miércoles, 13 de junio de 2007

HOY LLUEVE NEGRO


Este mundo es el camino
para el otro, qu'es morada
sin pesar;
mas cumple tener buen tino
para andar esta jornada
sin errar.
Partimos cuando nascemos,
andamos mientra vivimos,
e llegamos
al tiempo que feneçemos;
assí que cuando morimos,
descansamos.

Coplas por la muerte de su padre. JORGE MANRIQUE

La vida como camino, tópico medieval por excelencia. Pero..¿en realidad es solo un tópico? Cuando nacimos nadie nos dijo que a vivir solo se aprende viviendo, lo mismo que a andar solo se aprende andando. Y ni lo uno ni lo otro resultan fácil por lo general. Mantener el equilibrio tanto en una como en otra tarea se logra, pero a costa de muchas caídas. Sobre todo cuando caminan tras nosotros los diablos, rojos y negros, bailando, riendo, llamando a la subversión y al desvarío, hostigando con sus palos miedos que a veces parecen atávicos, incertidumbres, anhelos, removiéndolos y haciéndonos tropezar con ellos.

¿Cuántas veces habremos oído que la vida es pasar por ella con la gloria y el miedo de caer, como cantaba el poeta...? Para todos aquellos que después de hincar rodilla en tierra se levantan...

Avalon

HOY LLUEVE NEGRO

¿El servicio, por favor...? Gracias...

Bajo la tétrica luz prestada a desgana

por una desnuda bombilla punteada en negro

por excrementos de mosca,

los dedos buscan mi garganta entrenada.

Trozos de hígado salpican, cuadros colgados en ellas,

las sucias paredes del retrete.

Buena imagen para un Witkin...

Por fin, después de la sangre ya oscura,

viene la calma. No tendría que beber... Duele.

En la calle, que respira indiferencia, está lloviendo.

Negro es el color del agua; ensucia mi cuerpo.

Negro suena hoy mi corazón... Duele.

En la acera gris escupitajos sazonados en sangre,

grotesco festín para el perro rabioso.

Bourbon para mí, mientras mis dientes se aprietan

con fuerza esperando el castigo.

Aliento putrefacto en silencio respira... sobrevive.

En el deprimente baño, otra vez, me esperan

sombras que rasgan mi espalda.

Escapan fugaces a mi vista, me hacen daño...sangro...

Negra la sangre, un mar...

Ya están aquí... Fantasmas trajeados,

rojas sus corbatas, muerte en sus bolsillos...

Alguien grita ; miedo suspendido en el aire.

Al fin despierto... Una pesadilla.

Fuera parece que llueve, saco mi mano por la ventana.

Sí, llueve negro hoy.

Siento náuseas... Mejor me voy al bar.....

ETINARCADIA

42 comentarios:

Calle Quimera dijo...

He caido y levantado un millón de veces.La niebla de Avalon siempre en mi,dandome fuerza para vivir e intentar respirar su aire libremente...con Amor.
Cuando escribí este poema estabas en mi corazón,hoy abrazas mi Alma.Volveré a caer y me levantaré,así me parieron.No puedo agradecerte tu cariño,tu Amor ,tu sonrisa..mejor me las guardo en el bolsillo por si tuviera que correr. SALUD.P.D:un 10 para la foto.

Calle Quimera dijo...

Siempre te levantarás, lo llevas en la sangre. Volverás a hincar la rodilla en tierra, porque jamás has llegado a clavar ni siquiera las dos, y volverás a erguirte un millón de veces más. Hasta que un día la cabeza se levante orgullosa, las piernas firmes...ya para siempre, para no caer nunca más.

No tienes nada que agradecer, porque siempre inspiraste esa sonrisa que todo lo engloba. Guárdalo todo en el bolsillo, pero nunca tendrás que correr. No sabes hacer eso. Salud, compañero. Y esa sonrisa, la que a ti te gusta. Capullo.. snifff....

yraya dijo...

uuuufff, que agobio me ha dado, menos mal que era una pesadilla.

saludos a los dos

Calle Quimera dijo...

