martes, 28 de abril de 2009

FUERA DEL MUNDO REAL



Vamos a escaparnos del mapa, te llevaré a una de esas ciudades que no existen. Como nosotros... A las ciudades sin nombre donde nunca estuvimos, que tantas veces nos vieron pasear de la mano. Dame de nuevo la tuya, vamos, no lo pienses… ¡Encarámate tú también a las notas de ese piano que suena y escapa conmigo!

Pasearemos por calles que no figuran en ningún plano, unas orilladas de casitas de cuentos de hadas, otras de rascielos futuristas, estilizados como largas agujas de hielo clavándose en las nubes. La guardia de cada palacio por delante del que pasemos nos presentará armas, los geranios de los balcones se arrancarán los pétalos y los arrojarán a nuestro paso, los instrumentos musicales de los escaparates tocarán para nosotros, las salamandras se detendrán un momentito en las paredes por las que trepan para guiñarnos un ojo...Ven, subámonos en ese tiovivo... Daremos vueltas y vueltas sentados en los caballitos de cartón, tú príncipe, yo princesa. Hubiera sido divertido que el dueño nos echase, indignado, y salir corriendo, muertos de risa, con el corazón palpitante, pero no lo hará, solo sonreirá, como los niños que nos miran. Luego iremos a aquella torre que ves al fondo, tan parecida por dentro y por fuera a la Giralda, y subiremos a caballo sus rampas, como los antiguos almuecines, y desde allí llamaremos a los fieles a la oración. “¡¡allāhu akbar!! ¡¡allāhu akbar!! ¡¡ ašhadu anna lā ilāha illā-llāh!! ¡¡ ašhadu anna lā ilāha illā-llāh!!”

Si quieres, después saldremos al campo, y cogeremos algo de fruta. Ninguna sabe mejor que la que se acaba de arrancar del árbol, y más aún si es robada. Nos sentaremos a comerla bajo sus ramas, los pájaros y las ranas de la charca cantarán canciones de Lapido, y nosotros les haremos el acompañamiento a pleno pulmón. Cuando llegue la noche, tumbados sobre la hierba, contemplaremos la luna y las estrellas, y la cola de un cometa escribirá en blanco nuestros nombres sobre el negro del cielo.

Nos meteremos dentro de una caracola a escuchar el mar, navegaremos en el barco de una botella de cristal, cabalgaremos en un unicornio, volaremos sobre una alfombra mágica, nos columpiaremos sobre el cuerno de la luna, envolveremos el sol para regalo y nos lo llevaremos para que ilumine nuestras noches.
¿Oyes esa canción, "Fuera del mundo real"? ¿Escuchas el piano del estribillo? Vamos, dame la mano, súbete conmigo en las corcheas, las semicorcheas, salgamos del mapa...
En barcos de papel navegan mis sueños,
los dejé zarpar al amanecer,
no sé a dónde van ni si tienen intenciones de volver,
o al puerto de partida o a aliviarnos la rutina, tal vez.

Volveré a ir a las ciudades sin nombre donde tú y yo
nos solíamos ver,
y recorreré esas calles donde me perdí
buscando las respuestas aquellas que yo nunca te di.

Tengo dibujado en mi cabeza un mapa,
viajaremos al absurdo una vez más,
hoy saldremos por las buenas o por las malas
fuera del mundo real.

Me sentaré a beber con hombres sin patria
sin nada que perder, sin voto y sin voz.
No voy a aceptar las condiciones de la rendición,
torciendo a mano izquierda se llega hasta la puesta de sol.

Tengo dibujado en mi cabeza un mapa,
viajaremos al absurdo una vez más,
hoy saldremos por las buenas o por las malas fuera
del mundo real.

Os propongo un plan q consiste en escapar de aquí
al fondo a mano izquierda hay una puerta abierta por fin.

Tengo dibujado en mi cabeza un mapa,
viajaremos al absurdo una vez más,
hoy saldremos por las buenas o por las malas
fuera del mundo real.

