miércoles, 26 de septiembre de 2007

BLUES




El blues no solo es tristeza,
ecos de la pena más profunda del alma,
perfume sensualmente infernal...
Amado por otros ritmos, mezcla de sentimientos,
sus notas se funden con las que palpitan en tu interior.
El blues acaricia, desgarra, comprende...
Sus ásperos brazos te envuelven con ternura,
escupe, besa, llora tu historia y entiende.
Al final sonríe, caldeando el alma.
Un piano desgrana sus notas, gotas de agua
que humedecen labios resecos.
Una guitarra se lamenta, y
despierta cuerdas dormidas en ti.
La armónica, sonido roto en su fragilidad,
suspende los sentidos...
El blues es humo en el corazón,
un cigarrillo en el infierno, alcohol y cristales rotos,
sillones de terciopelo, cortinas cansadas.
El blues es una herida que sangra, no hay perdón,
música por llanto, lamento mortal. Eso es blues.

Óyelo, siente cada nota reptando por tus vísceras,
las baquetas haciendo de ellas machacona y alienante batería,
la lluvia del piano tamborileándolas hasta hacer daño,
traspasándolas, anegándolas en música,
la guitarra templar, punzante, las cuerdas de cada entraña,
déjalas emborracharse en la orgía de acordes,
hacer el amor con la sensual cadencia de la melodía...

Déjate llevar. Sé blues...







AVALON Y ETINARCADIA

sábado, 22 de septiembre de 2007

TRES AÑOS Y UN DÍA




















...
Toda una vida esperando la Revolución
que vive en el alma y que se hace esperar
a sabiendas de que ella es eterna.
Pero olvidando que nosotros no...

Tres años y un día de Esperanza,
de ilusión que fija sus ojos en mí, en ti,
impregna el impreciso mapa de la piel
y la traspasa, yéndose a aovillar
en lo más profundo de las vísceras.

Tres años y un día desde que la lápida de una noche,
por fin estrellada, empezó a cubrir las cosas
que ahora saben que están muertas.

Tres años y un día de batallas interminables,
de muertos y heridos nunca olvidados,
nunca abandonados en las trincheras.

Tres años y un día de muchas lágrimas y pocas risas,
que no quiero reír si no es en la victoria.
Tres años y un día de muchas lágrimas y muchas sonrisas,
que has querido sonreír también en la derrota.

Un tiempo que habla de la vida, de la amistad...
De la distancia.

Tres años y un día de despertar sueños.
De vivirnos sin estorbar realidades.
De proyectarse sobre ellas e intentar
hacer materia de los anhelos más profundos,
siempre caminando de puntillas sobre aristas de quimeras
que nos llevaron a una calle inmensa, tranquila, gritona...
Una calle de romero y azahar, de árboles
que se olvidaron de su otoño,
donde las sombras se -te-me transforman en claridad.

Que ahora somos más personas,más humanos
y todo gracias al tiempo, que es mentira.
Porque tú ya sabes que te conocí hace mil años
en la Taberna del Irlandés ,
mientras bebíamos vino y recitabas a Quevedo.

Tres años y un día. Una condena... a la esperanza.

AVALON Y ETINARCADIA

lunes, 17 de septiembre de 2007

A TU ALMA

Hace unos meses se publicó este poema. Pero hoy es cuando necesito decirlo, decírtelo...





Y mis labios abrazan los tuyos, cuánta sed...
Mi cuerpo se desvanece y ahora forma parte de ti.
Soñamos juntos, y la humedad se hace presente ,
tu cuerpo tiembla, me sientes en ti...
Y ahora me sumerjo en los misterios de la montaña sagrada,
y el agua de manantial inunda mi boca...
y el dolor compartido por siempre en un solo segundo de amor.
Un segundo creciente y directo al alma...
Y vuelve el beso, y la caricia llena de deseo ,
y mis labios ya son tuyos...
Sangre real, estrellas, y mi pecho sobre tu pecho,
latidos al unísono...

Luz al amanecer trae el sol, hoy creación nuestra.
Y vuelve el beso, el abrazo de fuego, y el agua nos trae la vida.
Y ahora tus piernas me envuelven, me hablan, me piden amor...

