martes, 12 de agosto de 2008

LA PUERTA



La puerta es verde. Extraño color para una puerta... Querría cruzarla y no me atrevo, no sé dónde me lleva, es posible que al mismísimo infierno. Pero el verde es el color de la esperanza, saco valor de mis bolsillos, mi mano agarra el pomo con fuerza y abro.

Cruzo el umbral y solo hay gris, un inmenso y plano vacío gris que todo lo ocupa y parece flotar en la nada. Pero sobre esa nada, cubriéndola, se extiende hasta el infinito una bóveda oscura,inmensa, tan cuajada de estrellas como una noche de verano. El miedo desaparece para dar paso a la sensación de que conozco ese cielo, de que él me conoce a mí, de que no solo he estado ahí antes, sino de que ahora me encuentro realmente en casa. Recuerdos de un pasado incierto se agolpan en mi mente, pugnando por decirme algo al oído, en susurros sin voz. Me hablan de algo que no conozco, que no entiendo, pero que en algún recóndito lugar de mí sé lo que es. Un pasado que dice que es mío, aunque no forma parte de mi memoria al otro lado de la puerta, y quiero creer que es así, necesito creerlo, volver a un principio, a un pasado, tal vez a un futuro que ya he vivido y añoro profundamente.

Te siento... Siento tu presencia, sé que estás ahí. Miro a mi izquierda; de la nada gris emerge ahora una escalinata que no comienza ni termina en ninguna parte. Son las que Kronos cincelara en los principios de todo lo que existe. Figuras altas, enjutas, envueltas en negras túnicas, cabezas y rostros encapuchados, suben o bajan majestuosos, lentos, los escalones. Son los Señores del Tiempo. La arena de los relojes que llevan en la mano permanece en el bulbo de cristal superior del artilugio, ni un solo grano cae en el inferior.

Más allá, tan lejos que podría tardar eones en llegar pero tan cerca que las veo casi al lado, débilmente iluminadas por una claridad crepuscular, mortecina, que no sé de dónde sale, se levantan a duras penas unas paredes de lo que pudo haber sido una casa, casi un palacio, unas paredes rotas, con los huecos donde una vez debieron de ir encastrados los marcos de las ventanas desmesuradamente agrandados, desangelados, como enormes y voraces bocas desdentadas. Ni siquiera hay techo. Pero en esa inmensidad limitada por muros desarrapados estás tú. Me sonríes, te sonrío, me pides que me acerque a ti y convierto los eones en segundos, los necesarios para llegar a tu lado. Te sientas junto a una columna que yace caída en el suelo, una columna ciclópea, de tal longitud y grosor que es impensable que hubiese podido pertenecer a la casa entre cuyas paredes cansadas nos hallamos. Ni a esa ni a ninguna edificada jamás por el hombre...

No es la única, hay varias más diseminadas allá y acá por el suelo, sin orden alguno. Y en medio, un gigantesco reloj de arena, igualmente abatido en el suelo pero en el que, curiosamente, a pesar de hallarse los dos bulbos en paralelo, la arena va cayendo lenta, implacable, de uno a otro. Me siento a tu lado, sin dejar de dirigir miradas de reojo, un tanto aprensivas, al reloj. Sé que, entre estas paredes, el tiempo sí está transcurriendo; por cada grano de arena que se desplaza de uno de los receptáculos de cristal al otro, una hoja seca, marchita, aparece sobre el suelo, tapizándolo poco a poco. Algunas se mueven, empujadas por ningún viento.

Las estrellas nos contemplan y las contemplamos fijamente, parecieran millones de ojos en el firmamento solo pendientes de nosotros. Me miras, tus pupilas son signos de interrogación, y te explico que nos hablan porque ya nos conocieron, tú y yo en otro lugar, en otro tiempo. Hace tanto ya.... Siento que la casa que se alza entre mis sueños de cada día, la casa de un pasado envuelto por las brumas que sobre él arroja la realidad en que nos desenvolvemos al otro lado de la puerta verde, estuvo ahí, pero ya resulta imposible reconocer este pasado. Ambos lo sentimos como nuestro, pero lo hemos olvidado. Solo nos queda un vacío en el alma, el hueco dejado por lo que existió una vez, un vacío profundo y desolador, desazonante, doloroso, en cuyos bordes se acumulan restos de sueños por cumplir, los despojos de otras verdades oscurecidas por la vida que vivimos al otro lado de la puerta verde.

