¿Qué vendes, buhonero ciego?
dime, ¿qué llevas en tus cestos..?
dime, ¿qué llevas en tus cestos..?
Llevo risas, risas de niño,
sonrisas del corazón, cristalinas,
que envuelven y acarician,
y sirven para defender el alma
de la melancolía que la amortaja.
Llevo sonrisas olvidadas,
para dibujar en rostros serios;
alejan tristezas, y dan fuerzas
con que cumplir los sueños.
Llevo unos ojos azules, claros, limpios,
para poder ver bien las estrellas
en un cielo también azul, azul marino,
bajo el aliento tibio de una luna incierta.
Llevo amor verdadero,
de ese que en los cuentos
se prometen príncipes y princesas,
arropados bajo las arboledas
del país de los sueños.
Llevo calorcito del sol,
hierba verde, azul del cielo,
aire puro, frescura, color...
Llevo sueños nuevos
para sustituir a los que se fueron,
para vivirlos, mejor que solo soñar
los que no pudieron serlo.
Dime, dime buhonero...,
¿no llevas un poco de alegría en tus cestos?
Eres tú el que está ciego...
AVALON Y ETINARCADIA
Bueno por una vez no me he quedado ciego ante un poema de ustedes.
ResponderEliminarMuy bonito, si señor.
Saludos besitos y abrazos,,,
La cojo con permiso. Supongo que no se notará que me quedé un poco de vuestra alegría. Que bien dibujas/dibujáis mis pensamientos.
ResponderEliminarGracias. Besos.
...ahhh...qué hermosura de alegría!
ResponderEliminar...y la música...mmm
Petición personal: sería posible que dierais a conocer la música que os suena cada vez que colgais un post?
Besazos!
Cierto, muchas veces la vida nos ofrece la posibilidad de ser felices pero la rechazamos por falta de vision.
ResponderEliminarComo siempre excelente poema amigos.
Saludos!!!!!!
Es que a veces hay que rascar en la alegria para poder vivir, sin prisa, reparando en las pequeñas cosas que nos pasan desapercibidas.
ResponderEliminarUn beso.
que alegría leer estos versos, pero quiero que me lleve y me venda el buhonero. precioso.
ResponderEliminarun abrazo.
tx.
¡Hay tantas y tantas veces que los ciegos somos nosotros!Es una preciosidad el escrito.Habeis sabido llenar los capazos con las cosas más lindas que se pueden encontrar.Un beso muy grande para mi dama y mi caballero Quimeras.
ResponderEliminarVuelvo a pasar y a llenarme de poesía en tu sitio.
ResponderEliminarUn abrazo enorme Gus.
Vamos ciegos convencidos de que vemos. Aunque en esta visita, la mía, mi ceguera, no me ha impedido ver vuestro bello poema.
ResponderEliminarUn beso a ambos dos.
Jajajajaja.. Ay, Raúl... Pues nos alegramos muchísimo de que esta vez hayas visto luz. Pero no te mal acostumbres.. ;-) jajajaja
ResponderEliminarUn besazo, solete, y abrazos de parte del jefe (él dice que no, pero manda muchísimo.. ;-))
Por supuesto que puedes coger toda la alegría que quieras del cesto del buhonero, Antifaz. Está ahí para repartirla.
ResponderEliminarHay muchos sueños trenzados entre tus pensamientos, ¿verdad..?
Besos.
Por supuesto que atenderemos esa petición personal, Nada, y con mucho gusto. Esta canción, en concreto, se llama Saltarello. No te puedo decir más por ahora, porque por lo general el DJ de esta calle es Etinarcadia, y no me comnetó nada sobre quién interpreta este tema, pero en cuanto hable con él te doy más datos. La que suele sonar casi siempre se llama "The fosse", y es de Wim Mertens.
ResponderEliminarEn futuros posts especificaremos tema e intérprete.
Besotes.
Así es , SCD, muchas veces somos más ciegos que el mismo buhonero, porque lo mejor de la vida nos pasa desapercibido. Eso de que los árboles no nos dejan ver el bosque, ¿verdad?
ResponderEliminarUn besote, amigo.
Si el buhonero te lleva en su cesta, te compro... Estaré al tanto cuando vea pasar a uno con sus cestas, por si acaso. :-)
ResponderEliminarBesos, Txanba.
La alegría está ahí, María, en cosas pequeñas y al alcance de todos. La pena es que nos pasamos la vida corriendo detrás de tantas otras que, a la larga, no merecen la pena.. Planeando el futuro y olvidando el presente, persiguiendo logros y dejando atrás lo que es tan fácil alcanzar con la palma de la mano...