ETINARCADIA

Porque es hermoso compartir la poesía, reencontrarse con una amiga, la luz que al amanecer traía el sol se hermana ahora con la de la lunita, Moony, que nos la trae en francés. Gracias, Moony, por habernos iluminado hoy la Calle. Un beso, salud y.....un soplido.

Et mes lèvres embrassent les tiens, combien de soif...

Mon corps s'évanouit et maintenant fait une partie de toi.

Nous rêvons ensemble, et l'humidité devient présente ,

ton corps tremble, tu me sens dans toi.

Et maintenant je plonge dans les mystères de la montagne sacrée,

et l'eau de source inonde ma bouche.

et la douleur partagée pour toujours dans une seule seconde de l'amour.

Une seconde croissante et directe à l'âme...

Et voilà qu'il tourne le baiser, et la caresse pleine de désir ,

et mes lèvres sont déjà les tiennes...

Un sang réel, tu brises, et ma poitrine sur ta poitrine, battements à l'unisson.

Une lumière à l'aube apporte le soleil, aujourd'hui notre création.

Et il tourne le baiser, l'accolade de feu, et l'eau nous apporte la vie.

Et maintenant tes jambes m'enveloppent, me parlent, me demandent l'amour...

Aunque, hoy, añadiré algo más, porque un poema nunca es el mismo:

Et voilà qu'il y aura un lieu au-delà des étoiles

où l'amour es tu

où l'amour est elle

et les deuxièmes seront caresses

et les minutes, une tendresse

Alors tu pourras chanter jusqu'à la fin des temps

que tu as connu l'Amour plus ici des mots.

MOONY

...

AD TUAM ANIMAM






Et mea labia tuos complexint , quanta sitis...
Meus corpus evanesceret et nunc in te est.
Inter nos somnium facemus, et humiditas adest,
tuus corpus quatiuntur, in te me sentis.
Et nunc in sacrae montis arcanis mergeo,
et aqua viva meam boccam inundat.
et in omne tempus dolor dividiretus in uno unico amoris instante.
Unus crescents instans et rectus ad animan...
Et osculum redeat, et cupiditatis plena blanditia,
et mea labia nunc tuos sunt.
Regia sanguis, stellae, et meum pectus super tuus pectus,
palpitatio uno animo...
Prima luce luminem adducat sol, hodie nostra creatio.
Et osculum redeat, ignis amplexus,
et aqua nobis vitam adducat.
Et nunc tuae cruri me involveant , me eloqueant , me amorem rogant...



ETINARCADIA

viernes, 14 de septiembre de 2007

TEQUILA (III). COLABORACIÓN DE RAÚL JUNQUERA

"Tequila" era un relato sin desenlace, abierto a mil finales distintos, tantos como la imaginación de los distintos lectores. Esta estructura narrativa me pareció atractiva de emplear en un medio de comunicación interactivo como es un blog, abierto a diálogo entre quien escribe y quien lee, pues dejaba la puerta entornada a interpretaciones personales del lector sobre determinados puntos de la historia narrada, al debate, incluso a su participación activa en una obra que no está terminada.

En el comentario de Gustavo y en la respuesta que se le dio ya se habían planteado algunas posibilidades sobre las motivaciones que pudieron impulsar la conducta de uno de los personajes centrales, precisamente el aspecto de la narración susceptible de generar mayor número de intervenciones. La sorpresa nos la dio el comentario de Raúl, que, en forma de relato, ofrecía una más de las posibles causas que podían haber impulsado al personaje femenino a aceptar la proposicón de su antagonista en la historia.

La aportación de nuestro compañero nos pareció una vuelta de tuerca más en las posibilidades que ofrece un relato con final abierto en un medio como es el blog: imbricarla en la historia como parte de ella. Y así la presentamos aquí, evidentemente contando con su permiso. Gracias, Raúl.


Yo me he quedado bastante intrigado por el motivo de la chica para actuar de esa manera. He procurado que meterme en ella y seguirla. Poco a poco, a medida que estoy escribiendo, voy acercándome a la verdad. Me está costando un poco, pues no es una chica fácil de entender, está muy encerrada en sí misma.

