miércoles, 28 de febrero de 2007

NOCTURNO


La noche va desgranando sus horas, y las manecillas deambulan lenta y perezosamente circunvalando la esfera del reloj, como sin ganas. ¿Cuántos años llevaré viendo ese reloj...? Demasiados... Creo recordar que ya estaba en casa de mi abuela antes de ir a hospedarse en la de mis padres, y después en la mía. Ha contemplado mis trenzas, mi primer sujetador, ha sentido clavada en él mi mirada ansiosa e impaciente esperando la hora de la cita diaria con mi novio, creo que incluso se ha encogido en la mesa sobre la que descansa, amedrentado, al ver aproximarse las manitas curiosas de mis hijos cuando eran pequeños... No pude evitar mirarlo cuando descubrí ante el espejo la primera línea de expresión en mi rostro, y ya no tardará demasiado en ser testigo mudo de la primeras hebras blancas que algún día asomarán entre mis sienes, plateando el dorado oscuro de mi pelo.

Casi inconscientemente, mis labios tararean el bolero de Armando Manzanero..."Reloj, detén tu camino, porque la vida se acaba..." Pero no, el reloj no se detiene, avanza inexorablemente, y no consigo rehuir el pensamiento de que no hay ya tiempo ni posibilidades de vivir esa vida como desearía... Ojos que no ven, corazón que no sufre, quien no tiene inquietudes no se siente contrariado si no puede satisfacerlas. Quien no ama la existencia a tope y ansía estrujarla entre sus dedos no se siente decepcionado cuando la ve escaparse entre ellos sin haber podido probar apenas nada cuando intentaba acercar la boca para bebérsela...

Querría levantarme por la mañana y ser el peón más activo de la vida, participar en cuantas posibilidades ofrece, experimentar toda la gama de sentimientos y sensaciones posibles, caer rendida por la noche sabiendo que no me he perdido nada... Amo la vida con toda mi alma, estoy enamorada de ella; sigo sorprendiéndome, como si contemplara el milagro por primera vez, con la belleza de un sol que se va ocultando en el horizonte entre nubes de sangre, me sigue embriagando el olor de las flores, o el de la tierra mojada, continúo cerrando los ojos para imbuirme de la caricia de la brisa en mi piel como si nunca lo hubiera experimentado... Quisiera poder viajar con frecuencia para conocer cada resquicio de este mundo, hasta que no hubiera piedra debajo de la cual no hubiese mirado; desearía tener tiempo para leer todo lo escrito, todo. Para saber... Querría emborracharme de cuanto es posible conocer, hacer, vivir y sentir en este mundo, morir cansada, tranquila, con una sonrisa, sabiendo que he vivido...

Ya sé que es una utopía, claro que lo sé, pero ya me gustaría a mí...
De todas formas estoy viva, y eso es lo importante, ¿no? Mientras hay vida hay esperanza de que las cosas cambien; claro que todo puede ir a peor, pero ¿y si vira a mejor, qué…? Por lo menos estamos aquí para no perdernos la oportunidad, y eso no lo pueden decir los coleguillas que crían malvas en un camposanto...


AVALON

lunes, 26 de febrero de 2007

THE HOUSE OF THE RAISING SUN. B.B. KING

BLUES


La mañana se presenta hoy tranquila; café en mano leo las noticias, mientras las notas de un tema de B.B. King flotan en el aire, envolviéndome como el humo de un cigarrillo.

Me dejo arropar por el denso aroma que emana de la taza, que se va trenzando despacito, sutilmente, con el de ese blues que no solo es tristeza, ecos de la pena más profunda del alma, sino igualmente perfume. Un buen perfume con notas de sensualidad, dulzura, suavidad, desgarro… y un excipiente único: el sentimiento. El blues acaricia, comprende, te envuelve con ternura en sus brazos, te besa, llora contigo y enjuga a la vez tus lágrimas, caldeando el alma...

