, a impotencia, a vacío, a vértigo... A vida derramada. A caminos sin señales, que no llevan a ningún lado, a tempestades que impiden al barco arribar a ningún puerto y lo zarandean hasta casi hacerlo zozobrar entre un oleaje que aún hacen más tétrico los densos y oscuros nubarrones que lo envuelven... Al polvo que se mete en tu boca, levantado por tus pies al caminar por el desierto. Sí, sé a lo que saben tus lágrimas.

Ese cielo que ves cuando sales a tu terraza a fumarte el cigarrillo que acostumbras, el cielo al que te diriges, no está deshabitado, vacío. En una de esas estrellas, en la que más brilla, llevo meses , fumándome yo también el último Ducados del día y hablándote. ¿Nunca me has oído…?

Y en la isla donde te confinas, si miras, verás mis ojos, si escuchas, oirás mi risa. Tampoco ahí estás solo, es la misma isla en que vivo desde el principio de mi tiempo. Conozco cada recoveco de ella, cada piedra, cada acantilado... Conozco muy bien el sonido del aire que sopla en ella, he probado su sabor húmedo y salado, como el de mis lágrimas. He reconocido esa isla como el único lugar que puedo ocupar en el mundo. Si miras con atención me verás ahí, en tu isla, otra náufraga de la vida. Simplemente, mira bien. Tienes compañía.

30 comentarios:

El antifaz dijo...

Bueno, esto me suena a muy personal. Aun así, que alguien conozca el origen, el sabor de tus lágrimas es la seguridad de que la sordera no es la soledad, de que sois dos por lejos que os sintáis, de que cualquier palabra, gesto, fotografía, paisaje, recuerdo, os lleva al otro.
Quien llore que no me cuente por qué, que se lo cuente al cielo. Yo fumo, y él te entiende.
Un abrazo... cercano.

Manuel de la Rosa -tuccitano- dijo...

Me quitó el amigo del Antifaz las palabras... es algo íntimista que solo entiendes tu y la persona a que se refiere... pero en verdad... las alegrías compatidas: doble alegría; el dolor compartido se aminora... Un saludo

Anónimo dijo...

Entre dos las penas son más livianas. Lindo texto :)

Un abrazo

ROCIO dijo...

Hola soy Rocio de Valladolid, te visito y leo tus bellas letras.

Aqui en este hermoso mundo de desahogo donde nos expresamos y llegamos a hacer buenas amistades te dejo mi huella.

Saludos cordiales.

Rocío

Lena dijo...

Es lindo volver a leerlos nuevamente. Sigan asi, a pesar de todas las lagrimas con sabor a infinito..

saludos,
L

Anónimo dijo...

Cuánto más fácil sería todo si nos percatásemos de quién alguien nos apoya en la lejanía, nos abriga con su mirada cuidadora, nos vigila con dulce celo, aunque sea desde su mente hacia la nuestra. Abramos los ojos, los oídos, el corazón...a quién en verdad nos quieres y jamás nos defraudará.

Besos a repartir

Malena dijo...

Me emociona entrar a Calle Quimera y escuchar música. Esa música que no debe marchar jamás de ella.

Las luces se van encendiendo y empieza a transitar la gente por sus calles.

Del horno sale el olor a pan recién hecho y adentrándome más, encuentro a dos personas que piensan que viven en una isla, sin darse cuenta de que las playas se van llenando de viajeros que vienen a la isla a quedarse, porque aquí encuentran cariño y comprensión.

Es vuestra Calle Quimera, Avalon, Etinarcadia y los viajeros que van llegando somos nosotros, deseosos de esos abrazos que solo sabeis dar vosotros.

Os quiero a los dos, pero...eso no es nada nuevo.

Miles de besos, mi Dama, mi Caballero.

Anónimo dijo...

Delicadeza, belleza, sutileza y esa especie de serpentina fragil que parece unir cada letra al pecho de alguien lejano que, posiblemente, ande fumando ajeno a cada punto o coma, a cada pausa que extrae el sentimiento que pone impulso a la palabra siguiente.
Conmovedor.
Vino y besos.

dijo...

Me llenó de tristezas, me inundaste de lágrimas...
besos

Calle Quimera dijo...

Si alguien llora sin necesidad de contar el motivo nada más que al cielo porque otro fuma, y no solo te entiende el cielo sino también esa otra persona, no te quepa duda, Antifaz, de que es porque ella conoce el sabor de tus lágrimas aunque nunca las haya recogido con la yema de sus dedos.

Un abrazo cercano para ti también, y un beso.

Calle Quimera dijo...

Las alegrías compartidas se multiplican por dos, Manuel, y las penas compartidas se dividen por dos. Es una de las cosas más bonitas que tiene la amistad. La otra, saber que tienes personas que te entienden, que te quieren y que procuran arroparte cuando tienes frío...

Un besote.

Calle Quimera dijo...

Por lo menos se intenta que sean más livianas, Raizen, en la medida de las posibilidades de cada uno. A veces unas palabras bastan para aliviar el peso de la mochila aunque sea por un ratito.

Besos.

Calle Quimera dijo...

Bienvenida a esta calle, Rocío, gracias por tus palabras y por tu visita en nombre de Etinarcadia, el otro componente de este blog, y en el mío propio.

Saludos cordiales para ti también.

Calle Quimera dijo...

Gracias por el cariño que siempre dejas a tu paso por esta calle, Lena. Unas veces tocan lágrimas, otras sonrisas... Lo importante es ir siempre de la mano en ambas, ¿verdad?

Un besote.

Calle Quimera dijo...