Justo después de salir del hotel se fue para su casa y pasó el resto del fin de semana sola. Apagò el móvil, pero cada media hora lo encendía para ver si había alguna llamada. Sí, la había, pero no de quien ella esperaba.

Sigo escribiendo y descubriéndola y me entero de que el lunes volvió a su trabajo, como de costumbre, pero no con la alegría de siempre. Se nota más triste, está como arrepentida de lo ocurrido con Jorge, no para de darle vueltas a la cabeza. Eso la está atormentando, su móvil suena, pero no es quien espera. Pocas palabras en la conversación... Y a medida que sigo escribiendo descubro que está pasando por un momento de depresiòn. Para mí la semana se ha pasado ràpida, para ella ha sido eterna.

Ya estamos a viernes otra vez, no ha quedado con ninguna de sus amigas. Continúo escribiendo y descubriéndola, necesito saber qué va a hacer. Posiblemente entienda su enigmática actitud hoy. La estoy siguiendo. Después de terminar su jornada entra en una peluquería y se arregla el pelo; creo que va a volver a salir, y efectivamente, eso hará, seguro. Sigo escribiendo y descubriéndola. Ha vuelto a revisar su móvil apagado y tiene diez llamadas perdidas, pero ninguna de la persona que espera. Se viste, coge su bolso y se dispone a salir...........

Tras varios tragos por diversos bares de copas de la ciudad termina entrando en un pub tipo irlandés. Vaso en mano, sentada en la barra, se le acerca un señor que la invita a una copa que ella acepta. En un principio pensé que este era otro Jorge, pero no, solo era un viajero que estaba de paso y buscaba algo de conversación. Ella se la brinda sin titubear, y accede incluso a ir a una discoteca con él. Sigo escribiendo e intentando descubrirla. No sé qué pasa por la cabeza de esa chica, necesito saber , necesito escribir para descubrir......

La conversación se hace más íntima y resuenan en su memoria ecos de lo que sus amigos le han contado acerca de sus noches locas. Y empieza a hacerse ilusiones. La chica promete, pareciera que no es como las otras, piensa él, pero como se resbale me la como a besos, susurraba para sí mismo...... Salen de la discoteca y empiezan a caminar. Ella toma camino por unas calles un poco más solitarias.

Sigo escribiendo y descubriéndola, necesito saber por qué se sentía frustrada la semana pasada. Pero ahora parece volver a lo mismo, ¿qué pasa?... De repente se paran frente a la puerta de un pub. "Aquì trabaja una hermana mía, ¿te apetece que entremos?", dice ella. Él accede raudo y veloz; le gustaba que su conquista le introduzca de lleno en la familia de ella, pues este hombre no es el típico ligón y ya se está haciendo hasta ilusiones más allá de esa misma noche. Se sientan en una mesa junto a la salida de emergencias, y les atiendo una chica. "¡¡Hola qué sorpresa más grata!!" "Sí, te presento un amigo, estábamos dando un paseo y le dije que entráramos a que conociera a mi hermana."

La conversación continúa ante las copas; en un momento dado ella le pregunta si le parecería bien que esperaran a su hermana al salir para irse juntas para la casa y que le agradecería su compañía, a lo cual él accedió nuevamente. Esto ya me volvió loco... ¿Qué diablos pasaba? Ahora ya no se iba a un hotel como con el otro. Y además yo no sabía que tenía una hermana. Sigo escribiendo y descubriéndola..... Salen del pub los tres, toman un taxi y se dirigen a casa de las chicas. Al llegar ella, despidiéndose con un beso en la mejilla, le da las gracias a su acompañante por lo bien que se lo ha hecho pasar. Él le corresponde con otro beso, diciéndole que una mujer como ella se merecia eso y màs. Se guiñan de forma cómplice y él continúa en el taxi su camino.

Las dos chicas entran en el portal, esperan el ascensor, mientras una dice: "¡Què sorpresa verte hoy por el pub! No me lo esperaba". "Yo tampoco", responde la otra, "pero pensé que hoy iba a ser mi día de suerte..... He estado esperando tu llamada todos estos días....." "Sí, lo sé, disculpa."