Olvidada ya de las noticias, esas ventanas que me asoman al mundo exterior, cierro los ojos y me abandono en los brazos de la música, centrada solo en abrir mis propias puertas interiores… El piano desgrana sus notas como gotas de agua que humedecen labios resecos, la guitarra se lamenta, y pulsa cuerdas dormidas en tu interior, la armónica suspende los sentidos, pareciendo siempre próxima a quebrarse en su misma fragilidad... Un buen blues no solo es música, es alma, vida, esencia... Es humo en el corazón, un cigarrillo en el infierno, alcohol y cristales rotos, sillones de terciopelo, cortinas cansadas, una herida que sangra, música por llanto... Eso es blues.

CALLE QUIMERA

domingo, 25 de febrero de 2007


Porque el blues vivió en mi alma tanto tiempo y derramó dentro todas sus notas y todos los colores de sus tonos, porque bailé tanto tiempo primero en el cielo, arropada por céfiros de inocencias, y luego en el infierno envuelta en humo libertario, sé.

Sé que existen mundos paralelos que algunos, cual dioses caídos, crean como oseras en que refugiarse para lamerse las heridas recibidas en este. Y que a fuerza de entrar y salir, las mil teletransportaciones terminan por desnaturalizar la esencia de las moléculas, tantas veces desintegradas para volverse a reintegrar en una configuración que cada vez es más difícil conseguir que sea la misma. Sé que los desajustes duelen.

Sé que el soldado será eternamente soldado, aun en tiempos de paz, pero también que llega un momento en que ha de cambiar de bando, olvidar la embriaguez del olor de la pólvora y militar bajo la enseña de la vida.

Sé que tarde o temprano hay que dejar de llorar a los compañeros caídos. Que ellos ya no llaman, que somos nosotros quienes deshojamos palabras llamándolos, y que las voces y las lágrimas los agitan en sus tumbas. Y tienen derecho a descansar en paz.

Sé que el interior de un hombre está hendido por luces y sombras, que a veces un alma es un cuadro tenebrista en que las luces hieren, deslumbran, y los negros atrapan. Y el hombre se pierde en ellos, y suena el eco de su grito estremecido en el vacío de su oscuridad. Pero también sé que siempre hay un trazo en que los colores comienzan a invadir las sombras, que su resplandor se percibe a lo lejos, y que guiado por él, aunque a tientas, golpeándose contra cada esquina, se llega a la zona iluminada.

Sé que ser hombre conlleva alegrías, sufrimientos, penas, ilusiones,
decepciones, incertidumbres de todo tipo sobre cuanto hacemos. Sé que vivir es tener miedo de las decisiones que tomamos, de lo que pueda depararnos el destino. Pero también es detenernos a mirar lo que tenemos y saborearlo, contemplar el futuro a veces con temor, a veces con ilusión, afrontar valientes cada día. Caer y levantarse continuamente. Y procurar aprehender cada minuto bueno que se abre en flor en los eriales de la vida, disfrutarlo, retenerlo en la retina de la memoria para siempre.

Y sé que eres un hombre. Solo un hombre.


AVALON

viernes, 23 de febrero de 2007

SABES


Sabes que no pertenezco a este mundo, que me balanceo en su quicio, lo sabes y lo disfrutas. Una estrella de papel me puso en tu camino, como una piedra, una señal. Vivió el blues en tu alma y bailaste en el Infierno envuelta en humo libertario, lo sabes. También supiste ver en mi dolor que fui soldado malherido, eternamente errante de trinchera en trinchera llorando bajo cielos carmesíes a los compañeros caídos que siempre estuvieron a mi lado, como tú. Compañeros que en las noches de luna muerta disfrazada de luna clara todavía me llaman, todavía me esperan con una botella de Bourbon en una mano y en la otra su amor, como tú.

