
Siento el crepúsculo en mis manos. Llega a través del laurel enfermo.
Yo no quiero pensar ni ser amado ni ser feliz ni recordar.
Sólo quiero sentir esta luz en mis manos
y desconocer todos los rostros y que las canciones dejen de pesar en mi corazón
y que los pájaros pasen ante mis ojos y yo no advierta que se han ido.
Antonio Gamoneda
Mis sueños ya están en un sobre, mañana te los enviaré.
Acabo de meter en él el último que me quedaba.
Rien de plus. No va más.
Cuando los recibas pensarás que estoy muerto,
como todos los que entierran la última ilusión.
Por eso, una ducha fría te recordará que también estás muerta tú.
Tú, ya azul, sin voz, aguas transparentes donde arden azucenas blancas.
Ahora en tus ojos hay noche y una rosa de niebla
que exhalan el perfume de la nada.
Son la misma noche, rosa y perfume que empiezan a ocupar ahora los míos.
Acabo de meter en él el último que me quedaba.
Rien de plus. No va más.
Cuando los recibas pensarás que estoy muerto,
como todos los que entierran la última ilusión.
Por eso, una ducha fría te recordará que también estás muerta tú.
Tú, ya azul, sin voz, aguas transparentes donde arden azucenas blancas.
Ahora en tus ojos hay noche y una rosa de niebla
que exhalan el perfume de la nada.
Son la misma noche, rosa y perfume que empiezan a ocupar ahora los míos.
Recuérdame en las horas frías del amanecer,
recuerda el tiempo que viví, morí y sané en tus ojos,
el tiempo en que tenía nombre, y ese nombre sobrevivió inviernos.
Afinaré las cuerdas de una guitarra,
esperando al humo azul que anuncia la llegada que espero.
Y mientras, mi boca fría cantará aquella canción que tantas veces te oí.
Antes no era capaz de identificarla, ahora sé que era un blues.
recuerda el tiempo que viví, morí y sané en tus ojos,
el tiempo en que tenía nombre, y ese nombre sobrevivió inviernos.
Afinaré las cuerdas de una guitarra,
esperando al humo azul que anuncia la llegada que espero.
Y mientras, mi boca fría cantará aquella canción que tantas veces te oí.
Antes no era capaz de identificarla, ahora sé que era un blues.
CALLE QUIMERA