Llega el ascensor, entran, dan al octavo piso, se cierran las puertas... Se miran a los ojos y se funden en un apasionado beso, acariciándose todo su cuerpo. Al llegar al apartamento empiezan a desnudarse, a besarse, a amarse, mientras una dice: "No vuelvas a hacerme esto más, mi amor" . "Te lo juro, mi vida, no volverá a ocurrir. Te amo.... Por cierto, me dijeron que el fin de semana pasado te vieron tomándote unas copas con un hombre. ¿Quién era?". "Nadie, mi vida, un pesao que quería acostarse conmigo..."

Escribir te da sorpresas, porque vas descubriendo cosas sobre los personajes. Como yo ahora, que vengo a averiguar que la chica le ha mentido al hombre. La otra mujer no es su hermana, es su amante... Sigo escribiendo, tengo que hacerlo. Escribir, escribir y descubrir el porquè de su actitud con Jorge, saber a ciencia cierta por qué llegó a acostarse con él. Pero para eso voy dejar correr mi intuición a la vez que el teclado. Creo que ya lo tengo....... La noche que pasó con él estaba despechada con su amante, por eso decidió aceptar la invitación. Su frustración durante las horas que pasaron juntos solo indica una cosa: no había terminado de asumir que jamás podrá corresponder a los besos apasionados de un hombre. Quizás a partir de ahora deje de presentar a su amante como su hermana.



RAÚL JUNQUERA

miércoles, 12 de septiembre de 2007

TEQUILA (Y II)

Le despertó el sol que entraba ya a raudales por la ventana de la habitación. Incorporándose ligeramente en la cama deslizó con esfuerzo la mano hasta la mesita de noche, y, tanteando la superficie, cogió su reloj, que había dejado allí tirado de cualquier manera al poco de llegar. Con los ojos aún entrecerrados y cargados de sueño miró la hora. Las 10.15... De nuevo se dejó caer pesadamente sobre el colchón, cerrando los párpados. Le dolía la cabeza, y empezó a pensar que tenía que dejar el alcohol, las noches locas... Sus pensamientos fueron interrumpidos por la presencia de la mujer. Salía del baño con el pelo aún mojado por la reciente ducha, pero ya vestida, y se dirigió hacia él con una ausente y pálida sonrisa. Él hizo un débil amago de incorporarse en la cama, que ella cortó con un rápido gesto de su mano.

- Déjalo, no te levantes. Me voy ya. Un beso...

Se inclinó sobre él, depositó un leve beso en su mejilla y, tras coger su bolso, salió de la habitación. Jorge cerró de nuevo los ojos, intentando de esa manera paliar un poco el dolor de cabeza. Bueno, no había estado mal la noche, pensó con una ligera sonrisa dibujándose en sus labios. De todas formas, qué rara era aquella mujer, ahora que lo pensaba... Ni siquiera conseguía recordar su nombre. ¿Acaso se lo había preguntado en algún momento? No, seguramente no, ¿para qué?

Los recuerdos de la noche pasada acudían a su mente, abriéndose paso a fugaces ráfagas entre las brumas del alcohol y de la pesadez que le embotaba el cerebro. Cuando entraron en la habitación la había cogido por la cintura y la había besado con una pasión que iba in crescendo conforme sus manos recorrían el cuerpo de la chica, despojándola poco a poco de su ropa y acercándola a la cama a pasos trastabillantes. No conseguía ahora recordar que sus besos hubieran sido correspondidos con similar pasión... En esos momentos no estaba muy seguro de nada, pero juraría que los labios de ella respondían de forma mecánica a la presión de los suyos, incluso que en alguna ocasión lo hacían casi de manera forzada...

Una vez en la cama, ella le había pedido que apagase la luz, a lo que él, aunque extrañado, accedió. Tampoco es que le importaran los motivos, se trataba de que ella no sintiera la necesidad perentoria de salir corriendo, como en algún momento le pareció intuir. "No es fácil cazar presas a la primera", pensó sonriendo de nuevo. Y más del tipo de aquella chica, en la que jamás hubiera supuesto la docilidad con que llegó a plegarse a cada caricia o petición sexual que él le urgía, impulsado por los vapores del alcohol y de la pasión. Sí, la mujer le satisfizo en todo, como una geisha. O más bien como una autómata, ahora que lo pensaba... El cuerpo de ella se estremecía al contacto de sus manos, de su boca, pero en estos momentos, ya que todo había pasado, no se atrevería a asegurar que fuese el deseo lo que le hubiera provocado esos espasmos, sino otras sensaciones bien distintas...