Sabes que mis lágrimas están prohibidas en el paraíso, que he sido juzgado y sacrificado, enviado a un limbo de ángeles muertos. Sabes que mi amada se llama Soledad, y que miro y hablo de frente a la muerte, como amigos del alma. Sabes que soy romero y azahar, que me hierve la sangre cada vez que respiro, y que una vez viajé hasta ti. Sabes que me gustan las iglesias vacías, la lluvia y el mar. Y sabes que la rabia, la tristeza y todas sus sicarias han acampado en mí. Sabes que tengo miedo y que no lo tengo, que soy la confusión y la contradicción habitando en una sola morada. Pero sobre todo sabes que estoy a pesar de que nunca esté. Sabes más de mí que yo mismo. Entonces dímelo tú, ¿quién soy? Porque yo no lo sé...


ETINARCADIA

miércoles, 21 de febrero de 2007

LA PALABRA QUE SE DESTEJE


Cuando vienes a mí pequeño,

barquito de papel a la deriva de tus aguas quebradas,

querría encontrar la palabra, contarte que un hombre

ha de tener forzosamente momentos

en que se sentirá débil, tendrá miedo,

se creerá perdido en medio de un oleaje

que rompe contra él con una fuerza inusitada,

cargada de violencia...

Baten contra ti las iras de las aguas bravas,

pero sabe que no barquito de papel

pero roca eres, alta, orgullosa, incierta,

eternamente erguida ante la furia de las olas...

Quisiera decirte que es la

esencia pura de la vida estar vivo,

y sentir en un extremo u otro de la cuerda

que no podemos más, para luego

saborear una felicidad efímera.

Cuando vienes a mí pequeño,

querría encontrar la palabra

que haga asomar luna y estrellas en tu noche

que rompa los hielos de tu alma,

que ahonde en los fríos de tu invierno...

Pero huye la palabra en las alas del crepúsculo

que te envuelve,

la hace yerma el salitre del negro mar

que amortaja tus caminos...

Mejor destejer la palabra, y tejer con sus letras

sonidos, risas, soles, lunas y estrellas.


AVALON

martes, 20 de febrero de 2007

LA SOLEDAD DEL CORREDOR DE FONDO


Viernes tarde; sales del trabajo, cansado, sin saber muy bien qué hacer con tu tiempo libre. Aunque me lo niegues, seguramente -como todos los viernes- te meterás en algún local a tomar una cerveza, intentarás pegar la hebra con algún desconocido en la barra del bar... Luego, a la noche o al día siguiente me llamarás, me dirás que sigues estando tan mal como siempre, y sabré que has vuelto a deambular por uno de esos garitos donde se cobijan almas dolidas, incomunicables soledades, en el que de nuevo buscas vanamente acunar tu vacío entre murmullos apagados de risas y conversaciones borrosas como neblina, resueltas en nada y que nada alivian, entre humo, música y alcohol inconsistentes, inodoros e insípidos, que te han dejado sabor a nada, rastro de nada.

Es como si pudiera verte, tu mano sujetando una jarra de cerveza sobre la barra del bar, apartando de tu frente de vez en cuando un rebelde mechón de pelo entre el que asoman, insolentes, algunas canas. Aspiras sin ganas el humo de un cigarrillo, los ojos enrojecidos por el polvo del camino - eterno paseo entre el cielo y la tierra -, sin rumbo, errático, pisando hierba, deseando estrellas, interrogándolas en vano.

Una descolorida ojeada por el local dibuja en tu retina mesas ocupadas por personas que hablan, ríen... Pero la fuerza de la costumbre te permite ver tras la silla de cada cual a la soledad y a sus mil hermanas envolviéndolas una a una con su frío manto. Los miras, alguno te mira fugazmente, y desde tu invisibilidad contemplas de la de ellos. Ninguno parece querer aceptar tu muda invitación a romper la tuya, y se te pasan las ganas de entablar conversación con nadie. Hoy también te sientes cansado, solo puertas cerradas a tu alrededor. Tu gabardina no te protegerá de la lluvia negra que sabes te espera en la calle.

Sombras velan tu mirada azul, fuerzan tus labios flaca sonrisa y en tu voz se trenza el cansancio del corazón mientras pides la cuenta.