Sabemos lo que nos están diciendo las estrellas, que ese pasado continúa dentro de nosotros, encapsulado en la fibra más escondida de nuestro ser, y querrías creer que está tan vivo como en los principios de todo lo que es, y que solo duerme, dispuesto a volver a la vida en cualquier momento, pero sabes que en cuanto volvamos a cruzar el umbral no será así. Algún día, en cualquier lugar, dos personas se sentirán. Como nos sentimos tú y como yo. Y volverán a preguntarse el porqué de esa sensación ya conocida. Y así miles de veces hasta que regresemos al lugar de donde vinimos la primera vez, porque en esa primera vez dos eran uno, una sola alma.

Callas, y unes tu silencio al eterno e inmutable del espacio. Y sumo mi silencio al tuyo, y mientras los Señores de Tiempo siguen subiendo y bajando por esas escalinatas y la arena de sus relojes inmóvil, me sumo a ti, hasta formar uno solo, lo que fuimos desde el principio de todo lo que existe. Es apenas un momento, un momento eterno que aúna lo que fue, lo que es y lo que será por siempre. Solo rompen tu silencio y el mío, el del espacio, la música del orbitar de astros y planetas.

Mira, el gigantesco reloj que yacía en el suelo, junto a las columnas, ha terminado de vaciar el contenido de uno de sus receptáculos de cristal en el otro. La arena de los relojes que los encapuchados sostienen en sus manos comienza a moverse. Sé que es la hora de cruzar la puerta verde de nuevo, y a ella me dirijo inevitablemente. Tú no puedes venir conmigo, habrás de cruzarla en otro momento, hacia otro lugar. Al otro lado seguiremos siendo dos, pero dicen las estrellas que una vez solo hubo uno, y quizás en el futuro de aquel pasado vuelva a ser así.

ETINARCADIA Y AVALON

43 comentarios:

Victoria Caro dijo...

uf! qué subidón. Creo que es la primera vez que escribo un comentario sin leer el articulo, pero es que la alegría de volver a teneros es quizás, en este momento, lo más importante.

Encantada de vuestro regreso y tranquilos que ahora leo el post.

Un abrazo y muchísimos besos.

Anónimo dijo...

Coincido con Victoria, estoy encantadísimo con el reencuentro y agradecidísimo por vuestro saludo a Vicente Darío.
Esta vez os mando un besazo, pero de los gordos, un peaso de beso.

Jassy dijo...

No me lo creo vuelvo de estar desconectada y estan ahi!!! Es genial!!! besos a los dos, a esos dos que son uno hasta el infinito y mas alla
muackssss!!

Anónimo dijo...

Lindo post y es bonito saber que están de vuelta.

Un abrazo con cariño

Calle Quimera dijo...

Qué gracia nos hizo tu comentario tan expresivo, Victoria.... Muchísimas gracias por tan cariñosa acogida, guapísima, un besazo, y salud.

Calle Quimera dijo...

Nosotros estamos encantadísimos teniéndote de nuevo entre nosotros, Manuel, y más aún después de haber visto a esa criatura tan hermosa que habéis tenido. Anoche pasé por tu casa, y es una preciosidad de niño. Enhorabuena, campeón. Un besazo, salud, rosas y..leche.. :-)

Calle Quimera dijo...

Jassy, es estupendo verte de nuevo, y contar con tu cariño, siempre reconfortante. Un beso muuuuuuuy grande, y salud.

Calle Quimera dijo...