En estos momentos incluso creía recordar que mientras estaban en la cama, a la tenue luz de la luna que entraba por el ventanal, que era toda la iluminación de que disponían, había podido entrever en los ojos de la chica expresiones que iban desde la tristeza más profunda a la desesperación, pasando por momentos de dolorosa, vacía y total indiferencia. Incluso en algún instante hasta asco... No solo no la vio sonreír en toda la noche. Ni siquiera llegó a hablar. Ni a gemir. Ni un jadeo. Es más, juraría que el brillo de sus ojos en uno de los momentos de actividad sexual más intensa, el único signo de vida que observó en ella en todo ese tiempo, se debía a una lágrima que velaba sus pupilas. Bien pensado, se había comportado en todo momento como un marioneta de cuyos hilos había estado aceptando que tirasen. Parecía una muñeca rota. Tan pasiva, con aquella mirada vacua, dejándose hacer...

Ahora no estaba seguro de que la noche hubiese transcurrido de forma tan satisfactoria como en un principio, animado por la docilidad de la chica, le había parecido. Más bien le producía cierta incomodidad recordar aquellos ojos traspasados por una tristeza infinita, la frialdad de aquellos labios y de un cuerpo inerme ante sus caricias, a las que solo respondía de una forma maquinal. Cuando respondía... Un ligero rictus de desagrado desdibujó sus labios. Mejor haber olvidado pedirle el teléfono.

Definitivamente, tenía que dejar estas correrías nocturnas. Tanto alcohol y tantas mujeres flor de una noche no podía ser bueno, pensó, mientras un leve suspiro agitaba suavemente su pecho. Sobre la mesita de noche había una radio despertador, y seleccionó un número cualquiera en el dial, esperando que el sonido le ayudase a despabilar del todo. Las notas de una música trepidante parecieron llenar la habitación. Café Quijano cantaba:

"Y tanto tequila
lo tengo que dejar,
no quiero disgustos
sé que despierto
y llegan los sustos.
Y vale ya de sobresaltos,

con quien me acuesto
no me levanto.
Y tanto tequila...
Lo malo de los alcoholes
es que no te dejan ver,
debajo de los disfraces,l
o que puede aparecer.
Me pasa por cariñoso,

soy donante de placer.
Y sé que amar tiene riesgos

que uno tiene que correr.
Y mira que no espabilo,

que con el tiempo voy a peor.
Lo pienso y a veces digo:
“¡ Quédate en casa que estás mejor !”.

Jorge sonrió. Aún podía permanecer un rato más en aquella cama tan confortable. Se desperezó lenta y voluptuosamente. El contacto de las suaves sábanas en su cuerpo desnudo resultaba muy agradable, el dolor de cabeza comenzaba a disiparse, al igual que el recuerdo de la mujer que había estado con él aquellas horas. Era sábado, y aún quedaba un largo día por delante. Y una más larga noche...




AVALON

domingo, 9 de septiembre de 2007

TEQUILA (I)

Al entrar en el pub el calor le dio de plano, casi como una bofetada. El ambiente estaba cargado allí dentro, enrarecido por el aire acondicionado y el humo del tabaco. Había mucha gente, sería difícil encontrar un sitio libre... Escudriñando rincón por rincón al fin vio una mesita desocupada y se dirigió rápidamente hacia ella. Se quitó el abrigo, se sentó en uno de los silloncitos, dejando en el de al lado el gabán cuidadosamente doblado, y se dedicó a pasear la mirada por el local mientras esperaba que se acercase algún camarero. Sí, había ambientillo... Sonaba un tema de moda, con el volumen justo para no apagar el de las conversaciones, y todas las mesas estaban ocupadas por parroquianos que charlaban animadamente. Había tenido suerte encontrando una libre... La iluminación era agradable, tenue pero suficiente, la decoración sencilla y elegante, y las paredes forradas de madera le daban un aspecto muy cálido al local. Nunca había estado en ese pub, pero le gustaba, tendría que venir más veces.