Te imagino saliendo de allí tal cual entraste, deteniéndote por unos segundos junto a la farola de la calle olvidada, sintiéndote igualmente vacío, con los mismos interrogantes con los que llegaste, incluso quizás hasta más cansado porque de nuevo ha fracasado una intentona de en realidad no sabes muy bien qué... Caminas solo entre la gente, soledad vacía, eterna en tu memoria, sentimientos confusos, preguntas que queman como hierros candentes, respuestas mudas. Y te veo alejarte calle arriba lentamente, tu figura menuda empequeñeciéndose, resonando huecos tus pasos por la desangelada calle, que lentamente te engulle. Cada vez más pequeño, desapareciendo como tragado por ella. Y me duele....


CALLE QUIMERA

domingo, 18 de febrero de 2007

BOSQUE


Llueve sobre el bosque. Es de uno de esos días de otoño grises, plomizos, en que los cielos, como plañideros, lloran la pena de los hombres para que a ellos no se les sequen las lágrimas, y tengan suficientes cuando lleguen los días soleados. Sobre la quieta superficie de un lago caen hebras de lluvia que, como finos dedos, teclean en el piano del lago la canción del agua, y hacen el acompañamiento de percusión golpeando rítmicamente las tejas de la casita que se asoma al lago. El viento, alocado, embiste las oquedades de los troncos, y suena la voz profunda y grave de la tuba. Manos son las ramas de los árboles, que acarician como a cuerdas de guitarra los finos hilos de lluvia, y plaquetas de xilofón las briznas de hierba sobre la que ésta tintinea alegremente.


La lluvia es música, y el bosque la interpreta. Nadie lo ve, porque los humanos, para resguardarse de ella, suelen esconderse en sus cubículos, pero el bosque se llena de vida, de olores y de magia cuando llueve. Y en esos momentos todos los seres mágicos que allí habitan aprovechan para salir de sus escondrijos y bailarla, formando alegres corrillos: las hadas, los duendes, los gnomos, los elfos... Es la lluvia quien provoca ese baile, su música, que invita irresistiblemente a danzar, a empaparse de sonidos, de sensaciones, de olor a tierra mojada, a hierba húmeda, de agua que da la vida... Todos los sentidos participan del espectáculo de la lluvia en el bosque impregnándose de esa vida. Y todos los seres del bosque. Todos…menos una pequeña hada, la más pequeña de todas, que aprovecha la distracción de sus hermanas para buscar unos besos de amanecer. Los dejó una noche olvidados en el bosque un gallardo caballero al que, escondida entre los arbustos, vio cruzar el sendero a lomos de su brioso caballo. . Mientras cabalgaba por aquel sendero, el joven, con expresión absorta, murmuraba para sí mismo algo relativo a aquellos besos, y el hada lo oyó. Curiosa, como todas las hadas, se propuso encontrarlos y saber cómo eran, pero tan escondidos debían de estar que no lo había conseguido aún. Unos besos de amanecer deben de ser tan frágiles, tan delicados, que podrían quebrarse al menor roce, y por ello los ha estado buscando con precaución, levantando cada hoja del suelo con infinito cuidado. Pero hay tantas que lo tapizan…


Esta noche el viento sopla con fuerza, levantando la hojarasca y jugueteando con ella. El hada, andando de puntillas con mucho cuidado, continúa buscándolos, y de repente, al pie de un árbol, las hojitas que acaba de llevarse el alocado aire dejan al descubierto aquellos besos de amanecer. Con el corazón palpitando se sienta sobre la mullida hierba del bosque, los coloca con suma delicadeza en las palmas de sus manos y contempla fascinada cómo poco a poco va saliendo el sol de entre esos besos como de entre nubes, bañándola en su luz. Mientras, allá en la lejanía, ajenos a todo, hadas, duendes, gnomos y elfos bailan en corrillo bajo la lluvia, al compás de la canción del agua, cantan, ríen… La magia envuelve los bosques, y entre sus brumas todo puede suceder.


AVALON

jueves, 15 de febrero de 2007

QUISE...


Quise subirme en la vida, montarla,
clavarle las espuelas,
extenuarla de tanto vivirla...

Pero era un caballito de cartón.