J.I. LAPIDO

martes, 7 de abril de 2009

LA CRISIS (I)

Los efectos negativos de la crisis económica que atraviesan los mercados financieros mundiales se están haciendo notar en todos los niveles de nuestra sociedad. El desempleo, la insolvencia bancaria, la crisis crediticia, el incremento de precios en los productos de primera necesidad, la pérdida de poder adquisitivo de los sueldos, son quizás las consecuencias más evidentes, pero el alcance del descalabro económico que nos está afectando va mucho más allá. Cifras tan alarmantes como las que da la Organización Internacional del Trabajo (OIT), que prevé para 2009 un índice de desempleo en el mundo podría situarse en el 7,1% (unos 250 millones de desempleados) le quitan a uno la gana de todo… Por lo visto, hasta de sexo. Parece ser que la ansiedad generada por incertidumbre económica y la de conservar el puesto de trabajo disminuye la libido, si bien no de inmediato sí a medio y largo plazo, según se desprende de algunos estudios. No solo eso, el profesor de Sociología de la South Bank University de Londres, Jeffrey Weeks, afirma que los periodos de crisis económica hacen que las personas se vuelvan "más conservadoras" en sus comportamientos sexuales, y que dejen los que conllevan mayor aperturismo y permisividad para mejores tiempos.

Sea por falta de ganas, de dinero o de ambos, la cuestión es que el negocio del sexo, sexshops incluidos, ve reducirse su volumen de ventas de forma alarmante. El sector de la prostitución ha visto decrecer su facturación en un 40%, con la consiguiente pérdida de 20.000 empleos directos no sólo de prostitutas, sino también de camareros, cocineros, empleadas de limpieza y otro personal. No deja de ser curioso el dato de que cada vez van a pedir trabajo en locales de alterne más amas de casa, administrativas, cajeras de supermercado… Mujeres jamás antes vinculadas con este mundillo, absolutas amateurs, pero a las que la escasez de recursos económicos empuja a buscar soluciones drásticas. Para paliar los efectos de la crisis los empresarios del sector aguzan el ingenio… Un prostíbulo valenciano ofrece ya, con buenos resultados, el “4 por 5”: pague 4 “servicios” y consuma 5. Según el gerente, hay quien utiliza el bono completito en la misma tarde, de lo que hay que deducir que aún quedan afortunados a los que la crisis no les afecta, ni al bolsillo ni a otras cuestiones.

Pero obviamente estos son los menos. La crisis acorrala, y los desesperados ya recurren a lo que haga falta, como el caso de un joven abogado francés de 23 años, Yannick Miel, que se subasta a sí mismo en Ebay, anunciándose como “práctico y con pocos costes de mantenimiento”. A finales del pasado febrero la puja iba ya por los 10.000 euros… Lo que desconocemos es la suerte que habrá tenido Cat Camp, una estudiante inglesa de 25 años que decidió subastar sus pechos, también en eBay, como espacio publicitario durante el Festival Glastonbury. Pero suponemos que bastante más que el francesito…

Y es que pocos están a salvo de los efectos de la crisis económica que padecemos, ni siquiera los famosos, y si no que se lo pregunten a Michael Schumacher . Todos los sectores toman sus medidas, incluso las escuderías de Fórmula1, así que ni siquiera el ex piloto y heptacampeón del mundo de Fórmula 1 tiene asegurada su plaza como asesor en Ferrari después de que concluya su contrato la próxima temporada, según informa la revista Autoesprint.

Y no solo las escuderías corren un agujero más de su cinturón… Por lo que parece, impelidos por la necesidad de hacer recortes presupuestarios como sea y donde sea, algunos de los Estados USA que aún mantienen la pena de muerte se cuestionan derogarla debido a los altos costes que genera. En Nuevo México y Montana ya hay iniciativas legislativas en sus respectivos congresos. "Es un argumento válido en esta época de austeridad y presupuestos estrechos", admitió a The New York Times Bill Richardson, el gobernador de Nuevo México. Según datos de diferentes informes recopilados por el Centro de Información de la Pena de Muerte, solo el corredor de la muerte le cuesta a California 50,3 millones de euros anuales, y sin pena de muerte el estado se ahorraría al menos casi 400.000 euros por cada proceso penal de un asesinato.

Lo que no han logrado los argumentos humanitarios quizás pueda conseguirlo la crisis… Y es que pocos valores hay absolutos. Algo que en principio podría parecer acarrear nefastos efectos para todo el mundo sirve a otros, sin embargo, para obtener provecho. Es el caso de Laura Perego, actriz porno italiana habituada a protagonizar escenas polémicas, que hace pocos días decidió aprovechar la grave coyuntura económica que padecemos para hacerse un poco de publicidad gratuita. Entró en el edificio de la Bolsa de Milán con un abrigo negro, bajo el que solo lucía unas bragas y el cuerpo desnudo, pintado con una bandera italiana. Se quitó el abrigo, se subió a una mesa, mientras los responsables trataban en vano de impedírselo, y gritó: "Italia se encuentra en bragas".