No te agobies chiquilla,a veces llueve negro en el Alma.Pero esta siempre está asalvo envuelta en Luz. Salud.

El antifaz dijo...

Bueno. Puede que de tanto caer nos queden cicatrices o marcas imborrables. A veces convivimos con ella; a veces simplemente vivimos gracias a ellas.
Precioso post.
Besos.

El perro andaluz dijo...

Hermosa forma de compartir un espacio y no sólo me refiero a este remanso de la calle quimera, sino a todo espacio y acto que consagra sus vidas.
Reciban un abrazo inmenso de su fiel seguidor y deseo con crispación que todo esté bien mi querido Etnicardia.

Stephanie Stoopen dijo...

Es verdad a veces llueve negro y amanece negro y anohece negro y cuando intentamos despertar de la pesadilla nos damos cuenta de que la verdadera pesadilla está en despertar y no seguir soñando. Yo por eso sueño, sueño.

Excelente como siempre, un saludo mexicano.

P.d te he posteado espero que no te moleste..

Anónimo dijo...

Quimera...
realidad-pesadilla
pesadilla-realidad

No sé... (...)

Un abrazo

Calle Quimera dijo...

Sí que quedan marcas, Antifaz, y cicatrices, una veces mejor cerradas, otras peor, de esas que duelen cuando cambia el tiempo. Pero se sobrevive, ya lo creo, y como bien dices,muchas veces se vive gracias a ellas. O al menos, enseñan a vivir.

Gracias por tu visita, es un placer tenerte en esta calle.

Abrazos.

Calle Quimera dijo...

Este es un blog a dos, Allan, y en todos los sentidos. Aunque más bien debiera decir que es un blog a uno, porque es un único espíritu, repartido entre dos cuerpos, el que lo alienta. Aunque nos separan 700 kms, Etinarcadia siempre está en lo que hace Avalon, y Avalon en lo que hace Etinarcadia.

Gracias por tu interés en Etinarcadia, Allan, de todo corazón.Está bien... Los poemas son formas de canalizar lo que a veces se lleva dentro, vías de agua por donde escapan las que sobran, maneras de exorcizar demonios..y quedar en paz.

Un abrazo. Mejor dicho, dos. Con todo el calor y la sinceridad de los que se dan aun habiendo pantalla por medio.

Calle Quimera dijo...

Es cierto, Stéphanie, a veces llueve tan negro a todas las horas del día o de la noche que es mejor seguir soñando, porque la verdadera pesadilla se despliega ante los ojos cuando los abrimos. Por suerte nada es eterno, ni siquiera la lluvia, y menos aún la negra. Más tarde o más temprano sale el sol, fuera y dentro de nosotros. Es el momento de abrir los ojos...

Gracias por enlazarnos, por supuesto que no nos ha molestado, al revés... Hemos hecho lo propio contigo. Un beso.

Calle Quimera dijo...

Hay veces en que la realidad adquiere tintes que superan la peor pesadilla.. O que estas hacen que los adquieran así. Resulta difícil deslindar dónde empiezan las unas y dónde acaba la otra, porque las interferencias son muy acusadas.

En cualquier caso, ahí queda la gloria y el miedo de caer, como cantaba Alberto Cortez. Y la grandeza de saberse levantar después.

Un beso, compañero.

txanba dijo...

me iré al bar... a beber algo para que me quite ese sabor a negro que, parece, sigue lloviendo afuera, y si, llueve, negro.

Calle Quimera dijo...

La Taberna del Irlandés, la mejor de esta calle, abre las 24 horas del día. ¿Qué te apetece beber, Txanba? Sí, ha llovido fuerte ahí afuera, y muy negro, pero parece que va remitiendo la lluvia...

Un abrazo.

SCD dijo...