Quise arder y consumirme en ella,

calarme de sus aguas hasta la médula...

Pero era fuego que no quema,
lluvia que no moja.


Quise creer que las ilusiones
eran
realidades anticipadas.
Pero eran espejos rotos,
que devolvían imágenes deformadas.


Ahora todo es abono humectante

sobre el que crecen los rastrojos de una vida...


AVALON

martes, 13 de febrero de 2007

RABIA


Cae la noche sobre la ciudad, y envuelve en su negro manto los nichos. Nichos que imaginamos casas esos cadáveres que nos creemos vivos, deambulando perdidos en su vorágine. He vuelto a vomitar, y entre fuertes convulsiones arrojan mis entrañas restos ensangrentados de miedo y rabia. La rabia, incontrolable, me devora por dentro, duele como lágrimas, hierve la sangre. Solo oscuridad alrededor, vacío inerte, incesante lucha interior, épica batalla en el anochecer del mundo. Y el sudor frío, antesala del miedo... Y de nuevo la aberrante, la monstruosa visión de esa ristra de ajos en la cocina, y de nuevo la luna llena como ojo de cíclope en la cara negra del cielo, mirándome fija, aviesamente... La conclusión es evidente: soy una mezcla extraña de hombre lobo y vampiro que gime su espanto a la noche. Todavía puedo controlarlo pero si algún día me como a alguien tal vez -y solo tal vez- desaparezca esta tristeza que me mata, y entonces dejaré de ser el peor de los monstruos - un hombre- para ser solo un animal, una bestia sin dilemas humanos. Quién sabe, tal vez hoy.........

ETINARCADIA

domingo, 11 de febrero de 2007

SIEMPRE ES CARNAVAL


Pronto terminarán oficialmente en toda España los carnavales, con justa y merecida fama en lugares como Tenerife o Cádiz, pero creo que esa expresión tan conocida con que se encabeza este artículo tiene un trasfondo muy cierto. El carnaval no termina nunca.Estaba recordando ahora un post que leí bastante tiempo atrás en una bitácora cuyo nombre no consigo recordar en estos instantes. Hablaba de las caretas que solemos colocarnos para jugar nuestro rol en la vida, quizás para protegernos de los golpes, hasta que llega un momento en que ya no sabemos qué rostro hay exactamente detrás de esos antifaces. Si es que hay alguno...

Lo primero que la inmensa mayoría se viste en cuanto se levanta es una máscara, para participar en este baile de máscaras que es la vida en sí misma. Abres el ropero y eliges la que toca según la ocasión. Y no es cuestión de hipocresía, sino de educación y de necesidad. Todo son condicionamientos impuestos por la buena educación, el saber estar, lo políticamente correcto, la necesidad de vivir en sociedad sin devorar ni ser devorados, de sobrevivir a veces en un mundo de tiburones donde si no das la impresión de que te los puedes comer a todos te comen a ti, y tienes que enseñar los dientes, aunque sean postizos (pero por Dios, que no se note, o estás perdido)...

En el caso de que quisiéramos dejar de usar esa colección de máscaras que guardamos en el armario, ¿ encontraríamos en nosotros mismos rostro genuino que mostrar...? Y al hilo de la afirmación tajante y convencida de un amigo mío que mantiene que la utopía puede adquirir para muchas personas una corporeidad aún más consistente que la propia realidad, pienso si no será en esa Avalon particular que todos tenemos, ese mundo de ilusiones, sueños y fantasías en que nos refugiamos cuando llueve negro ahí afuera, donde únicamente tengamos un rostro propio.

La utopía quizás se aloje en un mundo más tangible que el que consideramos "de verdad", porque en aquel no existen las trabas y barreras que encontramos en el que habitamos, en el de carne y hueso. El mundo real decide por nosotros, nos esclaviza, pero en ese universo onírico somos nosotros quienes decidimos, somos los dueños de nuestro destino. La verdadera libertad quizás solo se halle en nuestros sueños, solo ahí somos nosotros mismos, sin las caretas tras las que nos obliga a escondernos la sociedad, sin los miedos y las limitaciones que nos crea... ¿Qué es más de verdad, el mundo real o el mundo de la mente, donde damos rienda suelta a lo que de verdad somos, sin tapujos, donde no usamos disfraces porque solo nos contemplamos nosotros mismos, donde dejamos escapar tantas ilusiones y deseos como mantenemos ocultos, asfixiados en la cárcel de lo cotidiano, de lo sensato, de lo convencional, de lo políticamente correcto...?