ResponderEliminarBesotes, guapa.
Al fin y al cabo, Malena, son las cosas más sencillas, y las que mayores placeres causan. Pero solemos estar ciegos ante ellas. ¿Y si procuramos abrir los ojos con más frecuencia? Cuestión de proponérselo...
ResponderEliminarBesos, princesa.
Gracias por volver a esta calle, Gustavo. Vuelve a ser un placer contar con tu presencia.
ResponderEliminarUn abrazo para ti también.
De todas formas, Viento, creo que todos sabemos al fin y a la postre lo ciegos que permanecemos ante algunas de las cosas más importantes de la vida. El ritmo vertiginoso que llevamos nos impide parar de vez en cuando y reparar en ellas, pero sabemos que están ahí, que son las que verdaderamente causan alegría, felicidad. Cuestión de pararnos un poquito de vez en cuando a disfrutarlas, porque todos tenemos unas u otras de las mercancías que lleva el buhonero.
ResponderEliminarBesos.
Me quedo con aquello de poder poner sueños nuevos en el lugar de aquellos que se cumplieron o de aquellos otros que se agotaron. Sino es así ¿qué sentido tiene la vida...?
ResponderEliminarVino y besos, doble ración.
Con un poco de poesia y un tanto de credibilidad todo es asequible...hasta la alegria.
ResponderEliminarHummmmm.Precioso.
Un abrazo muy pero que muy agradecido
Avalon lleva el cesto y Etinarcadia va pregonando. Yo les he visto.
ResponderEliminarUn beso y un abrazo.
El buhonero es la vida... sí. Lo que nunca estuve seguro si es ciego... nunca. Aunque suele parecerlo, pero creo que lo suyo es llevar de todo y llamar la atención a los que compran. ¿O no?
ResponderEliminarBesos Avalón, abrazos Etinarcadia.
Bello poema, bello, bello!!!
ResponderEliminar....yo quiero de sus sonrisas olvidadas, del amor prometido a princesas...y sobretodo, de los sueños nuevos...
Poema que hace sonreir pero llorar al mismo tiempo...
Gracias,
Lena
Si. Sueños trenzados donde el camino pasa por la puerta de la alegría que describes. Sueños alegres que instalan sus muebles en la dificultad de la calle quimera. Gracias.
ResponderEliminarUn beso.
Yo quiero encontrarme con ese buhoneroooooo, me encanta todo lo que lleva en su cesta.Ah, si aprendiéramos a mirar con los ojos del corazón...
ResponderEliminarLa foto es preciosa, me encantan los cielos rojos.
Abrazos.
Muy lindo post, la alegría siempre debe nacer.
ResponderEliminarUn bso
muy bonito!!. Aveces nos perdemos en quejarnos o en solo ver lo malo que nos pasa y nos rodea, que perdemos de vista los pequeños detalles.
ResponderEliminarVaya, le parecía poca alegría esta, sí esta es la esencia de la alegría.
ResponderEliminarAlegría me ha dado a mi leer este poema ahora, en este nuevo día que amanece. Gracias
Besos
Sí, solemos considerar ciego al que regala sonrisas, amor o sueños nuevos. Y digo yo, quién es el más cuerdo el ciego o el vidente...
ResponderEliminarMe ha parecido un canto precioso a la esperanza, voy a tomar del cesto, con vuestro permiso, algunas ofrendas.
Gracias.
Wow Quimera, es cierto que estamos ciegos por querer tner lo material, y por eso nos olvidamos de lo del cesto.
ResponderEliminaraunque yo rescato los sueños, y cuando recuerdo a la prefección algún sueño que tengo lo posteo.
Saludotes y abrazotes.
Sweet Dreams, de todo Corazón:
Arthur
Sí escierto Quimera, yo no me había puesto a pensar en eso.
ResponderEliminarSaludos y abrazos
Nice Day, con toda mi alma:
Gusthav
Excelente poema, queda prendado uno a cada frase.
ResponderEliminarsaludos
Apreciado Manuel,los sueños imposibles son los que más me hacen disfrutar de la vida. Me mantienen a una distancia prudencial de la realidad . Es hermoso cumplir el sueño deseado y si se puede disfrutar del viaje mejor.Lo malo es cuando el sueño se transforma en pesadilla. Algunos pueblos soñaban con la libertad y cuando ya estaba en su mano,ésta cambiaba de cara. No hay revolución que triunfe de verdad........de momento. Salud¡¡¡¡
ResponderEliminarPD:Creo que se me ha ido la olla...perdón.