Gracias por tus palabras, Raizen, y sobre todo por haber estado siempre paseando por esta calle, vigilándola en nuestra ausencia. Te lo hemos agradecido muchísimo.

Un beso muy grande, y salud.

Manuel de la Rosa -tuccitano- dijo...

Bueno, bueno...pues al igaul que escribís "Al otro lado seguiremos siendo dos, pero dicen las estrellas que una vez solo hubo uno, y quizás en el futuro de aquel pasado vuelva a ser así." Que continueis siendo dos/uno, que más da, lo bueno es que volvisteis....saludos

Anónimo dijo...

Ante todo, mi más alta alegría por vuestro regreso, que estaba deseando:):)

Luego, tras leer este precioso texto, me ha parecido que habéis descrito el país de las almas gemelas. Justo así ha de ser ese lugar donde reposan, mientras se hayan separadas una de otra y, el color de la puerta significa, que la esperanza está viva y, si no es esta vez será la siguiente, la era gloriosa del reencuentro.

Besos muchos y salud más

Nochestrellada dijo...

Es una gran alefgría saber que esta calle vuelve a ser la que era...
Una mararavilla este regreso...
muy bello texto!

un beso grande para ambos
y polvo de estrellas***

poca luz dijo...

...una alegría vuestro regreso.

Un placer la percepción del tiempo de una mente libre.

Un abrazo enorme.

yraya dijo...

Como siempre genial!!
Me alegra mucho que esteís de vuelta, y supongo que con las pilas bien cargadas.
Un besote

Anónimo dijo...

Hermosa vision de esos mundos paralelos, mundos de lamas gemelas, de las otras "cosas" que pudimos ser y no somos (la imagen de los señores del tiempo bajando y subiendo con sus relojes de arena es sensacional)...un fuerte abarzo.

Calle Quimera dijo...

Sabemos que te alegras sinceramente de nuestro regreso, Trini,
y te lo agradecemos de todo corazón.

Así es, esa puerta era verde porque ese es el color de la esperanza, de hallar alguna vez el origen de todo lo que somos y lo que fuimos. ¿Nunca te ha parecido que conoces a alguien de toda la vida, aunque tu encuentro con esa persona sea reciente? Era bonito pensar que, efectivamente, hace mucho, hubo un tiempo y un lugar en que fue así, y que en algún rincón del corazón y de la memoria ha quedado huella de aquello.

Un besazo enorme, y salud a raudales.

Calle Quimera dijo...

Gracias por tus cariñosas palabras, Nochestrellada. La calle vuelve a estar transitada, y os agradecemos que estéis formando de nuevo parte de su bullicio.

Un beso grande, salud y... oye, que ha sido muy bonito eso del polvo de estrellas.. :-)

Calle Quimera dijo...

Es lo bueno que tiene la mente, Nada, que no hay límites ni fronteras para ella. Por lo menos, ahí no existen, y ya es un alivio poder escapar aunque sea ahí de todas las que nos impone la vida cotidiana.

Es un gustazo saludarte y darte un beso enorme, guapísima, y poder desearte salud.

Calle Quimera dijo...

Bienvenida, Yraya, nos alegra muchísimo verte de nuevo. Muy cargadas no es que estén las pilas, pero al menos sí lo suficiente como para poder reemprender camino por esta calle.

Un besote, guapa, y ya sabes, salud.

Calle Quimera dijo...

"Poesía" aparte, Manuel-T, somos dos que bien podrían ser uno por la gran afinidad que hay entre nosotros... :-)

Estamos de vuelta, sí, mientras el cuerpo aguante por aquí andaremos.. :-)

Besos, y salud.

Calle Quimera dijo...

Quizás haya en algún punto de ese cielo que nos mira por la noche con los mil ojos de sus estrellas un lugar donde fuimos antes que ahora, donde fuimos de otra manera, y donde volveremos a ser algún día. Quién sabe, Prometeo, pero por soñarlo que no quede, ¿verdad...? :-)


Un beso muy grande, mucho, y salud. Gracias por seguir ahí....