Despues de la tormenta viene la calma, no importa si es negra, aunque a veces parezca nunca llegar, siempre termina llegando.
Excelente como siempre, saludos!!!!!!!!!!!!!!!

Recomenzar dijo...

Que puedo decirte que no te haya dicho antes.

Tu forma de redactar de plasmar las cosas en el texto..me dejan sin palabras
te dejo un abrazo y por supuesto NOS seguimos.

Anónimo dijo...

Gracias por vuestras palabras de apoyo. Tenía demasiadas dudas y no quería perder el norte.Es una suerte para mí tener al lado unas manos como las vuestras que te dan el empujoncito para seguir adelante. Un beso muy grande.

G.Ruiz dijo...

La lluvia negra ha de terminar un dia, que es la realidad, que es una pesadilla sino un viaje dentro de nosotros mismos, morimos y renacemos emocionalmente cada dia, decidimos donde estar y como estar.
la vida nos da un sin fin de posibilidades.

Misántropo dijo...

Qué cantidad de recuerdos y sensaciones compartidos. Algún día lloverá fuego, y aún así seguiremos adelante. Claro, así cualquiera.

Yo tambien me voy al bar, gamberros.

Besos, abrazos, saludos y saludes.

Menta dijo...

He leido tus comentarios en otros blog,hoyme dije"ve a su casa"... gran sorpresa!,por cierto muy agradable.
Placer provoca leer lo que se escribe con tinta y mas encima de un color intenso.

Un abrazo.

Menta

Calle Quimera dijo...

Siempre llega la calma, SCD,lo se, pero a veces tarda. Lo que anima es eso, que sabes que al final llegará.

Abrazos. Salud. ¿Como te va lo de internet? ¿Sigues aun con la duda sobe el router o cambiar de servicio?

Calle Quimera dijo...

Siempre tan amable,Mucha.Gracias por tus calurosas palabras, y por supuesto que nos seguimos. Un beso. Salud.

Calle Quimera dijo...

Por lo que te llevamos leido,eres una persona que merece la pena, Malena.Seguro que saldrás adelante, no flaquees.Un beso muy grande. Salud.

Calle Quimera dijo...

¿Recuerdos y sensaciones compartidas?Eso es un punto para el "haber", Misántropo.Y llueva negro o rojo fuego, siempre saldremos adelante,por supuesto. ¿Queda acaso otra opción?

Pasa y sientate,te estabamos esperando.Ante la mesa hay una silla con tu nombre.¿Cerveza...?
Un abrazo, y salud.

Calle Quimera dijo...

Gracias por tu visita,Mentacalida,es un verdadero placer.Espero que te sientas a gusto en esta calle,donde eres bienvenida.Un beso, me alegro que hayas disfrutado tu paseo por esta calle.

Calle Quimera dijo...

Es un interesante punto de vista el tuyo sobre las pesadillas como viaje interior,GRuiz.Algo que me gustaría pensar con mas detenimiento.Es cierto que nacemos y renacemos emocionalmente cada dia, que la vida nos da oportunidades a cada momento,pero tambien que no sabemos aprovecharlas.A veces, no tenemos perdón..

Abrazos.Salud.

Freddy Murphy dijo...

No puedes evitar que llueva, pero puedes evitar mojarte, y si te has mojado puedes volver a cambiarte.

Calle Quimera dijo...

En eso andamos,Freddy,mas bien en cambiarse de ropa que en evitar mojarse.La lluvia aun cala, pero se procura buscar ropa seca.

Me alegra verte, un abrazo y salud.

María Narro dijo...

Caos, mezcla, lluvia.
Hoy ésta calle es un caos.
Tal vez el mejor post que os define a los dos.
Os leí ayer y vi la pesadilla, os leo hoy y me dan ganas de irme al bar (a dormir jajjaja).
Besos.

El perro andaluz dijo...