Sus reflexiones fueron interrumpidas por una joven y guapa camarera, que le preguntó obsequiosamente qué deseaba tomar. La miró con fijeza de arriba abajo, casi con descaro.

-Tequila, preciosa -contestó, sonriéndole insinuante- Y unas almendritas saladas, saladas como tú.

La chica, acostumbrada a requiebros de los clientes, le devolvió una vacía y mecánica sonrisa y se retiró. Acomodándose mejor en su silloncito, Jorge se ajustó el nudo de la corbata, quitó una imaginaria mota de su pantalón y sus ojos continuaron recorriendo el local, con una expresión complacida en su rostro. Presentía que tendría suerte esa noche con alguna chica. Estaba animado; ya era el tercer pub que visitaba, y desde luego el tequila que le traía la camarera en esos momentos no era lo primero con un elevado número de grados que trasegaba esa noche. Unos cuantos vinos y vasos de ron habían ya precedido al tequila que acababa de pedir. Sentía un optimismo casi rayano en la euforia, y no sabía muy bien si eran los efectos del alcohol que llevaba consumido o una especie de pálpito, pero algo le decía que aquella noche iba a tener buena caza.

- Aquí tiene, señor, su tequila y las almendras.

La chica se inclinó ligeramente para depositar la bebida sobre la mesa, y Jorge dirigió la mirada con cierto descaro a su generoso escote, gesto que no pasó inadvertido para ella.

-¿A qué hora sales esta noche, guapísima?

- Muy tarde, señor, a la hora de cierre. Viene mi novio a buscarme.

Sin mediar más palabras, la camarera se encaminó hacia otra mesa desde la que la llamaban. El ligerísimo rictus de fastidio desapareció al instante del rostro de Jorge. En realidad, tampoco esperaba tener éxito con aquella proposición... Encendió un cigarrillo con la misma expresión de complacencia de antes, y mientras arrojaba lentamente bocanadas de humo, recreándose en las volutas que salían de su boca, continuó dejando pasear la vista por el local. Estaba lleno, no cabía un alfiler. Sus ojos se detuvieron de repente en un mujer que estaba en la barra, bebiendo algo que parecía ser un whisky. Con aire totalmente ausente, la mirada de la mujer no se apartaba de los cubitos de hielo que flotaban en su vaso. Estaba sola, era obvio, y Jorge la consideró un buen objetivo. No era excesivamente joven, debía de rondar ya los 40, pero su rostro aún mostraba un atractivo considerable, y aunque con algunas redondeces de más, tenía un cuerpo apetecible.

Con tal fijeza recorría su vista la fisonomía de la mujer que ella debió de notarlo, porque en un momento determinado se giró levemente y sus miradas se cruzaron. Jorge esbozó una amplia sonrisa, y levantó su vaso como iniciando un brindis. Ella sonrió de forma desvaída, y volvió a concentrarse en su vaso.

Pero él no estaba dispuesto a renunciar con tanta facilidad. Manteniendo aquella sonrisa suya que tantas veces había ensayado ante el espejo hasta perfeccionarla continuó contemplándola con la misma fijeza, hasta que ella volvió a mirar hacia él. Los ojos de Jorge expresaban una clara invitación que, por unos instantes, pareció que ella iba a declinar. Pero la mujer debió de pensárselo mejor, porque de repente, vaso en mano, se dirigió a la mesa.

- ¿Me permites sentarme?

- Por supuesto.. Los silloncitos te resultarán más cómodos que esa banqueta de la barra.

Jorge desplegó todas su artes de seducción, que no eran pocas, en la conversación que se inició a renglón seguido. El instinto y la experiencia le decían que no era aquella de las mujeres que se conquistan con facilidad, y le sorprendió viva- y gratamente- que tras un par de horas de charla y alguna copa más ella aceptara su proposición de ir a concluir la velada al hotel que había al final de la calle.