Ashbless dijo...

Una alegría teneros de vuelta. Al leer el comentario en la partida... me ha picado la curiosidad y he pasado a comprobar como iban las cosas por la calle.

Nada dura eternamente, y las ausencias tampoco. Bienvenidos a vuestra calle.

Un abrazo

Alberto López Cordero dijo...

Yo, como siempre, vengo un pelín tarde, pero ni que decir tiene lo maravilloso que me resulta venir a vuestra calle, nuestra calle, y ver de nuevo la luz encendida. Es toda una buena noticia, en tiempos en los cuales, todos, yo me incluyo, estamos necesitados de un pequeño empujoncito, un abrazo y un minuto de comprensión y apoyo. No sé si deciros que se os ha echado de menos, porque creo que ausentes no habeis estado nunca, al menos para mi. Un beso y un abrazo a ambos. Sábado, 16 de Agosto 12,48 de la noche, en completa soledad en casa por motivos laborales de mi señora. ¡¡Coño¡¡ me voy a tomar una copa para celebrarlo.¡¡va por vosotros, a vuestra salud¡¡

El antifaz dijo...

La única manera de jugar con el tiempo y ganar es no contarlo, y vivir pensando que siempre hay más arena que pasará por el cuello del reloj.
Benvinguts una altra vegada.
Un abrazo.

Vizconde de Bragelonne dijo...

"(...)y quizás en el futuro de aquel pasado vuelva a ser así."

Gracias por hacerme cruzar de nuevo, por primera vez, la puerta verde. Hacía tiempo que me preguntaba qué puerta abre esta llave que acabo de encontrar y que he usado miles de veces, casi a diario.

Definitivamente ha sido un placer leeros de nuevo, y para que no quede en mero placer, lo tornaré pedagógico, y me propongo, como si fuera un personaje de Millás, volver al otro del calcetín(*), una vez más, más a menudo.

Un abrazo, bienhallados de nuevo, ...y que no falte.

(*)"El orden alfabético". Juan José Millás.

El perro andaluz dijo...

Celebro mucho su aparición, que no sé si será permanente (esperemos que sí) pero que se ha hecho esperar y a vaya que valió la pena.
Un abrazo mis valientes.
Los quiero.

Patricia Gold dijo...

Hola amigos...
Los leí el otro día en mi blog y me sacaron una sonrisa, habia venido por este espacio y no los vi.

Malena se pondrá feliz cuando regrese..(falta poco la tengo al teléfono para sermonearme y cuidarme todo el tiempo)

Yo soy feliz, no puedo negarlo.
Me gustó leerlos desde que ella me los recomendó.
También me fui triste muchas veces , no miento jamás.

Este post lo leí con atención.
No deja de tener cierta melancolía, y esa música que colocan es alucinante, pero yo soy de penar por qué siempre debemos escribir temas alegres???
No es una regla...yo escribo lo que siento y se percibe en la licuadora que hago en mis posts.Pero soy feliz haciendolo.

Me quedó algo de dudas o tal vez yo interpreto varias cosas.

Es un pasado que duele?..es un ser que va a verse en ese pasado que lastimó y marcó?
o son dos personas que no están juntas aún.?

Me quedo con la primera. Me senti identificada, muchas veces viajé al pasado y abrí esa puerta, pero aprendí que solo sirve para verlo, aprender, perdonar, y perdonarse y cerrar y cicatrizar heridas y a partir de ahí vivir el presente,sin pensar en el futuro.

dicen que el presente por algo se llama así es un "regalo" entre dos extremos..:)

Me gusta pensar eso.
La otra interpretación podria usarla en este momento de mi vida más que nunca,pero no deseo.
Creo que debo dejar que ese ser esté en paz y parte de él quede en mi alma y mi corazón

Me alegra de verdad leerlos, me alegra visitarlso y justo ahora iba a cambiar mis blogs en mi side bar (tengo muchos linkeados, pero suelo poner los que voy disfrutando leer)
ahí estarán, este texto es digno de ser leído...