AVALON

sábado, 10 de febrero de 2007

TAN HERMOSO


Los pajaritos cantan,
las nubes se levantan,
las flores en el campo,
dos monjas traficando.
El sol de la mañana
que entra por tu ventana,
rocío en el prado,
un niño violado.

La fuente y la doncella,
la luz de las estrellas,
poetas recitando
con la yugular sangrando.

Tus dientes como perlas,
tus ojos son zafiros,
el nácar de tus uñas,
y tus pies como pezuñas.

Te quiero y todo es hermoso.
Me quieres y todo es hermoso

¡Coño, todo esto es tan hermoso !
Piensa: ¿quién habrá hecho todo esto?
¡Mira, que planeta tan bonito !
¡Vaya, todo está tan bien !

La brisa da en tu cara,
tu cabello y tu mirada,
el jardín lleno de rosas,
y cadáveres en las fosas.

El alma se serena
con la luna llena.
Plenitud de amor
y el dolor en el tumor.

Suena entre los olmos
el agua de un arroyo,
que feliz tesoro
de mercurio y cloro.

Baile en la campiña,
riendo están las niñas,
se besan las parejas
y se mueren las viejas.

La noche sosegada,
la música callada,
la soledad sonora,
cállese señora.

Dulce acogimiento,
honesto pensamiento.
Dotado de dulzura
que empiece la tortura.

SINIESTRO TOTAL


ETINARCADIA

viernes, 9 de febrero de 2007

QUEDA PROHIBIDO


Queda prohibido llorar sin aprender,

levantarte un día sin saber qué hacer,

tener miedo a tus recuerdos.

Queda prohibido no sonreír a los problemas,

no luchar por lo que quieres, abandonarlo todo por miedo,

no convertir en realidad tus sueños.

Queda prohibido no demostrar tu amor,

hacer que alguien pague tus deudas y el mal humor.

Queda prohibido dejar a tus amigos,

no intentar comprender lo que vivieron juntos,

llamarles solo cuando los necesitas.

Queda prohibido no ser tú ante la gente,

fingir ante las personas que no te importan,

hacerte el gracioso con tal de que te recuerden,

olvidar a toda la gente que te quiere.

Queda prohibido no hacer las cosas por ti mismo,

no creer en Dios y hacer tu destino,

tener miedo a la vida y a sus compromisos,

no vivir cada día como si fuera un último suspiro.

Queda prohibido echar a alguien de menos sin alegrarte,

olvidar sus ojos, su risa, todo porque sus caminos

han dejado de abrazarse,

olvidar su pasado y pagarlo con su presente.

Queda prohibido no intentar comprender a las personas,

pensar que sus vidas valen más que la tuya,

no saber que cada uno tiene su camino y su dicha.

Queda prohibido no crear tu historia,

no tener un momento para la gente que te necesita,

no comprender que lo que la vida te da, también te lo quita.

Queda prohibido no buscar tu felicidad,

no vivir tu vida con una actitud positiva,

no pensar en que podemos ser mejores,

no sentir que sin ti este mundo no sería igual.

PABLO NERUDA



AVALON

domingo, 4 de febrero de 2007

FANTASMAS


“¿Quién que es no es romántico?”, decía Víctor Hugo... ¿Quién que es no cuenta con fantasmas dentro de su armario? Quevedo, con ese pesimismo y esa visión desesperanzada propia de su siglo, hablaba de la vida como de "presentes sucesiones de difuntos" aludiendo a las diferentes etapas de que se compone y que se van quemando una tras otra. Algunos de esos difuntos quedan bien enterrados, pero otros se resisten a descansar en paz, y se nos van almacenando los espectros.

