sábado, 21 de febrero de 2009

REFLEJOS DE LUNA


Me quedo mirando suavemente esa nieve que se ha depositado en tu pelo. Nieve que trajeron los años y las preocupaciones. Esos años y preocupaciones que juntos compartimos, y sé en estos momentos que lo único que deseo es cerrar los ojos y empezar a soñar.

No necesito nada más que sentir el contacto de tu mano oprimiendo la mía y oír tu suave respiración que me envuelve como la más bella melodía…"

MALENA


Tú duermes y yo velo, te velo, velo tu sueño. Tus párpados cerrados, los míos abiertos. En la memoria de mis pupilas lo vivido a tu lado. En su imaginación, lo que nos queda por vivir. Entre los pliegues de mi sonrisa mientras te miro, la tuya, y sobre la plata de tus cabellos y los míos, la del rayo de luna que entra por la ventana. A ese rayo se encaraman mis ensueños y en él se elevan por encima del cansancio y la enfermedad de la tierra, hasta depositarnos a ti y a mí allí donde los desiertos mudan la arena en agua y hierba fresca, donde mi amor, un mar, disolverá todas tus preocupaciones, allí donde acariciaré sin tiempo, sin prisas, todos y cada uno de tus sentimientos, acunados por el tarareo de los latidos de mi corazón. En los páramos de la Esperanza.

CALLE QUIMERA

He aprendido a saber tus silencios, a leer lo que callas,
a callar cuando buscas lejanías.
Sé de las distancias, de los sueños enredados, cabalgados
en las ramas de la vida.
Y sé de las hojas que volaron y escribieron cada otoño
preámbulo del invierno que ahora
nos susurra.
Conozco los regresos ahítos de esperanza, de besos atesorados,
de tactos que palpitan en la piel
caducando las heridas.
Me serena mirarte,
desandar las arrugas y teñir tu cabello
con las horas vividas.
No imagino el verano sin el sol de tu risa,
ni el invierno que nombro, que aguarda en esa esquina, sin tu mano
en mi mano
resistiendo las lluvias.

EL VIENTO EN LA ISLA

jueves, 5 de febrero de 2009

QUISE...

Aquel perro se tragó lo que salía de mi hígado sin pestañear, luego se encendió un cigarro y dibujó mi Alma. Solo él era capaz de entender el por qué del agujero en mi sien.............



Quise subirme en la vida, montarla,
clavarle las espuelas, extenuarla de tanto vivirla...
Pero era caballito de cartón.
Quise arder y consumirme en ella,
calarme de sus aguas hasta la médula.
Pero era fuego que no quema, lluvia que no moja.

Quise nacer mil veces en sus ríos, perfumarme en sus aguas,
pero sus remansos eran de rabia, solo había muerte enredada en algas.

Quise creer que las ilusiones eran realidades anticipadas.
Pero eran espejos rotos, que devolvían imágenes deformadas.
Quise hacer el amor con la Luna, contarle mi historia
y en el cielo besarla.
Pero prefirió una botella y se fue con el Sol.......borracha.

Quise iluminarme con tus ojos, que fueran faros en la niebla.
Pero se perdieron, se cegaron en un sueño.

Quise saber la Verdad, y regalarla al mundo.
Pero me engañó la mentira, mi mano derecha perdida.
Quise hacer la Revolución y en verdad había ganas, había valor.
Pero venció el letargo y ahora solo somos dos.

Quise, en fin, vivir y ahora todo es abono humectante
sobre el que crecen los rastrojos de una vida...

CALLE QUIMERA