Mil besos y un gran abrazo para ambos.

Patry

María Narro dijo...

¿y yo qué digo?

¿que ha sido y es un verano raro? ¿que nunca os fuisteís porque la gente que cala siempre está? ¿que os habeís inventado eso de salud! y un beso para parecer dos?

os quiero mucho.

pd. la puerta siempre abierta, porfaplis.

Calle Quimera dijo...

Es igualmente una alegría estar de vuelta, Ashbless, y reencontrar a
los compañeros de siempre, su compañía y su afecto.

Las cosas por la calle van despacito y con no muy buena letra, pero van, que es de lo que se trata.

Un beso enorme, y salud.

Calle Quimera dijo...

Alberto, tú jamás llegas tarde a nada, el cariño que siempre nos has demostrado viene por delante de ti, precediéndote. Él ya está aquí, en esta calle que es vuestra y nuestra, y en la que ninguno, cada cual a su manera, ha dejado nunca de estar.

Un besazo enorme, y toda la salud del mundo.

¿A que de vez en cuando eso de quedarse solito con uno mismo es
genial? ;-)

Calle Quimera dijo...

Esa es una buena política, Antifaz; contar el tiempo es de alguna manera ceder ante él, concederle el dominio sobre nosotros, vivir bajo su tiranía. No podemos sustraernos a su poder, pero al menos hacerle alguna finta que otra sí....


Besos, y salud. Y mil gracias por tener la deferencia de dejar ese
saludo en la lengua del levante español. :-)

Calle Quimera dijo...

Siempre hay puertas que cruzar, Vizconde, a veces tenemos la llave en el bolsillo y a veces no, a veces sentimos miedo de traspasarlas, o simplemente vagancia, apatía... A veces hay respuestas tras ellas, y a veces no, solo más preguntas. Si no las abrimos, desde luego no lo sabremos, pero la opción es siempre nuestra.

Un beso grande, bienhallado,y..que no falte, desde luego.

Gracias por el toque pedagógico.. :-)

Anónimo dijo...

Lo he leído varias veces y sé que tras estas líneas hay mucho, mucho más... por eso mañana volveré, con tiempo, sin prisa, sin reloj... y abriré la puerta porque aquí no necesito llaves, siempre la encuentro abierta y se respira a hogar... ;-)

Un beso enorme Avalón y otro un poquito más grande para Etinarcadia.

Calle Quimera dijo...

Gracias por tu cariñosa bienvenida, Allan. Lo que sí que merece la pena es encontrarse con vuestro afecto y vuestra simpatía, de verdad.

Te queremos, amigo. Un beso muy grande, y salud a raudales.

Calle Quimera dijo...

Sí que hay melancolía en este post, Patry. Nosotros también compartimos tu opinión, no hay ninguna obligación de postear siempre temas alegres. La vida no lo es a todas horas, qué más quisiéramos a veces, pero no lo es, y fingirlo tampoco lleva a ninguna parte.

Intentaré disipar la duda que tenías respecto al texto. Se trata de un pasado que duele, sí, que duele en tanto y en cuanto no se consigue traer a la memoria, es la sensación de que hubo un momento anterior a todo lo que se recuerda haber vivido y que se nos escapa. Un pasado muy remoto al que el protagonista ha logrado acceder a través de la puerta verde, y donde se reencuentra con lo que fue una vez, tanto él como la otra persona, alguien a quien le une una gran afinidad.

Quizás la segunda interpretación que hacías esté más cerca... Piensa que el dejar que ese ser esté en paz no está reñido con conservarlo dentro de tu alma. Lo que no sirve de mucho es rebelarse contra los hechos consumados; una vez asumidas las ausencias, lo que queda es conservar para siempre viva a esa persona dentro del alma.

Hay algo que has dicho con lo que no puedo estar más de acuerdo.