Antiguos unos, recientes otros, pero a todos los conocemos bien. Somos los alfareros de nuestros propios fantasmas, a los que modelamos como a pellas de barro, les insuflamos aliento vital y los alimentamos con nuestro dolor, o nuestros miedos, o nuestras inseguridades... Son nuestro propio fruto, consciente o inconsciente, pero nuestro. Los conocemos. Por eso podemos despojarlos de la incorpórea y nebulosa evanescencia en que se amparan para colarse por cada intersticio del alma y del pensamiento. Por eso somos capaces de darles corporeidad y mirarles a los ojos. Por ello debemos encararlos frente a frente, para reconocerlos, asumirlos e integrarlos en nuestro consciente, hacerlos reales y comprenderlos. Sólo así se irán difuminando, y la noche volverá a ser un remanso de paz para el sueño o un rincón de quietud para la serenidad de un momento de insomnio.


AVALON

sábado, 3 de febrero de 2007

DESPUÉS DE MIL AÑOS


Tan solo una mirada,

una palabra es suficiente.

Nacimos hace mil años,

atados por azules lazos invisibles.

¡Cuánto camino recorrido..!

Cuánto cansancio ya...,

cansancio de recordar que soy un hombre,

de ser, de existir,

errando sin rumbo por una vida

que puede que fuese la última

que quedaba en el estante cuando llegamos...

Huir ... ¿te imaginas..? Como las aguas de un río

huyen de sí mismas... Huir de pronto,

hacia cualquier lugar lejano....Color y agua.

Carretera sin retorno, desierto sin puertas, y sudor.

Arde el alma... Al fin vida...

Y no quiero pensar, estoy agotado,

solo vivir, ebrio de música y cielo...

Está nublado hoy, el espejismo pasará

con las primeras gotas, que repiquetearán inmisericordes

sobre él hasta hasta quebrarlo en mil pedazos.

Pero los rayos que vendrán me pertenecen,

su fuerza es la mía,

me llenan de ti y sé que estás junto a mí.

Oscuros planes derribaremos en mitad de la tormenta,

jamás habrá calma, jamás habrá tregua... ¡Lucha eterna...!

Mil años de ventaja, y seguimos llorando

lágrimas en ataúdes huérfanos de muerte.

Campos sembrados de sangrientas amapolas,

caos en las calles, negras las estrellas,

los perros de la noche ladran a la luna,

gris madrugada... Alguien llora una muerte adolescente,

alumbrada por falsa madurez.

Desencantado cansancio de anciano

oxida como agua salobre corazones jóvenes,

¿dónde están los niños...?

Quiero jugar pero nadie sabe qué es eso,

no hay ya ositos de peluche.

Gusanos en la alcoba anuncian

el fin de un amor.

En mil años nos vemos.... tal vez

despiertos en la trinchera.


ETINARCADIA

jueves, 1 de febrero de 2007

DOS PALABRAS


Muchos hombres son reacios a pronunciar dos palabras que considero cruciales en una relación de pareja: “te quiero”. “¿Para qué repetirlo tanto, si ella ya lo sabe…?” Esa es la frase-excusa tras la que se esconde ...¿qué? ¿ Pudor? ¿Una hombría mal entendida? ¿Un falso concepto de la debilidad? Una mujer necesita oír un "te quiero", aunque a muchos hombres les parezca un gasto innecesario de saliva. El amor se demuestra. Y se declama. Mientras existan dos personas que se amen, el "te quiero" jamás estará gastado. Esas palabras son la verbalización de un sentimiento, suponen compartir con el otro lo que está dentro de ti, ofrecérselo, no ser egoísta guardando en tu interior semejante tesoro. Es algo que habría que estar susurrando a todas horas; porque no hay que gritarlo, se dice con pasión, bajito, al oído, acariciándolo y arañándolo a la vez.... No hay música mejor que un "te quiero" para los oídos de una mujer… Y de un hombre. Aunque a muchos les cueste trabajo reconocerlo.

AVALON