Ana r,la alegría "no está". Somos alegría,pero hay que meter la mano en nuestro propio cesto.Un abrazo...salud¡¡¡.
ResponderEliminarAlegría es la que chorrean de principio a fin estos versos. Me habeís hecho sentir colores al leeros.
ResponderEliminarEl cacharro se cambia por trapo, aún no sé por qué cambiaría la alegría.
Muchas gracias por vuetra presencia y por vuestro premio. Es un honor, de verdad.
Ya estamos de vuelta.
P.D No te preocupes Avalon, está publicado ayer. Cosas de seguir utilizando el calendario Juliano.
ResponderEliminarSaludos.
Eso le decía yo a Etinarcadia... "Compi, me parece que ese chico que se ha cruzado con nosotros era Allan". ;-) Sí, en esos momentos, cuando pasabas, yo llevaba el cesto, y era él quien pregonaba. Pero te contaré una cosa: a ratos es él quien lleva el cesto, y yo la que pregono. Compartir el peso entre dos, procurar que el otro descanse la voz, servir de contrapunto... eso es importante.
ResponderEliminarUn besote enorme, Allan, y un abrazo. Y, claro está, salud.
Más bien creo que los ciegos somos nosotros, Miguel, que teniendo la felicidad delante de los ojos no sabemos verla, y se nos va la mirad en direcciones erróneas...
ResponderEliminarBesos y abrazos, y, por supuesto, salud.
Acércate al cesto y coge lo que quieras, Lena. Sueños, sobre todo, hay de todo tipo, seguro que encuentras alguno a tu medida.
ResponderEliminarBesos, y gracias por pasar de nuevo por aquí.
Tienes la calle abierta para instalar todos los muebles que quieras, Antifaz. Ojalá siempre tus sueños sean alegres y, sobre todo, se vean cumplidos.
ResponderEliminarUn beso.
Mira bien, Fusa, seguro que ese buhonero está más cerca de lo que parece. Solo mira bien lo que hay en el cesto, no desvíes la vista atraída por cantos de sirena.
ResponderEliminarNos alegra verte de nuevo por aquí. Un beso.
Es que sin la alegría la vida está vacía, no se puede aspirar a vivir, si acaso, a sobrevivir.
ResponderEliminarGracias por visitar nuestra calle, bienvenida siempre que te apetezca. Saludos cordiales.
Y precisamente en los pequeños detalles que nos rodean está lo que más necesitamos, Acentuando, aunque solemos estar ciegos para verlo.
ResponderEliminarBesos.
Lo malo es que solemos buscar la alegría en otro tipo de cosas, Trini, y a veces no somos capaces de darnos cuenta de dónde está realmente: en lo más sencillo, en lo que está al alcance de todos.
ResponderEliminarQue no cese la alegría, niña.. Un besote.
Está claro que en este caso el vidente mira, pero no ve, Victoria. Va buscando alegría en los cestos, sin ser capaz de reconocer en su interior todo lo que verdaderamente la proporciona.
ResponderEliminarCoge todo lo que quieras, y disfrútalo. Un besote.
maravilloso!!!!! no puede haber otro calificativo.
ResponderEliminarsaludos!
Las mejores risas, sin duda, són las de los niños.
ResponderEliminarSaludos
Gracias abandré, coge lo que quieras del cesto, es gratis.Abrazos de dos . Salud¡¡¡.
ResponderEliminarHanna,comparto tus palabras .Los niños son lo mejor que tenemos,sus risas un objetivo obligatorio para todos nosotros.Pasate por aquí cuando quieras. Salud¡¡¡¡
ResponderEliminarPues ya sabes, Arthur: a rebuscar más en el cesto.. Lo material está bien, es necesario, pero no lo único, y desde luego no suele ser lo que provoca verdadera alegría.
ResponderEliminarBesos.
Si el poema te ha servido para recordar que la alegría se encuentra en las pequeñas cosas de la vida, Gusthav, habrá estado bien publicarlo.
ResponderEliminarUn besote.
Gracias, Gustavo. Un abrazo muy fuerte.
ResponderEliminarTeniendo en cuenta el papel que juegan los colores en tus escritos, es todo un honor las palabras que nos diriges, Kaekum.
ResponderEliminarSinceramente, yo al menos la alegría no la cambiaría por nada. Es la plataforma para la felicidad, y cuando no la hay, su mejor suecedáneo.
Besos, POETA.