AVALON

miércoles, 5 de septiembre de 2007

ALEGRÍA


¿Qué vendes, buhonero ciego?
dime, ¿qué llevas en tus cestos..?

Llevo risas, risas de niño,
sonrisas del corazón, cristalinas,
que envuelven y acarician,
y sirven para defender el alma
de la melancolía que la amortaja.

Llevo sonrisas olvidadas,
para dibujar en rostros serios;
alejan tristezas, y dan fuerzas
con que cumplir los sueños.

Llevo unos ojos azules, claros, limpios,
para poder ver bien las estrellas
en un cielo también azul, azul marino,
bajo el aliento tibio de una luna incierta.

Llevo amor verdadero,
de ese que en los cuentos
se prometen príncipes y princesas,
arropados bajo las arboledas
del país de los sueños.

Llevo calorcito del sol,
hierba verde, azul del cielo,
aire puro, frescura, color...

Llevo sueños nuevos
para sustituir a los que se fueron,
para vivirlos, mejor que solo soñar
los que no pudieron serlo.

Dime, dime buhonero...,
¿no llevas un poco de alegría en tus cestos?

Eres tú el que está ciego...

AVALON Y ETINARCADIA

sábado, 1 de septiembre de 2007

DOS HOMBRES HONRADOS


-Buena la haríamos los comerciantes si vendiésemos al precio que compramos, y no lo haríamos mejor los industriales si las primeras materias nos costasen el dinero que sacamos de la producción.
-Harían ustedes un mal negocio, como lo hago yo el día que vuelvo a casa con los bolsillos vacíos.
-Es que yo trabajo.
-Lo mismo digo, y más personalmente que usted, puesto que usted.....
-¡No, señor! Usted roba.
-Según a qué llame usted robar.
-Roba el que se apodera violentamente de lo que no es suyo.
-¡ Ah,vamos! Por manera que el ladrón se diferencia del comerciante en que éste roba pacíficamente. No me negará usted en este caso que el segundo es una decadencia del primero. Ustedes son los ejércitos de mercenarios sin valor para robar a mano airada. Han legalizado la falsificación y el escamoteo. Mejor diría si dijera que han pervertido el arte de robar, y que por antiestéticos, si no por otra cosa, merecerían ir a la cárcel.

El ladrón y el comerciante se levantaron de la mesa sin saludarse siquiera. Al año el uno se encontraba en presidio fuera de la ley por haber robado una cartera, y el otro hacía leyes en el parlamento, porque, habiendo jugado a la baja en combinación con el ministro de Estado, ganó muchos millones y pudo representar al país con el dinero que había quitado a numerosas familias que vivieron después en la miseria.


Fragmento del relato "Dos hombres honrados", de El alma rusa, OCTAVIO MIRBEAU


Una caña de cerveza por la que se paga 1.10 € le cuesta al hostelero 0´05 céntimos; una taza de café supone 1.20 €, y al que nos la pone por delante 0.04 céntimos. Al agricultor le abonan 2 céntimos por cada kilo de naranjas y normalmente no baja del euro. La cajetilla de tabaco cuesta en fábrica 3 céntimos, y se vende en el estanco a 2,50 -€. Y eso siendo negro, que los rubios están más cotizados. Un kilo de tomate cuesta en origen 0,56 euros, y pagamos por ellos 2 euros, y eso si están de oferta. Un pepino genera al agricultor 45 céntimos, y en la tienda tres veces más. Un pimiento verde pasa de los 14 céntimos a los 63 de venta al público... O sea, desde que el producto sale por una puerta hasta que cruza la de nuestras casas en muchas ocasiones hay quien obtiene unos beneficios exorbitantes. Mira que si al final el ladrón que protagoniza este relato de Mirbeau va a llevar razón...
CALLE QUIMERA

No es costumbre nuestra recomendar blogs o artículos, pero hoy nos gustaría hacer una excepción con "La muerte no recita", de Allan García, publicado en http://elceporrolechuguino.blogspot.com/, un vibrante y apasionado alegato contra el amarillismo en la prensa. Sinceramente, nos ha impactado. Si os apetece, daos una vueltecita por su casa, no creemos que os arrepintáis.