"muchas veces viajé al pasado y abrí esa puerta, pero aprendí que solo sirve para verlo, aprender, perdonar, y perdonarse y cerrar y cicatrizar heridas y a partir de ahí vivir el presente,sin pensar en el futuro."

Ese es mi lema...

Un beso enorme, Patry, mucha salud, y gracias por tu presencia en esta calle. La iluminas.. :-)

Por lo que me cuentas pronto tendremos a Malena en los blogs. Se la echa de menos...

Calle Quimera dijo...

La puerta siempre queda entornada por lo menos, María, para que se cuele gente como tú, que dibuja la sonrisa aunque todo se empeñe en borrarla.

Sí que somos dos, se nota sobre todo cuando discutimos..je.. Lo volvimos a hacer cuando preparábamos este texto, y fue glorioso. Se echaba de menos...

Un beso muy grande, princesa. Y salud. :-)

Calle Quimera dijo...

Domingo, tú no necesitas llave nunca, lo sabes. En la calle de las quimeras hay una vivienda que posees en propiedad, la construiste ladrillo a ladrillo.

Un beso enorme, y salud.

Así que el beso más gordote pa Etinarcadia, ¿ehhhhhhhhhhh...? Sniffff....snifff.... ;-)

MentesSueltas dijo...

Bellisimo... me gusto leerte. Las puertas y nuestros miedos.

Prometo volver.
Te abrazo.

MentesSueltas

Sluagh dijo...

Lo primero ¡saludos! Me alegro que hayáis vuelto por aquí Avalon y Etinacardia (bueno, yo he estado también un poco ausente, así que quizá lo he notado menos).

Precioso y muy evocador el texto.
El tiempo, el pasado, e incluso el futuro, a veces tienen la cualidad de estar con nosotros en el presente, de acompañarnos, aunque en ocasiones parezca imposible que hayan ocurrido o que puedan hacerse posibles. De los dos, el pasado tiene la insidiosa cualidad de poder resultar doloroso, tanto por ser demasido dichoso como por ser demasiado amargo... Pero al menos, quiero creer, que aunque doloroso, el pasado nunca resulta vacío, pues siempre nos enseña algo que tener en cuenta en el presente y desde lo que mirar hacia el futuro.

¡Besos y salud!

Malena dijo...

¿Se puede? ¿Puedo entrar? Con permiso.

Mis queridos amigos y compañeros Avalon y Etinarcadia: Se puede perdonar la ausencia después de haber leído este escrito.

Es algo maravilloso en el que me habeis hecho sumergirme. Son esos sueños que a veces ctenemos y que son difíciles de explicar con palabras pero esos "monstruos" que sois vosotros lo habeis conseguido.

Es un verdadero placer llegar a mi Calle Quimera y encontrar una inspiración tan enorme.

No volvais a dejarme sola :(

Os quiero.

Malena

Calle Quimera dijo...

Malena, una alegría volver a verte por aquí.Esta es tu casa.Salud¡¡¡.

Calle Quimera dijo...

Gracias por tus palabras y por tu visita, Mentessueltas.

Un abrazo, y salud.

Calle Quimera dijo...

Sluagh, qué alegría reencontrarte.... Yo también lo creo así, el pasado siempre resulta, a la larga, doloroso, tanto cuando lo fue como cuando resultó placentero, en este último caso porque se trata de vivencias que ya no volverán, y duele desprenderse de lo bueno. Y también estoy convencida de que jamás resulta estéril, el presente tiene sus raíces y se alimenta del pasado, y se explica gracias a él. Como dice un amigo mío: quien ha vivido y no ha aprendido del viaje, no merece saber nada.

Un beso muy grande, y salud.

Calle Quimera dijo...

¿Cómo que si se puede entrar, Malena? Si estás en tu calle... No necesitas permiso de ninguna clase para entrar y salir a tu antojo. Es una verdadera alegría tenerte aquí de nuevo, gemelilla, y que este sueño le haya gustado a la hacedora de ellos por excelencia.

un besazo graaaaaaaaande, graaaaaaande, y toda la salud del mundo. Te queremos..