Etinarcadia...no sé porqué puse etnicardia. Tonto de mí.
Un abrazo y me alegra saber que todo esta bien.

Calle Quimera dijo...

Allan,eres una buena persona y un buen compañero.En mi idioma,es lo mejor que puede decirse de alguien.Eso es mucho mas importante que ser un buen bloguero,que ya lo creo que lo eres. Un abrazo, y gracias.

Calle Quimera dijo...

Caos y orden, María, unas veces toca una cosa y otras veces toca otra en esta calle.. :-)

Seguramente lleves razón al afirmar que es el post que mejor nos define a los dos de los que llevamos por ahora. Cuando llueve negro sobre uno de los dos, el otro procura estar a su lado y cubrirlo de la lluvia o, si eso no es posible, mojarse con él.

¡Bienvenida al bar! Esto se va animando...¿Qué te ponemos? Dormir ya lo dejarás para otro momento, ahora toca charlar, reír, beber...

Un besote.

Alberto López Cordero dijo...

Lo de lluvia negra me trae a la mente hechos terribles y esperemos que irrepetibles, pero las nubes negras al final se disipan o se alejan allá en lontananza dejandonos luz y claros que nos dan esperanzas para ver al día de mañana con un poquito más de optimismo.

No hay una sola vez que no entre en este blog en la que no me quede un buen rato reflexionando sobre lo que he leído. Y eso es bueno, muy bueno. Un abrazo.

Calle Quimera dijo...

Por suerte es así, Alberto, como dices.Tras los nubarrones negros viene la luz,aunque a veces tarda un poco más de lo que quisiéramos..Pero llega.

¿Sabes? Lo que decías al final de tu comentario es de lo más bonito que nos han dicho nunca. De verdad que muchas gracias, desde el fondo del alma.

Un abrazo.

AnaR dijo...

No siempre llueve agua clara , cierto.Y nunca nacemos con un manual que nos enseñe a asimilar todas las incógnitas de este proceso hacia la muerte que es vida y es una...Con sus heridas, con sus llagas, que se reabren , algunas veces, en la memoria del desamor.

Excelsas letras como siempre y acompañadas por una música soberbia.

Un placer.Un abrazo

Recomenzar dijo...

Gracias por tus palabras y por seguirme, te dejo un beso de fin de semana y ojalá tengas la misma armoía que busco paramí

poca luz dijo...

...negro y angustioso.

Joako Voskovany dijo...

Quizá el problema de los llantos que acechan nuestra mente no sea su color negruzco, sino su turbieza.
Nunca temeré al negro marfil ni al negro de humo, temeré a lo oscuro a lo incierto: a las pesadillas a las sombras y a la muerte.
No por negras sino por inevitables.

Me ha encantado su post. Alabanza.

Calle Quimera dijo...

No, no nacemos con manual de instrucciones, Ana R. Puede que ahí radique la grandeza del ser humano, en que hay que ir desbrozando terreno con los ojos cerrados y aun así se gana. pero qué duro a veces...

Me alegra que te gusten la música y el texto. Un beso.

Calle Quimera dijo...

En eso estamos, Mucha, en perseguir a una armonía que gusta de jugar al escondite con nosotros. Gracias a ti por estar ahí, por supuesto que nos seguimos.

Un beso.

Calle Quimera dijo...

Negro y angustioso, Nada, y glorioso levantarse después. A todos nos llueve negro en algún momento, pero acabamos sacando paraguas y esperando que pase el aguacero. Siempre termina por clarear..

Besos.

Calle Quimera dijo...

Es cierto, Kaekum, el color es solo color, la turbieza es ya textura, y esa solidez es la que hiere.

Yo también temeré siempre a lo incierto, a las pesadillas...Pero no a la muerte; precisamente por inevitable la tengo muy asimilada. Más miedo me da lo que pueda haber detrás que ella en sí misma, por la incertidumbre que acarrea.

Gracias por tus palabras, Kaekum. Un beso.