Son preciosas tus palabras, Trini, tan preciosas como ciertas. Cualquier camino, por duro que sea, se anda siempre mejor con alguien al lado que te apoye, te abrigue, te vele... Lo peor es la impotencia de no poder hacer algo más efectivo que apoyar, abrigar y velar.

Un besazo, paisana.

Calle Quimera dijo...

Tengo que decirte lo mismo que a Trini, Malena, que tu comentario es precioso, y no solo por bello sino también por preciado. Has conseguido con tus palabras dar vida a la calle, hacerla casi un hogar.. Etinarcadia y yo siempre la vemos real, y tú la haces real cada vez que pasas por aquí.

Todos tenemos nuestra islita, creo, esa especie de sancta santorum donde nadie puede entrar porque, en lo más recóndito de nosotros mismos, estamos solos. Las sensaciones, las emociones, los miedos, las alegrías, los pensamientos, las ilusiones, el dolor, el sufrimiento... eso únicamente es de uno. Nadie puede vivirlos y experimentarlos por nosotros. Solo acompañarnos, sobre todo cuando tu isla es tan parecida a la otra que podrían ser la misma.

Te queremos los dos, gemelita, y eso también viene de antiguo.. :-) Un beso enooooooooorme.

No, no es nuestra calle Quimera, es vuestra, de todos. No os imagináis hasta qué punto formáis parte de ella, habitantes por derecho propio.

Calle Quimera dijo...

Confío en que quien tiene que entender entienda que uno está solo únicamente hasta donde lo quiere estar, Manuel, que, con la salvedad de ese sancta sanctorum propio de cada cual a donde nadie puede llegar, se puede optar por permitir a los demás que se aproximen hasta uno mismo o por alejarlos. Que necesitamos de los otros, y que siempre hay alguien cerca. Que nadie está del todo solo, excepto en aquello en que el hombre ha de plantar cara en solitario, pero no en lo demás.

Y yo creo que lo entiende.. :-)

Un beso, wine y de todo.

Calle Quimera dijo...

Todo tiene una cara A y una cara B, Enredada, o casi todo en esta vida. Saber que siempre hay alguien que te comprende y está a tu lado es la cara amable de la tristeza de estas líneas.

Besos.

Alberto López Cordero dijo...

Qué sensación más grata poder volver a pasear por vuestra calle con la frecuencia de antaño. No sé si es una especie de Flash back o es que la realidad a veces se mezcla con lo que hemos pensado y soñado durante un tiempo. Espero que el camino a partir de ahora sea mucho más ligero y sin tantas trabas y zancadillas como nos pone a veces la vida. Un abrazo y ni que decir tiene que teneis mis mejores deseos de felicidad.

Calle Quimera dijo...

Querido Alberto, nunca has dejado de pasear por esta calle, se veían las huellecillas de tus pies, y se te oía la voz... :-)

Por aquí andamos nosotros también, pasito p´alante, pasito p´atrás, como decía la canción, pero pasitos al fin y al cabo.

Un besazo y un abrazo, muchachote.. :-)

Raùl Junquera dijo...

Por aquì andamos guapetona, la verdad que un poco cansao, què bonita mùsica y què bello texto.

saludos!!!!!!!1

Calle Quimera dijo...

¡¡Raúúúl....!! ¿Ya de vuelta? ¿Cómo ha ido ese Mc Donalds? ¿Y ese aniversario? Espero que todo genial, ya nos contarás (hasta donde se pueda, claro..je..)

Un beszo, rey.

Miguel Schweiz dijo...

...No sé qué decir. Son palabras que te dejan mudo, con la piel conmovida y los mirada opaca con esa lágrima compartida.

Creo que cada vez más son las islas donde al menos podemos ser algo: náugragos...

Ya le dejé no sé qué a Etinarcadia, algo que saló sin pensar pero que fluía. Y creo que esto es tuyo ¿Verdad Avalón? Creo... De todas formas verlos juntos y haciendo es... ya sabéis.

Besos y abrazos a ambos y no abandonéis ni aquí ni acá.

Anónimo dijo...

Queda un hermos texto y las salinas lagrimas fecundando la tierra....un abrazo.

yraya dijo...

Un post lleno de sentimientos, muy bonito.
Chica que claridad le habeís dado a vuestra calle.
Un besote.

Calle Quimera dijo...

Tú siempre resultas expresivo, Miguel, aun con la palabra contenida, y te agradezco esas que dejas.

No te equivocabas, este texto salió de mi teclado, pero me cuesta trabajo decir que es mío... Es raro que Etinarcadia no esté presente de alguna manera en la mayoría de lo que se publica en Calle Quimera, aunque solo sea para dar el visto bueno, para discutir un poco y llevarnos la contraria...je..

Un besote grande, grande, poeta.

Calle Quimera dijo...

Eso que dices no solo es precioso, Prometeo, sino también cierto. Las lágrimas rara vez son estériles, siempre fecundan algo, aunque sea la serenidad que dejan después de afluir calientes por las mejillas.

Un abrazo para ti también.

Calle Quimera dijo...

Gracias, Yraya.... Pues sí, hemos descorrido un poco las cortinas, que hacía falta dejar que entrase la luz un poquito...

Besos, guapa.

Vizconde de Bragelonne dijo...

Sin ninguna duda muchas de mis lágrimas saben a polvo que se mete en mi boca levantado por mis pies al caminar por el desierto.

Y yo hasta ahora sin saberlo. Muchas gracias.

Un abrazo... y que no falte

Calle Quimera dijo...

las lágrimas saben a polvo muchas veces,no te quepa duda,el que levantan nuestros pies en el camino o el que levantan otros.

Salud¡¡¡